Lidiamos con un enemigo que pobremente entendemos, es potencialmente adaptable y además ataca a todo el mundo. El grado de contagio pudiera llevarse alrededor de 12 a 18 meses. Es necesario armarse para la guerra.

Basado en la experiencia de los países asiáticos:

Prepararse para pelear y ganar la guerra

; construir un centro de comando con autoridad y recursos suficientes; escoger el talento con las habilidades necesarias, especialmente en operaciones y logística; invertir en obtener la información más relevante y desarrollar la capacidad de adaptarse a los hechos tal y como van ocurriendo.

La guerra tendrá como escenarios; ciudades, barrios y zonas de vida y trabajo. El centro de comando necesita coordinarse a través de dichos escenarios.

Ejecutar bien y ganar flexibilidad:

La guerra se va a pelear en circunstancias cambiantes. Las intervenciones serán de acuerdo a lo que vaya aconteciendo. Los avances en ganarle la guerra al virus serán los que permitirían remover las restricciones en la actividad económica.

Muchos han tratado de responder con la misma infraestructura, gente y enfoques como sucedió para recuperarse de los desastres naturales, si bien es útil, la coronavirus es más similar a la guerra en cuando menos 4 formas:

A. Fecha de finalización incierta: Los epidemiólogos coinciden en que el período del virus tiene potencial para 18 meses o más.

B. Distintos escenarios: De acuerdo a cada comunidad y su tamaño, sistema de salud, recursos y composición económica, la ejecución de estrategias variarán sustancialmente en especial en el tiempo.

C. Relevancia de las operaciones logísticas: Las batallas y la guerra se pierden o se ganan por la logística de miles de acciones necesarias.

D. Adaptación: Habrá factores favorables y desfavorables, como la mutación del virus, eventos externos, innovaciones y circunstancias imprevistas.

Lo recomendable es que el centro de comando y liderazgo, cuente con los recursos y la autoridad de ejecutar, al menos 18 meses.

Comprometerse en 5 temas:

Tema  1: Sistema de Salud Pública

A. Proteger a los trabajadores de la salud con equipos seguros; incluyendo máscaras, guantes y vestido.

B. Sistematizar la aplicación de pruebas con pacientes sintomáticos y asintomáticos.

C. Dar seguimiento a los contactos con base en tecnología digital para saber quién debe guardar cuarentena y como.

D. Cuarentena efectiva en aquellos infectados y sus cercanos, especialmente los familiares y por ello aislarlos en sitios distintos al seno familiar.

E. Usar las máscaras en sitios públicos para abatir el contagio y poner por delante a los trabajadores de la salud.

Tema 2: Cumplimiento de la sociedad

Veremos políticas para limitar la transmisión; especialmente cuarentena, distancia física, trabajo a distancia y estar en casa, en la medida que se respeten, pudieran ser efectivas. Con uso de la fuerza pública en Asia, para vigilarlo es más efectivo que aplicar multas o apelar a la cordura general. Este último es un tema muy delicado y es prioritario sopesarlo.

La segmentación es útil en gente más edad, más jóvenes y gente con menor poder adquisitivo. Parece que los jóvenes son menos proclives a cumplir con mantenerse a distancia, al igual que el grupo de menor poder adquisitivo.

Tema 3: Expandir la capacidad del sistema de salud

Es preponderante acrecentar las posibilidades de atender con éxito a los contagiados en términos de camas, fuerza de trabajo, operaciones clínicas, equipos de protección, de ventilación y de protección.

Tema 4: Salvaguarda de la actividad económica.

Si coincidimos que el riesgo de contagio continuará por los próximos 12 a 18 meses, los líderes políticos y de negocio deberán implementar el uso de medidas de protección para salvaguardar en la medida de lo posible, la actividad económica; ejemplos incluyen barreras físicas, máscaras, distanciamiento social, escaneo antes de entrar al centro de trabajo, ser flexible con quién tiene que retirarse del centro de trabajo para disminuir los riesgos de contagio.

A. Asegurarse que los empleados y clientes están a metro y medio de distancia

B. Exigir la sanitación de las superficies de contacto

C. No exponer a clientes y empleados de personas potencialmente enfermas

D. Asegurar el manejo higiénico de los productos que estarán en contacto con los empleados y clientes.

E. Identificar y aislar a los empleados contagiados por ejemplo con pruebas de temperatura

F. Ser flexibles en mandar a casa a los empleados enfermos

G. Administrar el ausentismo y posibilitar el trabajo a distancia

H. Minimizar los viajes

I. Limitar el contacto físico entre los ejecutivos y empleados

J. Revisar la ventilación

K. Promover los hábitos higiénicos

L. Obligar al uso de equipo de protección como máscaras y guantes

La seguridad será importante en la administración del impacto psicológico, restaurar la confianza del cliente y asegurarnos en un ambiente de control confiable y seguro.

Los ambientes más riesgosos para el contagio para el consumidor son; el comercial masivo, el recreativo, el de hoteles y restaurantes, el del transporte, la educación y servicios de salud cuya habilidad de salvaguarda, es compleja. La manufactura y el gobierno es un riesgo medio.

