Estoy viviendo -con mi entorno apoyando con gran vigor- un momento difícil por inesperado, como son muchas noticias que de la noche a la mañana le cambian a uno la trayectoria como iba y reflexione en aquella frase genial de John Lennon en una de sus canciones: “la vida es eso que pasa mientras estamos haciendo otros planes”.
Y la neta si, así es; hoy más que nunca me cae el mítico veinte de la letra y la acepto rotundamente agregando que mientras haya remedio, hay esperanza y en general a ello nos aferramos los humanos.
Vencer al día con día y tomo como metáfora lo de combate porqué en estos días en que todos navegamos buscando en que entretenernos, me encontré con la zaga de Rocky Balboa personaje de Sylvester Stallone y me convenció, de nunca hay que darse por vencido en el ring y desde luego extenderlo a la vida diaria.
La historia surgió de Chuck Wepner, es un boxeador que nació en Nueva York y perdió ante los más grandes boxeadores de su tiempo: Foreman y Liston, entre otros. Todas sus derrotas fueron por nocaut fulminante o técnico.
El 24 de marzo de 1975 peleó en una arena al sur de Cleveland, Ohio con Muhammad Alí ese combate inspiró a Stallone para escribir y actuar en Rocky. Igual que el personaje de Sylvester, al momento de su combate más famoso, Wepner se ganaba la vida en peleas de box en clubes de aficionados contra rivales de baja calidad.
La pelea empezó con Alí dominando a su rival, mientras Wepner sólo se defendía; no obstante, al noveno asalto, el retador decidió atacar con todas sus fuerzas, sangrando, resistía los ágiles embates del gran boxeador. Un golpe certero del retador lleva a la lona al campeón, lo cual sorprendió al público.
Una vez de pie, siguió su ataque cada vez más potente contra el neoyorkino, pero éste no caía, resistiendo hasta el decimoquinto y final asalto. La tenaz resistencia sorprendió a todos.
Diecinueve segundos antes de la campana final, las ráfagas de golpes del campeón hicieron doblar la rodilla al retador, quien perdió por nocaut técnico.
Al igual que en la película de Rocky, ante el daño sobre las cejas de Wepner, el árbitro concurre a la esquina a preguntarle al retador cuántos dedos ve. Totalmente cegado responde, tres, gracias a tres pellizcos de su mánager.
Sería esa pelea de 1975 la que inspiraría a Stallone, quien un año más tarde escribió el guion que convirtió en su éxito y en el que insistió hasta lograr que lo produjeran y él actuarla, lo cual fue una tarea titánica. Stallone siempre ha reconocido que Wepner le inspiró para crear Rocky, y antes del estreno de la película en 2006 alcanzó un acuerdo extrajudicial para compensarlo por última vez.
Hasta la fecha, Rocky y la perseverancia de Stallone sirven de inspiración, como diría un boxeador, "para no rajarse a la primera" en lo que sea. Si es de los pocos que no la ha visto, se la recomiendo, son domingueras. La primera me parece es la mejor lograda.
Es una historia de pundonor y de carácter que implica una gran demostración de agallas y preparación, por cierto, ¿usted recuerda la furia con la que le pegaba Rocky a la carne del congelador o cómo corría en la madrugada nevada de Filadelfia? En estos días, sin poderlo, me han dado ganas de hacerlo.
Recuerdo que casi al culminar el maratón de Nueva York, a finales de los ochenta, en la Quinta Avenida, sonaba la música de la película para que acabáramos la carrera, y oírla nos motivaba a no parar hasta la meta.
Inmersos todos de un escenario tan complejo, no está por demás armarse de valor y enfrentar la batalla diaria que entre pitos y flautas nos trae de cabeza, a unos más a otros menos, pero todos como dirían en España cabreados, con muchas noticias generales que desaniman, pero, que propongo nos impulsen a proponer vencer a las adversidades.
Esa es la naturaleza humana, sobrevivir y crecer, no hay de otra: “atrás ni para tomar impulso” O como diría un amigo:” sin Yolanda, Maricarmen”
Profesor de asignatura del ITAM, Consultor y Consejero de empresas y miembro por varios años del Consejo Internacional de The Strategic Leadership Forum.
luisracarazopreciado@gmail.com