Hoy se abren las puertas del All England Club, para celebrar una nueva edición del evento denominado The Championships.
Cada Wimbledon es especial, excitante, competitivo, diferente y con ventanas de oportunidad para jugadores que puedan dominar la no muy común superficie de pasto, que tengan la condición física y mental para soportar la presión y la intensidad de jugar a tres de cinco sets en los hombres y a dos de tres en las mujeres, pero —sobre todas las cosas— tener ese enorme deseo de trascender jugando bien y ganando un total de siete partidos en los 14 días de competencia.
En las mujeres, seguiremos con atención a varias jugadoras, empezando por Iga Swiatek, quien quiere ganar Wimbledon para consolidarse como la mejor.
Llama la atención que la polaca decidió no jugar ningún torneo previo a Wimbledon, principalmente para administrarse del agotamiento físico y mental que le produjo Roland Garros, siendo Swiatek la más profesional y consistente entre las mujeres actualmente.
La jovencita estadounidense Coco Gauff tiene oportunidad de ganar su segundo Grand Slam. Es la número dos del mundo, pero su inexperiencia y distracciones, como la nueva “diva” del tenis de Estados Unidos podrían ser un obstáculo.
Aryna Sabalenka se ha notado fuera de concentración, con poca consistencia en sus actuaciones, y Elena Rybakina tiene el tenis para hacerle frente a Swiatek, pero tendrá que jugar muy bien y mantenerse ecuánime en cada partido.
En los hombres, son tres jugadores excepcionales, como Jannik Sinner (el número uno del mundo), Novak Djokovic (el dos) y Carlos Alcaraz (el tres).
Cada uno tiene un objetivo bien definido, que es ganar este Grand Slam, y para eso los veremos emplearse a fondo, asegurándose —cada uno— de no distraerse y que las lesiones no aparezcan.
Novak Djokovic viene de una rotura de ligamentos, con muy pocos días de recuperación, y para todos los escépticos, el astro serbio no está fingiendo ninguna lesión. Es incomprendido por millones de aficionados.
Nole no se ayuda con sus actuaciones; sin embargo, como el gran campeón que es, tiene un enorme deseo de jugar Wimbledon, de ganar su octavo trofeo y su titulo 25 de Grand Slam.
Carlos Alcaraz, con su talento, juventud, su reciente triunfo en París y el hecho de ser el campeón defensor de Wimbledon, se coloca entre los súper favoritos.
Llama la atención que —de avanzar— Sinner y Alcaraz se enfrentarían en una semifinal, y la otra sería Alexander Zverev contra Djokovic, pero es muy temprano para especular.
Lo que les puedo asegurar es que Wimbledon será —una vez más— la cereza del pastel en el año tenístico.
Evento mediático en su máxima expresión, elegante, aristocrático, con el entretenimiento asegurado y el All England Club repleto de afortunados aficionados, rodeado de tenistas vestidos de blanco, de elegantes jueces, personalidades, periodistas, exjugadores, guardias, un museo, tiendas y siempre las tradicionales fresas con crema y champagne.
Así que iniciamos. ¡Salud!