El proceso pre-electoral de 2024 ha comenzado. Esta semana distintos actores políticos iniciaron acciones para colarse en alguna candidatura o simplemente levantaron la mano para decir “acá estoy”. A pesar de que Morena lleva ventaja en el proceso, las corcholatas y la oposición comparten algo: no articulan un diagnóstico de país ni generan propuestas diferenciadoras de la actual política de gobierno.
En Morena hay cinco personajes peleando por la candidatura. Sin embargo, ni Sheinbaum, ni Ebrard, ni Adán, ni Monreal, ni Noroña le hablan a la ciudadanía. Ella y ellos sienten que Morena tiene ganado la elección y que solo es cuestión de trámite decidir quien se va a sentar en la silla presidencial. Una cosa es que –como militantes del partido– coincidan con la política de gobierno de AMLO, y otra cosa es que no tengan su propio diagnóstico y propuestas para mejorar lo que no ha mejorado. Servir de continuidad les parece suficiente.
Por su parte, la oposición se encuentra varios pasos atrás por dos motivos. Primero, porque no hay perfiles consolidados políticamente para pelear con Morena. Segundo, porque no generan en la ciudadanía el sentimiento de que en verdad son diferentes.
El pasado martes, la alcaldesa de la Cuauhtémoc en CDMX, Sandra Cuevas, publicó un tuit que reza: “En una sociedad acosada por la delincuencia: Los abrazos no valen […] Nos preparamos para la #SSC, practicando de madrugada con tiros de precisión.” El texto se acompaña de un video de cinco segundos en el que ella dispara un arma en un salón de práctica. Además, una foto donde presume la “precisión” de sus tiros en la silueta.
Ese mismo día en la tarde, diversos medios –entre ellos este periódico– dieron a conocer un video en el que se aprecia una supuesta ejecución arbitraria por parte de elementos militares contra cinco hombres que portan armas de alto calibre. Los cinco hombres chocan la camioneta en la que viajaban y no intentan enfrentarse a los soldados. Segundos después llega el personal militar, baja a los hombres de la camioneta chocada, los ponen contra la pared y los matan con tiros de precisión como los de Sandra Cuevas. Esto, en Nuevo Laredo.
Entonces: ¿Cuál es la diferencia entre la estrategia de seguridad de Morena y propuestas de la oposición como la de la alcaldesa Sandra Cuevas? Habrá quien diga que la alcaldesa no representa la postura del partido, pero hasta el momento ningún personaje de la Alianza ha salido a decir que su apuesta de seguridad para los próximos años es una distinta a los tiros de precisión.
Lo grave de esto es que habrá personas que vean el video de Nuevo Laredo y el de Sandra Cuevas. Y en efecto, se convenzan de que la forma de combatir el crimen es a balazos.
Muertos esos cinco hombres que presuntamente pertenecían al crimen organizado se ha perdido –probablemente– la oportunidad de que la fiscalía local y general hiciera su trabajo y hasta integraran información relevante sobre la criminalidad en Nuevo Laredo. Si, por ejemplo, alguno de esos hombres sabía dónde hay fosas clandestinas y hubiera podido decirlo a cambio de un beneficio de colaboración. Pero como no se les puso a disposición de la fiscalía como indica la ley a pesar de tenerlos sometidos sin necesidad alguna de abatirlos a muerte, ya no es posible profundizar ni resolver el verdadero problema. Esto es grave, pues queda en evidencia que los tiros solo sirven para matar, pero no son precisos para detener la criminalidad.
Ojalá que este proceso pre-electoral iniciado por los partidos hacia el 2024, eleve el debate sobre temas como la seguridad. Porque, así como no se puede permitir una ejecución arbitraria, tampoco se debe perpetuar una política de seguridad basada en la banalización de practicar a balazos en un tiktok.
@MaiteAzuela