Serena Williams a sus 39 años ha recorrido el mundo triunfando, imponiéndose a diferentes generaciones, con temporadas muy buenas y otras no tan buenas, pero su récord lo dice todo, ha ganado 23 títulos de singles de torneos de Grand Slam, sin embargo los últimos 4 años no ha podido obtener el # 24 que tantos deseos tiene Serena para empatar a la australiana Margaret Court quien ha ganado 24.
Podríamos argumentar que hay varias jugadoras que pueden ser consideradas como la mejor de todos los tiempos y Serena es indudablemente una de ellas. Margaret Court, Steffi Graf y Martina Navratilova son otras indiscutibles tenistas que podrían merecer esa distinción, pero nunca dejaremos de reconocer que lo hecho por Serena tiene un merecimiento enorme.
Recordamos a Althea Gibson, una jugadora de color triunfando en Wimbledon como lo hizo en 1956 y abriendo camino para otros jugadores como Arthur Ashe quien gano tres Grand Slams y quien no podia entrar por la puerta principal en algunos exclusivos Country Clubs en los Estados Unidos y despues la brillantisima carrera de las hermanas Williams es digno de todo el respeto del mundo del deporte.
La personalidad de Serena siempre será criticada, su conducta dentro de las canchas puede ser cuestionable, sus desplantes con jueces, con organizadores , con público y con los medios ha sido polémico, sin embargo debo de señalar lo positivo que es el demostrar que cuando se quiere triunfar en un mundo tan complicado como es un deporte como el tenis y en los escenarios donde Serena lo ha hecho, es entonces cuando debemos decir que suerte estar viviendo la era de esta gran jugadora.
Serena fue ampliamente rebasada por la juventud de Naomi quien dominó el partido a su gusto. Naomi controló un partido que era clave para Serena y su historia, pues venciendo a Naomi Osaka seguramente podría obtener ese título tan ansiado, que simplemente no llegó porque los 39 años de Serena se notaron ante los 23 años de Naomi.
¿Que viene para Serena ahora? no se puede saber, porque para una campeona como ella debe ser difícil retirarse, pero quizá pueda empezar a recapacitar de que la juventud viene muy fuerte, que su físico evidentemente ya no es el mismo de hace algunos años, que su entrenador Patrick Mouratoglou es mejor mercadólogo que entrenador y que su padre hizo de de Serena y de Venus dos inolvidables y admiradas campeonas.
Vamos, Serena se puede retirar tranquila, si es que así lo determina, ya ha dejado una huella imborrable en el deporte y en particular en el tenis y será muy difícil superar lo que Serena ha logrado.
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