Según un reporte en The Daily Beast, en cuanto detuvieron al general Salvador Cienfuegos se realizaron intercambios de oficios entre Estados Unidos y México. Marcelo Ebrard habló dos veces con el fiscal general William Barr, alarmado por no haber tenido aviso de que se iba a realizar este arresto. Finalmente, a solicitud del gobierno mexicano, como el propio Andrés Manuel López Obrador reconoció, Barr desestimó los cargos contra Cienfuegos.

¿Por qué no se permitió que Estados Unidos continuara con la investigación y el juicio? Si entendemos que el arresto de Cienfuegos fue resultado de una serie de investigaciones sobre exservidores públicos mexicanos y su colaboración con los cárteles, sobre las que han estado trabajando investigadores y fiscales en Brooklyn, al igual que en la DEA, obviar la información que esta investigación arrojaba y la que podía haberse generado en colaboración con ellos, no solo deja en duda la responsabilidad o la inocencia del General, sino que deja cabos sueltos con los que los beneficiados pueden ser los integrantes de dichos cárteles.

Por otro lado, un oficial de alto nivel de la DEA le dijo a The Daily Beast que procesar a Cienfuegos en Estados Unidos podría haber implicado hacer pública evidencia que comprometía a otros oficiales del Ejército mexicano que han colaborado con el narcotráfico. En consonancia, Jodi Avergun, exagente de la DEA expresó: “Asumo que debió haber sido algo extremadamente importante que las autoridades mexicanas no querían que saliera a la luz para haber amenazado con limitar las acciones de la DEA en México”.

El compromiso del gobierno de México con el estadounidense fue llevar a cabo una investigación a fondo. Para las autoridades del departamento de justicia de nuestro país vecino, tener que retirar los cargos tras una investigación tan exhaustiva provocó mucha frustración.

En su ensayo “Cienfuegos y la tormenta de fuego entre México y Estados Unidos”, la experta en relaciones México-EU Vanda Felbab-Brown, asegura que no queda muy claro por qué la administración de Trump accedió tan fácilmente a retirar los cargos a Cienfuegos. Si fuera un tema de soberanía nacional, Felbab-Brown piensa que la reacción hubiera sido similar en el caso de la detención de García Luna.

El hecho de que México amenazara con romper la colaboración militar afianzada desde los 90, además de negar el acceso a los agentes estadounidenses, puede tener entre varias de sus causales, que EU había privilegiado el trabajo con la Secretaría de Marina a la que prácticamente López Obrador ha puesto bajo el mando de la Sedena.

La investigación de siete años fue tirada a la basura por la Fiscalía General de la República en unos cuantos días. Minimizan el rango del cártel H-2 (antes Beltrán Leyva) y el tipo de comunicaciones interceptadas, pero nadie ha podido comprobarle al Departamento de Justicia de EU que son falsas.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha hecho historia con la condena de varios líderes de grupos criminales, como El Chapo o incluso capos estadounidenses. No podemos decir lo mismo de nuestra fiscalía general.

“Estados Unidos se reserva el derecho de volver a comenzar el enjuiciamiento de Cienfuegos si el gobierno de México falla en hacerlo”, reviró el Departamento de Justicia tras la exoneración en México. Todo indica que este caso quedó cerrado para el gobierno de México, no así para las autoridades de justicia en Estados Unidos.

@MaiteAzuela

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