En ésta época es tal vez más fácil priorizar el pasado y pensar que algún día el orden anterior será lo que exista y doy un ejemplo coloquial de cuando platicamos con alguno y nos dice: “cuando todo pase, nos reunimos” Y muchas veces por no diferir, aceptamos la expresión sabiendo que por mucho tiempo eso sería imposible -no el reunirnos- sino el que todo pase; esto último dependiente totalmente de la ciencia.

Tenemos pues que ver hacia adelante, mover las fichas en medio de fases o semáforos -dependiendo de la zona del mundo en la que nos ubiquemos- y que nos permitan restaurar la continuidad en nuestra persona y en las organizaciones, contra viento y marea.

Recordando lecciones del pasado como por ejemplo la de Thomas J. Watson quién fuera el presidente de IBM y que afirmó en 1945: “Me parece que hay un mercado para 5 computadoras en todo el mundo” o Ken Olson, presidente de la extinta Digital Equipment Corporation -adquirida en 1998 por Compac-quién se lanzó al ruedo y declaró en 1977. ”No existe una razón suficiente como para suponer que cada persona tenga una computadora en casa”

Ambos claramente se quedaron cortos del futuro, en aras de la genialidad de otros que si se atrevieron y gracias a ellos- hoy en medio de la pandemia- sabemos lo que representa el poder contar con herramientas clave en nuestra vida diaria y en nuestro trabajo.

Una historia que demuestra lo opuesto a las anteriores en cuanto a si atreverse, se ubica a principios del 2008, cuando Shantanu Narayen se convirtió en presidente de Adobe y en medio del surgimiento del IPhone y la disrupción así como de la crisis financiera, se embarcaron en una transformación digital, logrando con el tiempo un modelo de negocio con base en subscripción y posteriormente y hasta el año pasado, triplicaron las utilidades netas y crecieron 29% el valor por acción, anualmente.

Es decir el accionar en momentos duros, representa levantar la cara y mirar al frente, como lo han hecho en su momento los llamados unicornios-empresas como Facebook que rebasan los mil millones de dólares, de ingresos anuales-en épocas duras como el final de la primera década del Siglo XXI.

De hecho, en Estados Unidos cerca de 100 unicornios se gestaron por aquellos años, aunque ahora haya algunos como Airbnb, que recientemente declaró que les costó unas semanas perder, lo que habían ganado en 12 años.

Rumi un pensador musulmán persa que vivió en el Siglo XIII decía: “No te quedes satisfecho con historias, cómo le han ido las cosas a los demás. Revela tu propio mito” Lo cual se pudiera entender que a nosotros nos corresponde hacer realidad nuestros propios sueños, ser audaces, atrevernos a retar lo que se venga.

Hoy que los negocios analógicos están cediendo el paso a los digitales, es importante recordarlo y no subestimar lo que implicaría movernos al riesgo de innovar, cuando hoy en día el no hacerlo es un riesgo mayor, en otras palabras las personas y las organizaciones aumentamos el riesgo al no atrevernos a tomarlo.

Y de memoria recuerdo hace años cuando la Cervecería Moctezuma se fusionó con Cuauhtémoc en los ochenta del siglo pasado y de ello se derivaron empresas tan exitosas como Femsa o las cervecerías, en medio de una de las crisis económicas más crudas de nuestro querido México.

Ejemplos hay muchos que prueban que ahora es momento de atrevernos a tomar decisiones que serán difíciles, e implican dejar al pasado atrás y que nos sirvan para preservar el presente y así aumentar las posibilidades en movernos hacia una nueva dirección en plena pandemia, generando una visión adonde en un trazo de mediano y largo plazos, queremos ser y estar.

Sin sonar a cliché, la vida nos enseña que no importando los tiempos borrascosos que vivimos, siempre habrá ventanas de oportunidad, emergiendo con capacidad de adaptabilidad y resiliencia y desde luego teniendo el valor de salir al mar embravecido y navegar en el cambio disruptivo.

Tratemos de tener futuro, no esperar a que se cuadren los astros, entonces tal vez como se dice en el beisbol, estaremos ponchados, como diría Rumi:” Lo que buscas te está buscando a ti” Ese sería el futuro y no el pasado que ninguno puede alterarlo, como diría una canción francesa: “Olvidemos nuestro enfado y volvamos al amor” de María Laforet, tratemos de crearnos un hueco en la cancha, en el futuro negro que estamos anticipando.

Profesor de asignatura del ITAM, Consultor y Consejero de empresas y miembro por varios años del Consejo Internacional de The Strategic Leadership Forum.

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