La historia “oficial”, la de los “Otros Datos”, nos enjareta héroes que, nada tienen de heroico. Algunos hasta traidores ressultaron. Mientras, no reconoce héroes verdaderos. Comentaremos algo, de alguien que, la historia de “a de veras”, reconocerá algún día. Aunque Manuel de Jesús Clouthier del Rincón, fue ampliamente conocido, muchos datos de su vida, dignos de ser difundidos, son desconocidos.
Por su cercanía efectiva con los pobres, (no por “pregonar hipócritamente”, solo de lengua, “primero los pobres”), indígenas sinaloenses, lo bautizaron como Maquio, (no Maquío, como se le conoce), que significa más o menos, señor poderoso que escucha a los demás o protector de los pobres.
Poseía un gran corazón y una mentalidad empresarial exitosa, por lo que, tenía un emporio. Como era bondadoso, ayudó a varios grupos de semejantes sufridos, a convertirse en empresarios triunfantes.
Eso hizo con unos ejidatarios sinaloenses. Cabe aclarar que lo de los ejidos, fue una de las condiciones que los gobernantes estadounidenses, impusieron a Álvaro Obregón para reconocerlo y afectar nuestra agricultura. Así que, la aclamada Reforma Agraria Mexicana, es gringa.
Como, malintencionadamente, las parcelas ejidales eran míseras porciones ineficaces, convenció a unos ejidatarios conjuntarlas y trabajar en equipo. Los ayudó a conseguir los medios de producción y los asesoró. Tiempo después, las parcelas fusionadas, además de brindarles para su par de “chanclitas”, les alcanzó para tremendos “camionetones”, su buena casa y otros bienes. Convirtiéndose en boyantes “aspiracionistas” que tanto aborrece “YSQ” porque votan inteligentemente.
Algo parecido, hizo con una cooperativa de pescadores. (Las cooperativas eran los “ejidos marítimos”). Con su asesoría levantaron una empacadora, la cual produce la exitosa marca Tuny, cuyos productos encontramos, casi en cualquier tiendita. O sea que también estos pescadores “aspiracionistas”, pasaron al bando que no vota por “El Autoconcesionario del Palacio”.
Hombre exitoso, dedicado de lleno a sus “horribles” empresas “capitalistas”. Por su prestigio, un grupo de dirigentes panistas, (del PAN de antes), se presentaron en su casa, para invitarlo de candidato a la presidencia. Algo parecido a lo que le sucedió a Xóchitl.
Lo invitaron a luchar por México y sacudirse al PRI. Aunque estuvo de acuerdo. Los rechazó amablemente la oferta, argumentando que como había dedicado mucho tiempo a los negocios, había desatendido a su familia y, que recién, había tomado la decisión de consagrarles su vida, para restituirles algo.
Los acompañó hasta la puerta y despidió amablemente. Se regresó, caminando lentamente y muy pensativo. Saludó a su esposa, que, recargada en el marco de la puerta interior, lo observaba atentamente. Abrazándola, le preguntó ¿Cómo vez vieja? Bien fuera por intuición femenina o porque escuchó, sabía de qué se trataba. Y le respondió algo así: te conozco bien y es la primera ocasión en la que te veo tomar una decisión contra lo que crees que debes hacer. Mira Manuel, México es un barco que se hunde y tú no tendrás corazón para verlo naufragar. Tú has reunido suficiente dinero como para irnos a puerto seguro. Pero no soportarás el sufrimiento de los nuestros. Me dará pena verte morir de remordimiento por haber rechazado la oportunidad de hacer algo por nuestra patria. Me enamoré de ti por tus valores y valentía. No me gustaría que cambiaras. Se iluminó su cara y besándola, feliz exclamó: ¡Eso es lo que quería escuchar! Y salió “destapado”. Afortunadamente, los panistas no habían partido. Y de lejos alegremente les gritó; “¡Mis amigos ¿Cuándo arrancamos?!”
Enfrentando al PRI con entusiasmo y valor, recorrió el país moviendo conciencias. En campaña, traía “azorrillado” a Salinas, a bordo de su autobús “El Aguafiestas”. Quien usaba varios lujosos vehículos con el nombre de “El Agualeguas”, (lugar dónde nació). Dónde iba “El Agualeguas”, se aparecía “El Aguafiestas”, cosa que ponía muy nervioso, al priista. Como hoy lo pone Xóchitl.
