He tenido la oportunidad de encontrar en mi camino al profesor Enrique Portnoy, autor de varios libros y —en específico— de un libro de título “Segundo Tiempo” , que trata del cambio preciso “de jugador profesional a profesional de la vida”. Te lleva de la mano, ayudando de manera directa a los deportistas a encontrar soluciones, una vez que dejan la profesión deportiva a la que han dedicado su vida entera.

Todos los deportistas, cuando están triunfando y pasando por sus mejores momentos, se encuentran como en una nube, olvidando que están viviendo el primer tiempo de su vida. No toman en cuenta que su vida activa como deportistas tiene un límite de tiempo. En esa etapa de éxito, dada su fama y estelaridad, no tienen ningún problema para encontrar un nuevo equipo, para representar a su país en grandes eventos, ni para conseguir patrocinadores. Además, sus entrenadores y agentes no tienen tanto problema en colocarlos y encontrarles trabajo muy pronto.

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Sin embargo, como bien me ha explicado el profesor Portnoy en nuestras diversas pláticas, y a través de sus conferencias, los deportistas tendrán que irse al descanso y prepararse para el Segundo Tiempo de su vida, ya que una lesión, una baja de juego o su avanzada edad harán que se encuentren con la necesidad de buscar trabajo, igual que cualquier persona.

El problema es que el deportista ya no irá a entrenar, ya no estará en la nómina de su equipo, ya no tendrá oportunidad de ganar premios y deberá enfrentarse a situaciones complicadas para encontrar empleo, como cualquier otro ser humano.

Es importante, como indica el profesor Portnoy e n su libro, que el atleta no deje sus estudios ni de prepararse en su última etapa como deportista profesional, para encontrar un nuevo interés que lo lleve a encontrar un empleo diferente, que bien puede ser que tenga un horario laboral, de lunes a viernes, que reciba un sueldo menor al que ganaba cuando estaba en el mejor momento de su carrera y a hacerse responsable —ahora— de una nueva actividad laboral.

Existen deportistas que han podido tener la oportunidad de prepararse para su segundo tiempo, pero en realidad son muy pocos y, los que no tuvieron la oportunidad, visión de prepararse o de ahorrar e invertir sus ganancias, sufrirán mucho para colocarse en su nueva etapa de trabajo.

Han existido deportistas que triunfaron y obtuvieron millones de dólares durante su carrera y que se han quedado sin un centavo, como el tenista Bjorn Borg , y muchos otros que viven del recuerdo. Las empresas y sus directivos aprecian los valores que un deportista puede aportar y lo contratan, pero si el atleta no está preparado, la empresa lo notará de inmediato y prescindirá de sus servicios.

 

¡Vamos! La vida útil de un deportista es muy corta y vale la pena prepararse bien para el Segundo Tiempo.

luis@vamosdeportes.com

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