La muy anunciada celebración del en Nueva York sigue siendo una intrincada decisión para las tenistas de la WTA y los tenistas de la ATP, porque las condiciones para jugar son complicadas.

El evento en Nueva York otorga un gran aporte económico a la USTA (Federación de Tenis de Estados Unidos), por las horas de televisión en todo el mundo y la concentración de las y los mejores exponentes de este deporte. Sin embargo, esta complicación tiene divididos a los dos gremios profesionales y muy confundida a la USTA, organizadora del evento.

Stefanos Tsitsipas,

uno de los mejores jugadores del circuito, declaró recientemente : “Viajar a Nueva York es muy peligroso, podemos contagiarnos y después no poder jugar los torneos en Europa”. El griego agregó: “Tengo un 50% de posibilidades de asistir”.

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Por otro lado, el mejor jugador argentino, Diego Schwartzman , y número 13 del mundo, dijo: “Jugar torneos, para mí es escencial, es mi trabajo, pero las condiciones que ha planteado el US Open son una auténtica locura”.

Con las mujeres, la situación es muy parecida a la de los hombres. La ruman a Simona Halep , protagonista en los grandes torneos, está en contra de participar, de no existir mejores condiciones. Serena Williams , por su lado, dijo: “Para mí, el US Open es mi torneo” y aseguró estar lista para participar y colaborar a que sea un éxito para todos.

Hay dos vertientes, ya que la élite de los jugadores del mundo se puede dar el lujo de no asistir, pero el resto —que es la gran mayoría— desea hacerlo, pues los premios de un Grand Slam, aún perdiendo en las primeras rondas, son altos y, en estos momentos, resultan necesarios para los jugadores que son independientes y que no tienen otro ingreso más que los premios de los torneos y, quizá, algunos bonos de sus patrocinadores.

La USTA desea —a toda costa— realizar el torneo, pues de ello depende la economía de la asociación de tenis más fuerte del mundo. El despido, recientemente, de 120 ejecutivos de esta Federación es una muestra inequívoca de que tiene que celebrarse el US Open y que los ingresos de los derechos de televisión mitigarán las enormes pérdidas que tendrá la USTA este 2020.

Esta asociación le ha prometido a los jugadores que continuará haciendo esfuerzos, junto con la Federación Internacional de Tenis, la WTA y la ATP, para abogar por que quienes jueguen el US Open obtengan exenciones de entrada a Madrid, Roma y —eventualmente— a París para el Roland Garros.

¡Vamos! El panorama es sombrío y complicado para el US Open y los participantes que deben decidir jugar, viajar a Nueva York, y después a Europa en condiciones muy adversas, sin olvidar que estamos a solamente cinco semanas de que se celebre.

Este Covid-19 ha complicado todo.

luis@vamosdeportes.com

 
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