1.— Terminada la temporada de los tres grandes torneos en
, como el Abierto en Acapulco , el WTA de Monterrey y el WTA de Zapopan , podemos determinar varias conclusiones.
Primeramente, felicitaciones a los empresarios que hicieron posible estos torneos en México , a la familia Burillo, que continúa apoyando al tenis y ahora construyendo un estadio en Acapulco , manteniendo a un evento que ha trascendido en América Latina y en el que han pasado grandes jugadores. El Abierto WTA de Zapopan , excelentemente organizado por Gustavo Santoscoy y su equipo —en el estadio de tenis Panamericano — y realizado con gran éxito, y el WTA de Monterrey , encabezado por Hernán Garza , una institución en el tenis de México, en una instalación preciosa y eficiente.
2.— Otra de las conclusiones es que México no cuenta con tenistas de reconocida calidad, ni en las mujeres ni en los hombres, y la realidad es que se confirma, desafortunadamente, como uno de los últimos lugares en América Latina , siendo superado por países sudamericanos, centroamericanos y del Caribe . Los veteranos Santiago González y Miguel Ángel Reyes Varela —en dobles— tienen un ranking muy aceptable, y en las mujeres Giuliana Olmos ya sabe lo que es ganar torneos de la WTA en esa modalidad. En singles, Renata Zarazúa tuvo una buena temporada, pero ahora no ha podido clasificar en los torneos de Grand Slam y en los menores no ha podido avanzar.
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3.— El tenis en México es un deporte estelar, con tenistas y clubes que se distinguen por estar bien organizados y las instalaciones son de primerísima calidad; sin embargo, la enseñanza se ha venido abajo, nuestros profesores mexicanos no son tomados en cuenta y los resultados son desastrosos. No hay tenistas mexicanos, ni en los hombres ni en las mujeres, que se distingan y —por ende— los tres torneos grandes en México prefieren otorgarles wild cards o invitaciones a tenistas extranjeros que a nuestras mismas raquetas, que tienen un pobre nivel.
4.— Los integrantes de las diversas federaciones que se han formado desde hace 40 años, o quizá más, seguramente han tenido buena voluntad, pero han demostrado que no supieron mantener la esencia del tenis mexicano, que era muy respetado y fue el número uno en toda América Latina , pero nuestros directivos no supieron encontrar fórmulas para desarrollarlo. Bueno, con decirles que algunas personas del extranjero han venido a México y encontraron esa fractura y —sin ser verdaderos profesionales de este deporte— fueron seleccionados por alguna federación para llevar los destinos técnicos de nuestro tenis y crearon guarderías, en vez de escuelas de esta disciplina. Es una verdadera lástima y los clubes ahora están empezando a despertar por sí mismos, queriendo encontrar soluciones.
5.— ¡Vamos! Se requiere de una transformación absoluta para sacar jugadores, apoyando a los profesores de nuestro país, quienes han demostrado que lo pueden hacer bien. ¡Apoyémoslos!
luis@vamosdeportes.com
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