Es doloroso escribir, sobre una persona, a la que se admira y se le conoce, cuando parte a la Gloria. Mientras vivamos -puesto que todos estamos en la fila- le recordaremos con gran afecto, por su sencillez y capacidad de empatía, independientemente de sus méritos como empresario, capaz de dar empleo a más de 75 mil personas y sus familias. Al inicio de la pandemia supe que -solidario- habló con muchos de los deudos, de aquellos colaboradores que, por desgracia, se habían adelantado en el paseíllo de la vida, para darles su mano y ofrecerles apoyo moral y económico.

Recuerdo que, ya convertido en doctor, el que fuera presidente de la Junta de Gobierno del ITAM , fundado por su señor padre Raúl, fue invitado a ser padrino de la generación del Executive MBA, ofrecido conjuntamente por el ITAM y el WP Carey School of Business de la Universidad de Arizona, les dijo: “Estimados graduados: les agradezco la deferencia que han tenido conmigo, al invitarme como padrino de su generación... En mi carrera profesional de más de 50 años -porque empecé muy joven- he comprobado que, se puede conseguir todo lo que se anhela. Para ello, hay que construir una visión de qué es, lo que se quiere alcanzar, una configuración de adónde se quiere llegar. Es decir, primero que nada, se necesita una brújula en la vida” Uno de sus ahijados fue su hijo Juan Pablo, el ITAM fue fundado en 1946.

Es importante mencionar, a la Asociación Mexicana de Cultura, A. C. que se fundó por iniciativa de don Raúl Baillères , impulsada, por lo que la prensa de negocios le llamó por aquellos años el Grupo BUDA, integrado por don Raúl, don Salvador Ugarte, don Mario Domínguez y don Ernesto Amezcua, al ITAM, con gran éxito, que desde hace varios lustros lo dirige el doctor Arturo Fernández.

En el contexto que se mueve la sociedad actual, ser empresario es una de las principales alternativas que tienen los países, para disminuir las altas tasas de desempleo que afrontamos y construir un mejor tejido social futuro, aunque, algunos neciamente lo refutan.

Cuando fue inducido en 2005, al Salón del Empresario de México en su alocución comentó: “Quisiera recordarles, que su actividad y sus contribuciones como emprendedores sólo son posibles en una sociedad libre, una sociedad que reconozca y proteja los derechos inalienables del ser humano a la vida, a la libertad individual y a la procuración de su felicidad. El corolario de estos derechos, en el ámbito económico, se plasma en una organización económica basada en el libre mercado.

En la historia de la humanidad, éste ha sido el sistema que más prosperidad ha generado y más oportunidades de desarrollo personal ha concedido.

Las libertades económicas y el derecho a la propiedad privada, confieren una poderosa persuasión al ser humano, para estimular el desempeño voluntario de su creatividad, de la innovación, del esfuerzo, de la laboriosidad y de su disposición a asumir riesgos”

Me quiero referir brevemente a cinco aspectos básicos en los que radica el éxito empresarial: “grandeza de visión, realismo, ética, coraje y virtud”

Por su trayectoria como empresario y filántropo, el senado de México le otorgó la Medalla de Honor "Belisario Domínguez" , instituida en 1953, por el Presidente Adolfo Ruiz Cortines: "… para premiar a los hombres y mujeres mexicanos que, se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad”

Ser empresario contribuye al bienestar del País y es tanto el afán por seguir adelante, que es bueno como ahora, detenerse y con justicia reconocer las virtudes de nuestros semejantes, como lo hicieron en 2015 con quién, con creces se ganó el reconocimiento.

A Don Alberto tuve la oportunidad de tratarlo, en los ochenta del siglo pasado, en su edificio corporativo de Grupo BAL , en Reforma 144 -conglomerado de empresas de diversos giros nacionales y extranjeros- y que desde hace algunos meses preside su hijo Alejandro, en mi caso, trabajando como consultor, para lo que hoy es Ernst & Young.

Los que intervenimos en el proceso, se constituyó -por la experiencia- en una maestría sin título; al ser testigos, de una de las negociaciones más importantes en la historia empresarial de México.

Participaron muchas personas prominentes y unos cuantos aprendices (como él que escribe asesor de Ernst&Young) quienes, nos nutrimos de lo sucedido en un juego de ajedrez muy bien jugado y el jaque mate se alcanzó, con el acuerdo entre los líderes de Grupo BAL, el licenciado Alberto Baillères, y de Grupo VISA el ingeniero Eugenio Garza: hoy ambos en la Gloria.

Deja muchas lecciones Don Alberto Baillères González que, por el espacio es imposible desplegar, sin embargo, en algún mensaje en el ITAM al cerrar dijo: “no quiero terminar sin recomendarles, jóvenes, que vivan con pasión, con mucho amor, que sean entusiastas y románticos en todo lo que hagan y que disfruten de la vida y de sus logros”

A su querida familia, a su esposa Tere y a sus hijos e hija y múltiples nietos, un abrazo de duelo en recuerdo de quién amó y lidió a la vida con gran pasión y brava casta, para lograr un mejor México, su querido México, al que se entregó en cuerpo y alma, mucho lo vamos a extrañar mi querido, Don Alberto .

Profesor de asignatura del ITAM, Consultor y Consejero de empresas y miembro por varios años del Consejo Internacional de The Strategic Leadership Forum.

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