Cuando Bartlett “tumbó” el sistema, haciendo “triunfar” al “Innombrable”, Maquio ya se lo esperaba. Sin desanimarse, declaró: Mis amigos ¡La lucha apenas comienza! ¡Vamos a mover almas! Usaba argumentos como: “En México está más devaluada la palabra de los políticos, que la moneda”. “Le vamos a abrir un boquete al “sistema”, en el que quepamos Uds. y yo”. (Estaba gordito). “Solo vale la pena luchar y vivir por aquello que se está dispuesto a morir”. “No vengo a invitarlos a cambiar de amo, sino a que dejemos de ser perros.” No iba por una elección, iba por el rescate del país entero.
Temiendo un levantamiento, atrasaron la comunicación del fraude. Salinas, siempre presionado, tuvo una crisis nerviosa, quedando temporalmente fuera de circulación. Recuperándose, tomó posesión. Clouthier movilizaba almas, tan exitosamente, que los priistas asustados, decidieron asesinarlo.
Mientras su popularidad crecía, crecía el rumor de que lo liquidarían. Sus amigos muchas veces le suplicaron que abandonara todo. Decía que no podía. Se había fijado una meta y no la abandonaría, aunque peligrara su vida. ¡Acuérdense mis amigos que la vida está en juego, pero la patria nos necesita! Y, sin pensar en su seguridad, heroicamente, siguió causando escozor al priismo. Solo arregló sus asuntos terrenales y, como era un buen católico, intensificó su religiosidad. Diariamente Iba a misa y comulgaba con mucha devoción, para bien morir, si lo asesinaban.
Como viajaba constantemente y le gustaba la velocidad, le prepararon un “accidente”. Y “accidentalmente” murió “accidentado” en un “accidente” carretero. Los lugareños vieron que un helicóptero, impidió que maniobrara para evitar chocar de frente contra el camión que le atravesaron. El cual, habían estacionado desde el día anterior. Obviamente, la justicia humana nunca apareció. Consciente que su vida peligraba, solo se agarró fuerte de Dios y siguió con su misión. Para una decisión de esa naturaleza, además de mucho patriotismo y valor, se requiere de un sentido de la vida y una religiosidad muy profundas.
También valoremos el elevado nivel moral de su esposa, Doña Leticia Carrillo, apoyándolo en su pasión por México hasta el sacrificio. Si cuando Maquio, pensando solo en su familia, despidió aquellos panistas, ella lo abraza y lo mete a casa, en vez de hacerlo rectificar o le hubiera pedido que salvara su vida; la historia sería otra.
Pero como los humanos somos tremendos, así como esto, tiene su lado luminoso, tiene uno obscuro. Heroísmo e infamia. Es inconcebible que la hija del hombre que sacrificó su vida por sus ideales, tiempo después colaborara, hombro con hombro, con el comandante de un PRI peor que el antiguo, para implantar justamente lo que, su heroico padre, combatió hasta morir.
Pero eso, no es lo peor. Pues, el creador del marxismo y sus principales seguidores, han surgido de familias acomodadas. Lo abominable, es que ella se asociara con gentes, que eran priistas, cuando el PRI asesinó a su padre.
En las vidas de Maquio y Xóchitl, hay cierto paralelismo. Ambos empresarios, exitosos, enfrascados en el trabajo. Ella triunfó viniendo desde hasta “abajote”. A ambos les rogaron para que le entraran a la lucha. Ambos sin cola “pisable” y más interesados en ayudar al prójimo, que en las “autoaportaciones”. Ambos pusieron a temblar a la mafia del poder.
Curiosamente Xóchitl, también, con la debida distancia, tiene algún paralelismo con Juárez, el ídolo de “YSQ”. Uno de pastor a presidente y la otra de vendedora descalza de gelatinas y tamales, a presidente. Si reaccionamos.
Los creyentes, pedimos a Dios que nos cuide a Xóchitl. Está más que claro, que quieren deshacerse de ella. Con toda “malevolencia”, divulgaron donde vive y trabaja su familia. Exponiéndola a que algún fanático les haga el “trabajito”. Ojalá Maquio, desde el cielo los proteja y nos eche la mano, para coronar exitosamente la lucha que inició contra los políticos destructores y le costó la vida. Hoy necesitamos muchos héroes para esta lucha difícil y crucial. Xóchitl ya también dijo: ¡Acuérdense mis amigos, que la vida está en juego, pero la patria nos necesita!
México espera oír qué decimos nosotros.