Quizá estemos viviendo la situación más terrible de nuestra historia. “El Jefe Máximo de la Trastornación” con infinidad de marrulladas, se está saliendo con la suya, y está a punto de acabar con la República Mexicana, pues de los tres poderes que tenía, ya solamente le queda uno, y está en manos de un solo individuo, quien quiere darnos la puntilla, para encadenarnos definitivamente al imperialismo socialista. Por la popularidad obtenida durante sus teatrales bravuconadas, su ensañamiento con las fallas gubernamentales, (y las que pudieran parecerlo), sus mentiras y falsas promesas de campaña, (ya en el poder hizo justamente lo contrario) y otras poses farisaicas, durmió a tantos, que adquirió tal popularidad, que ganó amplia y limpiamente la elección y se hizo de un congreso mayoritario servil, que le aprobó, casi al instante, todo lo que le envió hasta con las comas completitas. Como las dictaduras socialistas requieren neutralizar las leyes e instituciones que salvaguarden la democracia, los derechos humanos, que limiten o transparenten las actividades gubernamentales, necesitan multiplicar pobres, así como causar otros perjuicios; apenitas recibió su constancia de Presidente Electo, anunciando que cancelaría la construcción del aeropuerto, cuyo proyecto fue desarrollado por los expertos adecuados por largo tiempo de trabajo, dio la primera puñalada. Era tan excelente, que fue premiado internacionalmente. Para “justificar” su aberración, organizó una farsa de votación, en la que la mayoría de los votantes, jamás en su vida pisarán un aeropuerto. Luego, luego demostró a que venía, no lo ocultó, pero a la mayoría se le pasó de noche.

Ya en funciones, en lugar de ocuparse de los asuntos presidenciales, desde el primer día se consagró a La Mañanera, su plataforma propagandística con miras electorales, en la cual difundió mentiras a un promedio de cien diarias. Desde ahí ventajosamente atacó, difamó y calumnió a quienes se oponían a su “santísima voluntad”, especialmente a magistrados del Poder Judicial que se apegaron a la Constitución, mientras disculpaba y perdonaba las fallas y delitos de sus cómplices delincuentes, por más graves y cuantiosos que pudieran ser. Ahí anunciaba y justificaba sus maldades, atropellos y amenazas. También para entrometerse en asuntos internos de otras naciones y buscarse conflictos internacionales. Este show “tragicómicomusical” le sirvió para victimizarse, encontrar enemigos por todos lados y  exhibir su ignorancia, perversidad, así como sus risibles y terribles ocurrencias. Este patético espectáculo, mantenía, cada mañana con el Jesús en la boca a muchos.

Además desde La Mañanera, se dedicó febrilmente a desmantelar, neutralizar, infiltrar y desvirtuar instituciones autónomas, que costaron años de lucha, cuyo propósito es defender al ciudadano, acotar al gobierno y promover el desarrollo. Conforme al manualito que le entregaron en el Foro de San Pablo, todo lo fue minando paulatinamente. Por esto, ahora que su mandato está concluyendo, no tiene una sola obra benéfica de cierta importancia para presumir. La “fortaleza” del peso que lo enorgullecía, ya se evaporó y, con sus desmanes, caerá más. Podemos decir que muy posiblemente la peor estupidez del sexenio, fue la cancelación del aeropuerto. La más desalmada, quitarles las medicinas a los niños con cáncer. La más infame, sus libros gratuitos de texto para envilecer y adoctrinar a nuestros hijos. Y la más catastrófica, dejarnos un Congreso con mayoría absoluta para destruir cualquier Ley.

Para culminar sus maldades, nos impuso una “Corcholata”, (lo dijo él), espuria, mediante un “megafraude”, que, todo indica que, él la manejará a su antojo, ilegalmente estableció un Congreso con mayoría “totalitaria”, con lo que ya, hasta la Constitución quedará totalmente a sus caprichos. Ya amenazaron que la cambiarán a su gusto, dónde, parece que peligran la propiedad privada, la libertad de expresión y otros derechos humanos. Para confirmarlo basta ver lo que está haciendo con la “contrarreforma” de la SCJN, que nos dejará totalmente indefensos ante abusos gubernamentales. Y como cereza del pastel, ya anunció que Andy, el orgullo de su nepotismo, será de los directivos del MOREPRIAN. O sea, posiblemente “Copresidente Jefe”, además de precandidato que será candidato y presidente para 2030. Su Maximato y su dinastía están ya en marcha.

