Mientras dos astronautas norteamericanos hacen historia, al volar en una nave de SpaceX —compañía privada del visionario Elon Musk —, el pueblo de Estados Unidos protesta en las principales ciudades por el terrible asesinato de George Floyd, a manos de un insensible policía de Minneapolis, causando grandes disturbios raciales, de magnitudes extremas.
La pandemia que vivimos ha provocado sucesos dramáticos, con fallecimientos y casos en todo el mundo; esto, aunado a situaciones de depresión, pérdidas de trabajo, etcétera, ha provocado hechos que —en pleno 2020— volvemos a vivir: el desprecio de cómo es tratada la población afroamericana, que representa casi el 14% de los 328 millones de norteamericanos.
El terrible asesinato de George Floyd en Minneapolis, que fue divulgado atinadamente por las redes sociales, medios de comunicación y noticiarios en todo el mundo, ha desencadenado una serie de reacciones. Ha habido de todo, tanto las protestas silenciosas, como las mezcladas —desafortunademente— con grupos de delicuentes, calificadas por las autoridades norteamericanas como un grupo de activistas de izquierda llamado ANTIFA, ahora catalogado por Donald Trump y su Gobierno como grupo terrorista.
Pero no sólo existen o han existido manifestaciones como las de hoy en día. Hay que recordar a los grandes deportistas de la NBA, la NFL, así como otros atletas, entrenadores y directivos del deporte, quienes se han manifestado y reclamado para que no sean maltratados y asesinados los ciudadanos afroamericanos en ese país. Ellos ya han colocado el dedo en la llaga defendiendo, al igual que Martin Luther King —quien fue asesinado en abril de 1968— a esa raza para que hubiera igualdad, que supuestamente existe, pero —por lo visto— no se practica.
Colin Kaepernick
, quien se arrodilló en 2016 —enfundado en el jersey de los 49ers de San Francisco— para escuchar el himno de Estados Unidos, antes de un partido, fue severamente criticado y suspendido por la NFL , causando enojo y aumentando el odio que tiene esta raza tan castigada por la supremacía blanca, que olvida que ese 14% de su población ha defendido la bandera norteamericana en Juegos Olímpicos,
campeonatos mundiales y eventos deportivos de toda índole; además, ha defendido con honor a su país en las diversas guerras que han existido.
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¡Vamos! Otro que se arrodilló, más de ocho minutos en el cuello de George Floyd, fue un insensible e inhumano policía blanco, causante de este caos racial.
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