Tanto el golf como el tenis tienen sus propios circuitos profesionales. El golf tiene al PGA Tour y el tenis al ATP Tour, y —aunque se parecen en estructura competitiva, patrocinios y repartición de premios— los dos se separan cada vez más, siendo el golf el que ha resultado más beneficiado, porque se ha manejado con una estructura eficiente, con mayor proyección y como un negocio que funciona a largo plazo.

El tenis ha equivocado la estrategia. El crecimiento ha ido más despacio, ya que el manejo se ha quedado en manos de los jugadores de élite, aún activos, quienes sólo ven por sus intereses, olvidando que a los que vienen abajo apenas les alcanzan los premios para poder sostener el demandante ritmo de viajes para participar en torneos.

Ambos deportes cuentan con personalidades muy importantes, quienes hacen que los patrocinadores se acerquen a financiar sus torneos, pero el PGA Tour ha sido más inteligente en su manejo, imponiendo condiciones y límites a su máxima estrella, Tiger Woods , para que los torneos sean equitativos en cuanto a premios. El ATP Tour ha olvidado a todos los demás jugadores.

Los jugadores de élite — Federer, Nadal, Djokovic y Murray —, han ganado los principales eventos de los últimos 12 años, olvidándose de una repartición justa. Así, el golf ahora cuadriplica al tenis en oferta de premios y tiene un crecimiento amplio y sólido, mismo que el mismo tenis no ha tenido, al confundir su visión de negocio.

El modelo que tiene el PGA Tour para ganar dinero es que el 62% de las millonarias bolsas que se otorgan vienen de los derechos digitales y de televisión, y el 38% son patrocinadores de Estados Unidos y Europa. América Latina ocupa poco a poco más espacio, pero las grandes transmisiones son financiadas por los países del primer mundo y los ratings en ambos deportes suben.

El ATP Tour tiene un enorme conflicto, ya que sus grandes estrellas no han querido seguir el ejemplo de la PGA y su repartición de premios es muy poco equitativa. Novak Djokovic , quien es el tenista que más dinero ha ganado en premios, es ahora presidente de la ATP, contando con una visión diferente: ha hecho despertar a los empresarios y a los medios de comunicación. El serbio ha sido abierto a este tema, comentando que prefiere ganar menos dinero y otorgar más premios a los tenistas que están sufriendo por subsistir en el circuito. Federer, cuando estuvo al frente de la ATP, aplicó límites en los torneos, perjudicando a los tenistas más jóvenes.

La Federación Internacional de Tenis ha creado una revolución positiva que ha hecho que la Copa Davis , con su nuevo formato, reparta equitativamente los premios, haciendo reaccionar a los jugadores, agentes y al sistema, con las positivas ideas de Djokovic y Rafa Nadal, quienes están colocando al tenis como un modelo de negocio bien organizado y equitativo.

Tanto el golf como el tenis, con sus actuales modelos de negocio, tienen optimismo y podrán crecer. El golf lo tiene claro y definido. El tenis trata de no quedarse atrás, con los cambios que promete Nole. ¡Vamos tenis!

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