Ha pasado un largo año para Novak Djokovic, porque su decisión de no vacunarse contra el Covid-19 le ha costado perder —por lo menos— dos oportunidades de ganar títulos de Grand Slam, dejando ir la posición número uno del mundo, en la clasificación del tenis profesional.

No ha sido fácil el regreso para el serbio, pues ahora no podrá jugar ni en Indian Wells ni en Miami, situación que lo hace perder oportunidades de conseguir puntos de dos torneos Masters ATP 1000 y seguir sumando las unidades suficientes para lograr más objetivos, más récords.

El hecho de no poder jugar estos torneos en Estados Unidos es por no estar vacunado y no puede entrar a ese país. Djokovic va a perder ritmo para los certámenes de Europa, principalmente para Roma, Roland Garros y Wimbledon, situación que puede ser capitalizada por su más acérrimo rival, quien es el español Rafael Nadal.

Algo que ha sido notable, por parte del serbio, es que ha realizado cambios estratégicos en su cuerpo técnico, sobre todo en el tema del acondicionamiento físico, que de por sí es notable, pues ha trabajado más en aumentar su masa muscular y su rapidez en la cancha.

Por otro lado, su hambre de triunfo es sobresaliente, ya que siendo uno de los tres tenistas más triunfadores en la historia —junto con Rafael Nadal y Roger Federer—, ha tenido que navegar contra corriente debido a lo que él mismo se creó, al no vacunarse, quedándose con las ganas de jugar en diversos torneos muy importantes.

Su estrategia ha cambiado y ahora participa lo más que puede en torneos pequeños, medianos y los grandes donde tenga acceso, por lo que el ganador es el aficionado, ya que tiene oportunidad de ver a Djokovic en donde sea posible.

Para ganar un torneo de preparación ATP 250 de cara al Abierto australiano, como lo fue en Adelaida, Djokovic tuvo que luchar durante cinco partidos y dejar en el camino al canadiense Denis Shapovalov, al ruso Daniil Medvedev y en la final al joven estadounidense Sebastian Korda, quien a sus 22 años de edad ya se está colocando —poco a poco— entre los tenistas que pueden sorprender en 2023.

De hecho, la final Korda vs Djokovic fue dramática, extendiéndose al tercer set, y el estadounidense tuvo una bola de partido en el segundo parcial, pero el serbio siempre sabe salir de momentos apremiantes.

La penosa situación que vivió Djokovic con su deportación de Australia hace 12 meses, la está cambiando a positiva, ganando en Adelaida y enamorando a los aficionados en ese país.

Asimismo, el siempre polémico serbio ha trabajado mucho en transformar su imagen y la gente en Australia está feliz.

El Australian Open está por iniciar y Nole va por su décima corona en este torneo, siendo un dominio parecido al que Rafael Nadal tiene en Roland Garros y Roger Federer presumió en Wimbledon.

luis@vamosdeportes.com

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