Las Finales de la WTA se juegan con las mejores ocho tenistas en 2024 y Riad, en Arabia Saudita, levantó la mano con una cartera de 15 millones de dólares para premios, firmando un contrato por tres años para que se celebre este evento en el país de un tan controvertido y criticado Gobierno, por acusaciones de no respetar los derechos humanos.
Cuando se conoció la noticia de que Riad sería la sede, dos tenistas consagradas —como Martina Navratilova y Chris Evert— manifestaron estar en contra de que las mujeres de la WTA jugaran en esa ciudad, situación ignorada por la institución femenil y por las mismas jugadoras, quienes prefieren no hacer comentarios, jugar por la jugosa bolsa que ofrece y disfrutar de la gran hospitalidad que están demostrando en Arabia Saudita, deseando —con esta gran vitrina— cambiar la imagen de ese país ante el mundo.
El tenis femenino ha realizado un gran esfuerzo por colocarse en el gusto de la afición, destacándose la versatilidad y personalidad de sus dos máximas exponentes, como son la bielorrusa Aryna Sabalenka y la polaca Iga Swiatek.
Los medios de comunicación están cada vez más presentes, promoviendo a las mujeres que —en muchos torneos, como los del Grand Slam— ganan exactamente lo mismo que los hombres.
Por otro lado, Renata Zarazúa —a sus 27 años de edad— sobresale por estar realizando una muy inteligente y bien estructurada gira en torneos que quizá no ofrecen grandes premios, pero la mexicana continúa sumando puntos, ganando partidos, teniendo buenas actuaciones y deseando llegar mejor preparada en 2025 para estar de manera directa en los cuatro torneos de Grand Slam, donde las bolsas son más atractivas, ofreciendo la oportunidad de enfrentarse a jugadoras más estelares, con mejor clasificación. ¡Muy bien, Renata!