Dicen que cada pueblo, tiene el gobierno que se merece. Como ahorita, tenemos el peor de la historia. ¿Somos la peor generación de mexicanos? Todavía no asumía el poder y ya estaba enviando malas señales. Así anunció su primera puñalada: la cancelación de un señor aeropuerto. Además, para colmo de males, Peña Nieto luego de las elecciones, cobardemente dejó al garete la presidencia y extraoficialmente empezó su destrucción.

El día de su asunción al poder, en la mañana se presentó al Congreso para protestar oficialmente como presidente. Y en la tarde se presentó en un sospechoso rito que, no se sabe si consagró su sexenio o al país entero al mal. Para justificarse, argumentó que era ritual de los pueblos originarios. Pero expertos del tema sostienen que ni música, ni danzas corresponden a nuestro folclor. Que más bien fue un rito de vudú afrocaribeño, ligado a las fuerzas obscuras.

Este significativo hecho pasó de noche. Apenas hace unos meses Pedro Ferríz de Con lo mencionó y al parecer solo Marko Staroselsky le hizo eco. Y lamentablemente el asunto regresó al olvido. Efectivamente es un pequeño detalle, pero de una pequeñez demasiado ilustrativa, da una clara señal de que este régimen tiene nexos con el mal. Esto fue visto por creyentes y “descreyentes”. Nuestro Becario de Palacio, al igual que su modelo Chávez, ídolo Castro y socio Ortega y otros tiranos similares, recurre a fuerzas malignas. Y si alguien recurre a ellas, es difícil suponer que esté buscando el bien o tenga buenas intenciones.

Se dice que, para llegar al poder, hizo un pacto satánico. El hecho de que alguien que no tenga ni la menor capacidad, educación, formación, ni nada; bueno, ni siquiera la intención, llegue al poder, suele suceder con tanta frecuencia que, muestra que para obtenerlo no es indispensable recurrir al mal. Pero al parecer, desde muy joven está involucrado en estos vericuetos. Es difícil conocer la verdad, pero la mayoría de sus acciones, muestran su inclinación maligna.

Se necesitan malos sentimientos para cancelar una obra en la que se invirtieron años de estudios, nada más por soberbia. Y para remachar su perversidad, repentinamente le brotó un “amor” por la ecología y puso a los amiguitos de su hijito Andy a construir un parque ecológico con la finalidad de hacer negocio, pero sobre todo impedir que algún día se pudiera concluir tan espectacular obra.

Ocasionalmente menciona a su diablito consejero, el cual debe ser muy perverso, ya que solamente le propone desastres y crueldades. Despiadadamente les quitó sus medicamentos a los niños con cáncer. Perjudicó sin misericordia a las madres de familia que laboran, despojándolas de las escuelas de tiempo completo. Así como una larga lista de males que, todos conocemos de sobra y que no tiene caso repetir. Es el primer presidente que es un delincuente confeso. Y lo asombroso del caso es que, a pesar de todos los daños, mentiras y demás acciones negativas, su grado de aceptación entre la población es increíblemente alto.

Se le llena la boca pregonando que es enemigo de la corrupción y prometió erradicarla con solo tomar posesión. Pero creció como la espuma. Y como a ningún otro mandatario le aparecieron hijos, hermanos, primos, cuñadas haciendo negocios, desde empresas fantasmas o de reciente creación, cuyo objetivo social puede ser la venta de gises, pero negocian desde satélites hasta fierro viejo. Y abundan las irregularidades. Han cobrado, sin entregar el producto y no pasa nada. Todos calladitos. ¿Qué pasa estamos brutos?

Cuando a alguno de sus lacayos, como sucede frecuentemente, se le atrapa en alguna tranza o “chuecura”, lo apacha y toda maldad queda purificada y absuelta. Para dañar más, cuando su dedito señala sus candidatos, no toma en cuenta capacidad, honestidad ni valores. No le importa si se trata de una rata, violador, narco, inepto o “un” cualquier cosa negativa. Él no busca candidatos que quieran el bien común, quiere malandrines con 50% de obediencia y 50% de lealtad. Si hay alguna objeción o obstáculo legal, que se lo impida, se burla. En Guerrero, el INE rechazó la candidatura de su compinche acusado de violación. A dúo se pitorrearon y botándose de la risa pusieron de gobernadora a una de las hijas ajena totalmente a la política.

Para Edomex impuso una candidata absolutamente ignorante e inepta para gobernar y para colmo, una rata que siendo alcaldesa robó el 10% del salario de los empleados. Y como para dañar a la niñez, también la impuso como Secretaria de Educación, ahí la AFI le encontró irregularidades por 830 millones o sea que es corrupta desde varios ángulos. Es fácil suponer que al querer que alguien con esos pésimos antecedentes, gobierne un estado, no es porque esté buscando su bien. Pero esto, que de por sí ya es pésima señal, no es lo peor.

Lo aterrador es que los ciudadanos a los que les enjaretó tal nulidad dañosa, estúpidamente aceptaron con singular entusiasmo a la verduga asignada.

Su opositora, una mujer que fue una exitosa y honesta alcaldesa, que muestra mucha mayor capacidad e interés, tiene que luchar a brazo partido para ser aceptada, máxime que fue sospechosamente abandonada por Del Mazo. Las encuestas continuamente la mostraron abajo. Los encuestados enfermizos, mejor aceptaron a la persona inepta y dañina que a la positiva. Este comportamiento “desconcertantemente incomprensible”, requiere que sociólogos, psicólogos y demás estudiosos del comportamiento humano encuentren alguna explicación comprensible.

Esto indica claramente que además de que enfrentamos a un enemigo físico, este absurdo comportamiento humano es otro peligroso enemigo al que hay que vencer. Todavía días antes de las elecciones, la aceptación del engendro del “Dedo candidateador” se encontraba arriba de la candidata opositora “abandonada”. Si no fuera porque un activo sector social, entiende lo que está en juego y está reaccionando consecuentemente, todo estaría perdido. La única esperanza de los patriotas es que haya una votación masiva, que supere con suficiente margen, la infinidad de marranadas que seguramente empleará la 4T. Entre las que no se descarta el uso de las armas, tanto de sus militares “maiceados” como las de sus “amistades” que también son seres humanos. Esta reunión del hambre de poder y las ganas de creer, es una enfermedad tan peligrosa, que, si no la vencemos, caeremos en la antesala del “comunismo”.

Así que Coahuila y Edomex, mañana todos a votar por el futuro de sus hijos y nietos, para luego prepararse para la guerra crucial y definitiva del 24.

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