Los torneos de Grand Slam son el perfecto escenario, el máximo aparador para que los y las tenistas jóvenes entre 17 y 22 años aparezcan en los cuadros de calificación y con buenas actuaciones avancen a jugar en el cuadro principal de 128 jugadores y de allí proyectarse a grandes alturas.
Stefanos Tistsipas fue sorprendentemente derrotado por el suizo Dominik Stricker de 21 años en 5 dramáticos sets. Existen otros 12 jóvenes instalados en la segunda vuelta destacando el checo Jakub Mensik de 17 años, el francés Fils de 19, los italianos Arnaldi y Sinner de 22 cada uno, los argentinos Baez y Juan Cerundolo de 22 y 21, los norteamericanos Shelton de 20 y Michelsen 19, los autralianos Hijikata 22 y Drapper de 21 y el tenista más estelar de todos Carlitos Alcaraz con 20 años de edad y campeón defensor de este US OPEN.
Las razones por las que surgen nuevos nombres son las siguientes: Primero ya no están ni Roger Federer ni Rafa Nadal que dejan dos huecos enormes en los draws y otorgan oportunidad de que entren nuevas figuras. Segundo todos estos jóvenes y sus entrenadores son audaces, se sacrifican y prefieren participar en los torneos profesionales de la ITF y de la ATP para obtener puntos y avanzar para tener la oportunidad de entrar a las calificaciones de los Grand Slams donde hay más espacios para calificar y la oportunidad de jugar con los jugadores mejor clasificados.
En las mujeres aparecen nuevos nombres, pero no como en los hombres, pues ahora regresan jugadoras del retiro porque los premios son mayores y muchas de ellas están en excelente forma física como es el caso de Svitolina y Wosniaki. No es el caso de Venus Williams que a sus 43 años continúa jugando, arrastrando su enorme prestigio perdiendo en las primeras vueltas por auténticas palizas quitándole oportunidad a las jóvenes.