Nadia Guadalupe Morales Rosales es hija de doña Vicky y don Javier Morales. Desapareció el 27 de octubre de 2017, en Puebla. Tenía 17 años, convirtiéndose así en una de las miles de adolescentes desaparecidas en el estado. Desde la semana pasada ha comenzado la etapa de juicio oral contra el probable responsable de su desaparición. Pero como en el común denominador de este país, las autoridades no han tenido la capacidad de dar con el paradero de Nadia.

Puebla es uno de los estados con mayor número de casos de menores de edad desaparecidos, siendo las mujeres adolescentes en quienes mayormente se focaliza la desaparición. En 2023 se denunciaron 1,765 desapariciones en el estado, 244 más que en 2022. En los últimos cinco años la cifra de personas desaparecidas en Puebla ha ido en aumento.

“Buscamos que se haga justicia para nuestra hija Nadia, llevando la verdad por delante”. Esta es la expectativa que tiene la señora María del Carmen Victoria Rosales Camacho, mejor conocida entre las familias de desaparecidos en Puebla como doña Vicky.

Lo que se espera del juicio no solo es una sentencia que confirme o deslinde la culpabilidad del probable responsable. El juicio es importante porque de éste también derivará la reparación integral del daño a la familia de Nadia.

El equipo de abogadas de la Clínica Jurídica Minerva Calderón de la Universidad Iberoamericana Puebla es quien se encarga de acompañar a la familia de Nadia en el juicio. La documentación que han realizado sobre el caso permite establecer una hipótesis que apunta a que la desparición de Nadia está relacionada a la trata de personas con fines de explotación sexual.

Pero la pregunta en el caso de Nadia es la misma para los casos de desaparición en este país: ¿por qué a casi 7 años hay un detenido, pero no se ha logrado encontrar a Nadia? Al respecto, doña Vicky nos explica que “el camino realmente ha sido difícil, pues nos hemos tropezado con piedras como autoridades con oídos sordos”.

A pesar de que doña Vicky hoy tiene tiene confianza en el criterio del juez que está conociendo del caso, lo cierto es que en los momentos clave posteriores a la desaparición hubo negligencias de distintas autoridades de Puebla cuando la familia de Nadia acudió a denunciar la desaparición. “Las familias quieren iniciar procesos en contra de autoridades que incumplieron, omitieron o perdieron datos importantes para la localización de Nadia”, me cuenta Daniela Torres, abogada de la Clínica Jurídica.

El caso de Nadia es un caso emblemático en Puebla. La resolución judicial permitiría un parteaguas jurídico respecto a sentencias en materia de desaparición de una adolescente donde se vincula el tema de trata. También abriría el parteaguas de reparaciones en caso de que el Estado reconozca la responsabilidad que tiene en la desaparición de Nadia.

La familia de Nadia es de bajos recursos. Es en este tipo de casos donde el Poder Judicial –aunque sea local– puede demostrar su capacidad crítica ante la realidad del país. En estos tiempos de polarización contra los jueces por “no estar cerca del pueblo” es indispensable que la sentencia refleje no solo un análisis ponderado sobre la responsabilidad del probable perpetrador, sino que también considere el testimonio de la familia de Nadia que, sin lugar a dudas, ha resentido en primera persona el daño de la desaparición.

El hecho de que el caso de Nadia se encuentre en conocimiento de un juez, no exime al Ministerio Público ni a la Comisión de Búsqueda de Puebla de continuar trabajando hasta encontrarla.

“Esperamos que la sociedad empatice al ver una ficha de búsqueda y que no se normalicen las desapariciones”, concluye doña Vicky.

@MaiteAzuela

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