A finales de 2008 me tocó la muy agradable tarea de ir a la Copa Mundial de Clubes de FIFA, como enviado de lo que hoy es TUDN , mi asignación era acompañar al Pachuca que resultó campeón de la Concacaf -en un inolvidable partido contra Cruz Azul en tiempo extra- y hacer reportes desde Tokio, Japón, de lo que allá acontecía.
Finalmente, el Pachuca ocupó el cuarto lugar y el campeón lo fue Manchester United, con Cristiano Ronaldo en la alineación, en la final venció al club ecuatoriano Liga Universitaria Deportiva de Quito. Al viaje me acompañó mi hijo Ramón y todavía le debo uno a mi hija Azul, que le prometo saldaré en cuanto se pueda.
En el Pachuca iba uno de sus jugadores más representativos, Christian Giménez , más conocido por Chaco y posteriormente fue a jugar al Cruz Azul, hasta el final de su brillante carrera. Por él tuve la oportunidad de departir con Carlos Tévez, más conocido por el Apache, muy amigo de Christian en el bar del hotel donde tomamos una cerveza -solo una- en lo que fue un viaje inolvidable.
En el camión de los invitados y periodistas, nos trasladamos a los entrenamientos y al estadio e iba como parte de la caravana, Santiago Tomás -el hijo mayor del Chaco, que tenía 7 años, a cargo del hermano de su esposa María Bernarda- con la inquietud propia de la edad y que no paraba de brincar de un asiento al otro, eso sí, en la cancha siempre pateando los balones. Sus hermanas Agustina y Sofía se quedaron en México con su mamá.
Ahora que Santiago acaba de irse a jugar a Holanda con el Feyenoord, me llegó la nostalgia de aquel viaje cuando convivimos con él por dos semanas y me da alegría la posibilidad de verle en la Copa Mundial de FIFA en Catar, con nuestra selección.
El orgullo y felicidad de sus padres debe ser muy grande, amor como ese no es comparable con otro y ver realizados a los hijos, es lo mejor que le puede a uno pasar en la existencia y da gusto por una familia a la que tantos apreciamos.
Y pensando en esa felicidad, de quién ahora le conocemos como Chaquito, traigo a colación, que el más del 90% de empresas en México, son familiares y solamente el 29% llegan a la segunda generación y a la tercera el 4%.
Santiago llegó a la Liga MX, de la manera en que los clubes les es más conveniente, desde las fuerzas básicas, lo que significa que, el costo de formación es más sobrio que el de compra y eso resulta en una metáfora para las empresas familiares -que son la mayoría en el mundo- y que pudieran paliar el futuro de mejor manera, si se institucionalizan y logran remontar la pesada cuesta de la sucesión.
No creo que haya un amor más profundo y desinteresado, el que se tiene por nuestros hijos y ese debería ser el argumento más sólido, que guíe a los líderes de las empresas familiares en la transición del liderazgo, planeación patrimonial y sucesión ordenada, para mantener el trabajo en equipo y la armonía.
Institucionalizar es mandatorio e implica definir, que la organización tiene políticas y reglas claras, para quienes ocupen una posición dentro de ella -sean o no familiares- y así poder transitar hacia las generaciones posteriores, como lo logran principalmente quienes como el Chaco lo hizo con su hijo, dejan la formación profesional en manos de quienes dirigían su desarrollo y desde luego aconsejar con la sabiduría de un consagrado, a quién ahora va camino a crecer de manera importante en su carrera, sin interferir. Chaco por su parte colabora en el cuerpo técnico del Mazatlán, que dirige Gabriel Caballero.
Definir órganos de gobierno legalmente instalados, tener clara la rendición de cuentas, decisiones colegiadas, políticas que se cumplan, lineamientos corporativos rotundamente definidos, roles y responsabilidades precisas y un sistema de manejo de información analítica con énfasis en la capacidad de gestión y no en el grado de parentesco, es gran parte de la receta. El control familiar puede ser una ventaja competitiva, si los retos que implica institucionalizar, se toman en serio y no se postergan, para nunca hacerlo.
El ejemplo de Santiago me parece muy claro, los padres aconsejando, guiando y dejando que su desarrollo dependa de su esfuerzo y capacidades. Te lo digo a ti pariente, entendiéndolo tú mi tía, diría mi señora madre, Lolita.
Suerte a Chaquito en Europa y que llegue hasta donde se lo ha propuesto, será bueno para él, su familia y México.
Por cierto, el Grupo Pachuca además de invertir en el Real Oviedo -como lo hizo en el Real Sporting de Gijón, Grupo Orlegi- recién firmó un convenio con el Ajax, para intercambio de conocimiento en fuerzas básicas.
Sean enhorabuena esas inversiones, pues si crecen más ventanas de oportunidad, será más competitivo nuestro fútbol, lo cual a los “pamboleres”-usando la e, neutra de género como lo acostumbra la generación Z, en lugar del masculino o y femenino a -nos parece alentador que así sea, como lo es que Jorge Sánchez formado en Santos Laguna, se va del América al Ajax, Ajúa.
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