Un día para no olvidar es el 21 de febrero de 2024 cuando el presidente de México afirmó que cuando Zaldívar estaba de presidente de la Corte había más recato y que con él podían —respetuosamente, sí ajá— intervenir. Ese día López Obrador dijo que luego de hablar con Zaldívar, éste hacía lo propio y hablaba con el juez y le decía: ‘Cuidado con esto’.
Esta afirmación fue sostenida por el presidente de México siete semanas antes de que se anunciara que desde el Consejo de la Judicatura Federal se iniciaría una investigación en contra de Arturo Zaldívar y los suyos.
“Cuando el presidente o el gobierno se quejaba de la actuación de algún juez o magistrado […] cuando llegaban esas quejas, nosotros, no yo, las áreas técnicas del Consejo [de la Judicatura Federal] las analizaban, si tenían merito se abría la investigación, si no tenían merito se desestimaban. Pero teníamos nosotros la cortesía de informar al gobierno las razones por las cuales no procedía su queja […] de esa manera yo defendí la autonomía y la independencia judicial de los jueces durante los 4 años que fui presidente”. Esto fue lo que dijo Zaldívar en el programa de radio Ciro Gómez Leyva por la Mañana un día después de que el presidente afirmara que le levantaba el teléfono rojo.
Parafraseando el viejo refrán, hoy —al releer las palabras de Zaldívar de aquel 22 de febrero— tendríamos que decir: “por su propia boca murió la legitimidad del juez”. Y es que la investigación que ordenó la ministra Norma Piña estos días es exactamente lo que supuestamente hacía Zaldívar cuando dirigía el Poder Judicial: 1) recibir una queja sobre alguna persona juzgadora —por cierto, firmada por el presidente; 2) analizar su contenido; y 3) iniciar o no una investigación. ¿En dónde está la maldad de Norma Piña? ¿No se supone que esa es la manera correcta de actuar?
Zaldívar se ha dedicado a decir en los últimos meses que en la presidencia de Norma Piña se tolera la corrupción y ya no se investigan los atropellos como cuando estaba él. El inicio de la investigación por la denuncia “anónima” es la evidencia de que actualmente tampoco se tolera la corrupción y se defiende al Poder Judicial, aunque se trate de su expresidente y de un exministro. ¿Qué hubiera hecho Zaldívar si le hubiera llegado una queja similar sobre su antecesor en la presidencia, Luis María Aguilar?
Si bien la denuncia no está firmada por una persona en particular, lo cierto es que en uno de sus párrafos se menciona con nombre y apellido a las juezas, jueces, magistrados y magistradas que sufrieron algún tipo de presión por parte del círculo denunciado de Zaldívar, son poco más de 50. Hasta el momento, ninguno de esos nombres ha salido públicamente a rechazar el contenido de la denuncia, o a decir que su nombre aparece en tal documento sin su consentimiento. La denuncia anónima resulta no ser tan anónima, y por ello cobra más relevancia conocer la verdad.
La respuesta de Zaldívar esta vez no es tan liviana como cuando el presidente lo señaló. Junto con la maquinaria estatal de Morena ha presentado una denuncia de inicio de juicio político en contra de Norma Piña. Zaldívar afirma que el actuar de Norma Piña puede recaer no solo en responsabilidades administrativas, sino también en delitos: ¿Quieren meter a la cárcel a quienes no siguen el juego de su disque transformación?
La razón del juicio de político, según Zaldívar, no es la denuncia presentada en sí, sino la “intervención indebida de Norma Piña en el proceso electoral”. Siguiendo esa lógica, habría que iniciar un juicio político también contra el presidente de México quien, todos los días por la mañana, interviene en el proceso electoral.
El que puede seguir despreocupado es Julio Scherer, el único de los señalados que no formaba parte del equipo de Zaldívar. La investigación solo se limitará a comprobar o deslindar responsabilidades de funcionarios judiciales, no de fuera.
@MaiteAzuela