Tema 5: Equilibrio del contrato social

Aquellos que por razones económicas son de los sectores con menos ingresos en el mundo, que son la mayoría, requieren políticas que combatan la desigualdad social y que les habiliten vía la educación su inserción es un mundo más equilibrado para todos.

Qué liderazgo requerimos si aceptamos el estado de guerra:

Antes de que apareciera la pandemia, preponderantemente el impulsor principal del liderazgo fue alrededor de impulsar la innovación, crecer las ventas y ganar participación de mercado; hoy sin olvidar lo que se persigue con tanto afán, el foco innovador sería además; administrar los costos y alargar la liquidez.

La realidad propicia cadenas de valor desarticuladas con modelos de negocio no completamente digitalizados y equipos humanos no necesariamente cohesivos.

La transición es difícil, no necesariamente estamos fuertes en todo lo que se requiere y la curva de aprendizaje es pronunciada, todos necesitaremos impulsarnos en equipo (sin tocarnos) tomarnos de las manos y apoyar a la distancia a los demás.

Algunas prácticas de liderazgo que serían recomendables en estos momentos, pudieran contemplar el decidir con rapidez con privilegio sobre la precisión.

Las reglas cambian en pocos días y tal vez en horas; los líderes que sepan cribar lo más importante de la información y tomen decisiones con convicción y rapidez durante la crisis, pudieran tener oportunidad de salir mejor librados.

Rompiendo la inercia cuando la ansiedad y las emociones están disparadas y la parálisis por análisis, exacerbada por la tendencia en épocas menos turbulentas de crear consenso, es poco recomendable.

El liderazgo debe concentrarse en las tres o cuatro opciones que pudieran sacar a flote a la organización, lo demás en el mediano y largo plazos (sin olvidarlo) dependerán de la capacidad de sobrevivir en tiempos de pandemia, la tarea, entonces será crear escenarios cualitativos y revisarlos frecuentemente.

En primer lugar

, en urgente definir las prioridades, que entre otras incluyen la continuidad de la operación, la liquidez financiera, apoyar a los clientes y asegurarse que los responsables están alineados y desde luego sobre la marcha, hacer correcciones y ajustes.

En lugar de discutir y solamente dar órdenes a los responsables, es sano establecer mecanismos de medición de resultados y propiciar la negociación como herramienta para evitar conflictos.

Nombrar a los tomadores de decisiones lo más claro posible y establecer aquello que tiene que ser escalado, por quién y cuándo, lo cual ayudaría a delegar hacia abajo y no hacia arriba.

Impulsar la acción y no castigar errores que son producto natural de la situación.

En segundo lugar

, aceptar lo que no se conoce y preferir la opinión experta interna o externa, cuando es necesario.

Establecer lo que no se va a ejecutar y por cierto es recomendable olvidar la sabiduría convencional, en aras de nuevas formas de atacar la causa de los problemas.

Buscar información en diversas fuentes internas y externas, creando conexiones con la acción del día con día, teniendo como fuente de información a los que entienden de los pensamientos de los clientes, proveedores, empleados y otros grupos de interés.

Es ideal contar con tecnología pero en su ausencia, abrir las antenas del radar en el ecosistema, como sea posible.

En tercer lugar

; tomar responsabilidad personal de la crisis, aunque muchos retos salgan de control. Alinear a los equipos, establecer métricas y crear una cultura de redición de cuentas ágil.

Estar alerta en las prioridades diarias, en media página o menos o utilizando las redes sociales y asegurarse que todos están de acuerdo. Revisar frecuentemente el cumplimiento sino es diario al menos semanal y asegurar que se comparte la información a todos los niveles. Hacer un comentario semanal de avance.

En cuarto lugar

; en tiempo de guerra ninguna acción es más importante que custodiar al equipo, entender sus posibles circunstancias y distracciones, encontrar caminos para motivarlos y que contagien entusiasmo en todas las líneas de organización, comunicando metas a lograr e información de avances y retrocesos, en tiempo de cambio constante de prioridades..

En quinto lugar

; asegurar el foco en el cliente y los colaboradores, en los primeros, construyendo confianza y fortaleciendo la relación; tratando de entender cómo pudiéramos serles útiles, por ejemplo facilitando sus pagos o darles servicios sin costo. Ofrecer que podemos negociar que les impulse a pagarnos.

En los segundos, liderando con empatía y enfoque a la seguridad y la salud. La genuina compasión es clave siempre, más aun en aguas turbulentas.

Cualquiera que sea su propósito, celebrar la heroicidad de mantener a la organización en pie y no dejar de reflexionar el trazo a mediano y largo plazos con base en los escenarios.

El liderazgo tiene que aumentar su capacidad de respuesta, todos necesitamos fortalecer el apoyo para el otro y así impulsar la efectividad.

En tiempos de crisis, se reconoce a los que han respondido mejor, cuando regrese a la nueva normalidad, es importante tomarlo en cuenta y afrontar el futuro con base en que en la medida de lo posible, no lo perdimos de vista.

Para cerrar, es bueno recordar mantenerse en forma para enfrentar la tormenta con la cabeza más fresca; comer sano y hacer ejercicio es deseable, vivir en un ambiente sano y dirigir con pericia el timón y creer que algún día, saldremos de la pandemia, con una nueva realidad y esperemos con modelos de negocio, fortificados.

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