Nunca se había dado un enfrentamiento entre poderes tan violento como el que hoy vivimos. En el pasado, con la dictadura del PRI original, la mayor parte del tiempo el Judicial y el Legislativo estuvieron alineados al Ejecutivo. El Legislativo se fue distanciando a medida que ingresaban legisladores de oposición, aunque rechazaron algunos proyectos, hubo cierta armonía. Cabe aclarar que antes de 2018, aun los peores proyectos carecían de la perversidad de estos, con los que pretende enjaretarnos su Socialismo del Siglo XXI.

Está “requetereconfirmado” que 130’000,000 de semejantes y niños con cáncer le valen gorro y que su único interés es coronar su tiranía, al costo que sea, al cabo pagaremos nosotros. Cubre los requisitos “sociosicópaticos” del ideal tirano “comunistoide”. Además, cuenta con seres viles y sin dignidad, que se venden por treinta monedas para que cristalice su perverso sueño. Olvidan que un poder o fortuna obtenidos así, les traerán desasosiego y sobresaltos. Pues serán cómplices del presidente que más aberraciones ha cometido, más ha pisoteado al pueblo y más ha dañado al país, en nuestra historia, por lo que lo acompañarán en su estercolero.

Ha desatado una insólita guerra entre un Ejecutivo asociado con un Legislativo vergonzosamente servil contra un Judicial apegado a la Ley. Por fortuna, aunque tiene tres magistradas lacayunas, (la última es prácticamente iletrada, infiltrada en asuntos judiciales, pero es 99.5% servil y 0.5% de conocimiento judicial. ¡Un patético y característico sello “cuatrotero”!), la Magistrada Presidenta, Norma Piña, ha mostrado un patriotismo, integridad y valentía, casi imposible de encontrar en estos tiempos. Cualidades que él aborrece. Además de vengarse y seguir lo establecido en su manualito paulista, le urge destruirla, porque hay abogados, que consideran que la SCJN es la única con elementos legales para echarle abajo su maligno plan de concentrar todo el poder en sí. Ojalá tengan razón. Solo esperamos que los magistrados que atiendan el caso tengan la valentía e integridad para apegarse a la Ley, y, sobre todo, que no tengan una cola lo suficientemente larga que permita doblegarlos por ahí, como nos ha sucedido en infinidad de ocasiones, pues es la única oportunidad de evitar los males que vienen.

Ante este panorama que, por las traiciones, cada día se nos ennegrece más, tenemos que redoblar nuestra fe. Ya desde un punto de vista meramente humano, podemos apreciar que no todo está perdido y que debemos luchar con astucia y más ganas. Y aunque, con sus argucias y traidores, lograra hacer lo que se propuso, hay elementos que nos permiten mantener viva la esperanza. Somos una población cuatro o cinco veces lo que era la venezolana, por lo que no le será fácil implantarnos su comunismo. Hay pruebas de que fue fraude con muchas ilegalidades. Y si triunfara su maldad, quedaríamos totalmente indefensos ante su tiranía carente de cualquier límite legal o moral. No sabemos en qué va a acabar esto, pero vienen tiempos muy difíciles y si no tenemos cuidado pueden terminar en caos, en el cual el enemigo es un especialista.

Para sobrevivir debemos acrecentar los libertarios, mantenernos informados, tanto de los hechos, como de los planes de los líderes sociales y actuar en consecuencia. Solidarizarnos con los sectores en lucha, apoyándolos en sus manifestaciones. Los tiempos que estamos viviendo son difíciles, los focos rojos ya empezaron a prenderse (Coca Cola se fue de Morelos) y como pintan las cosas, si nos dejamos, empeorarán terriblemente, no podemos abandonar la batalla. Cuidado enfrentamos a un enemigo maligno. Solo esta derrotado quien abandona la lucha. Si se enquistan en el poder tardaremos décadas en derrocarlos. Si estamos aquí en este momento y en este país, es por algo. Los creyentes podemos recurrir a la ayuda Divina. Tenemos que salvar a la patria de nuestros hijos y nietos.

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