Mi esposa Lorena Canto Zenteno elaboró para una sección de envejecimiento exitoso que, prepara mensualmente y reflexionó sobre la sexalescencia término para mi novedoso, por sus implicaciones sociales y económicas, me permito reproducirlo integro:

“¿Qué es? Una franja social que no existía definida antes: me refiero a personas que tienen alrededor de entre sesenta y setenta años. Describiéndola… es una generación que ha desechado el concepto de sexagenario; porque sencillamente no tiene entre sus planes la “posibilidad de envejecer”

Esta etapa de la vida es considerada una novedad demográfica, parecida a la adolescencia que surgió como franja social a mediados del siglo pasado, para dar identidad a una masa de niños desbordados, en cuerpos crecidos y no completamente formados, y cuyas características eran: no saber comportarse, donde meterse, ni cómo vestirse.

Este grupo humano que se ubica entre los sesenta y setenta años, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria, son independientes y están satisfechos, con su trabajo, la mayoría aman lo que hacen y cumplen a cabalidad lo dicho por Confucio el gran filósofo chino “encuentra lo que te gusta hacer y desde ese día, no trabajas” Al ser felices plenamente con su trabajo, no piensan en jubilarse y que los que están, siguen siendo activos y por tanto no piensan negativamente del ocio o de la soledad, lo cual significa que internamente siguen creciendo…como diría Renato Leduc: “la dicha inicua de perder el tiempo”.

Las mujeres rompen el estatus de que fueron educadas para ocupar el lugar de ama de casa y hoy en día, ocupan posiciones de trabajo que antaño, nunca se hubiera pensado que pudieran lograr.

Las mujeres nacidas en los años 50 y 60 del siglo XX, no son lo que se consideraba la clásica suegra, pues no viven a través de los hijos.

Los sexalescentes manejan la tecnología con todas las opciones que ofrece; personas que están satisfechas con su estado civil y de no estarlo, lo cambian. Son personas que ponderan y conocen, los riesgos que cada acción les puede traer.

Por lo regular no compiten con el cuchillo entre los dientes, ni envidian los cuerpos juveniles, se quieren como son y curiosamente lo que aprecian es una mirada cómplice, una frase inteligente, una sonrisa experta.

Los adultos mayores en esa franja de edad, antaño eran considerados viejos, actualmente ha cambiado la percepción, en muchos casos son gente plena física e intelectualmente, recuerdan sin nostalgia su época juvenil, al saber que estuvo salpicada por alegrías y sinsabores.

Hoy celebran el amanecer del día con día y son cómplices de sí mismos, sus planes son personales y no necesariamente con los demás.

Está franja social, es un grupo desenfadado, libre, dispuestos a aceptar retos, alegres; saludables, curiosas, activas y de hecho bellas. Su origen son los avances médicos y sociales.

Un grupo importante de esta franja social está activo laboralmente, su forma de competir es cultivar un estilo propio. No importa si son flacos o gordos, si tienen o no arrugas, a las mujeres no necesariamente les apura la celulitis, les importa poder caminar y logran lo que se proponen.

Si suben o bajan de peso es por salud, no solamente por vanidad, se cuidan para voltear al espejo y sonreír, porque les gusta lo que ven, disfrutan estar sanos y eso mismo los hace hermosos y atractivos, así encontramos hombres o mujeres de esa franja de edad con parejas de la mitad de edad de ellos, con una sana relación, agradable y cada quién aporta lo que tiene.

Esto es pues, la llamada sexalescencia, en su momento mejor; personas desenvueltas, atractivas, felices, cultas y por tanto satisfechas con su vida y lo que hacen.

Profesor de asignatura del ITAM, Consultor y Consejero de empresas y miembro por varios años del Consejo Internacional de The Strategic Leadership Forum.

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