Luego del evento del 106 aniversario de la Constitución de 1917, en el que, para esperanza y alegría de muchos mexicanos por fin, alguien tiene el valor y hacer valer el principio de la democracia republicana de tres poderes en este sexenio. Al parecer, con las tripas todas retorcidas, la hipocresía rutinaria y una sonrisa muy forzada, “Su Alteza Desigualísima”, declaró más o menos, que si la Presidente de la Suprema Corte no se había parado a su arribo, fue por cansancio o falta de ganas, (porque le cambiaron su lugar o más bien porque los tres poderes debieron entrar juntos). Aunque le aboyó su súper ego, hipócritamente dijo que le daba mucho gusto, pues nunca, desde el porfiriato, se había visto que alguien responsable del Poder Judicial se diera su lugar ante el Presidente, pues “esdeque”, antes, todos los poderes eran sus empleados, (aunque ahora, son viles lamebotas). Que eso se debía a que, el “poder de los poderes” era el Ejecutivo, y todos le rendían, (aunque no tan servilmente como ahora). Que eso le daba mucho gusto, ya que (para su campaña de mentiras), ese hecho desmiente, el, (muy justificado), sentir popular de que estamos empezando a padecer una dictadura. Que esa era una clara muestra de la independencia del Poder Judicial. Cuando lo único que probó fue, que posiblemente dejemos de ser un país de un solo poder y, ahora, tengamos dos. Ejecutivo y Judicial. El Legislativo tiene dueño.
También contó el chiste de que, la Lic. Norma Lucía Piña, era la Presidente de la Suprema era gracias a él. Esto es en parte verdad. Al intentar controlar al Poder Judicial como pretende controlar todo, trató imponer de Presidente “carnal”, a su “lacayita” Yasmín Esquivel, quien obtuvo tramposamente su título plagiando una tesis de otro universitario. Bien fuera porque lo ignorara o porque no esperaba que saliera a la luz pública, y aunque intentó usar la máquina del tiempo para justificarla, le falló. El Vocero Presidencial intervino para restarle importancia al timo y darle su bendición. Aunque no le alcanzó para imponerla, sirvió para que, desvergonzadamente, continuara como magistrada. Los requisitos son: 99% de servilismo y 1% de todo lo demás, (menos de honestidad, esta se substituye por “fidelidad”).
En el aniversario hablaron, la indeseada Presidente del Poder Judicial, el representante de los Diputados, el gobernador queretano y el Ejecutivo. Los tres primeros le pusieron una buena revolcada al Enemigo del INE, en virtud de que se le refrescó claramente, que la Constitución, (a pesar de sus fallas y sin observarse del todo, está escrita y no sujeta al capricho de un individuo), es básica para el progreso, impartir justicia y proteger los interese de México), es la columna vertebral de nuestro país y de nuestra incipiente democracia. Que es vital que el poder Judicial sea independiente para que pueda salvaguardar la Constitución y administrar la justicia en forma imparcial. Por su parte el Ejecutivo, como es su costumbre en eventos nacionales o internacionales, se aventó otra intrascendente mañanera, atacando conservadores y demás molinos de viento. (Ya hay gallinas conservadoras que ponen menos huevos en invierno).
Esto fue muy, pero muy esperanzador, ya que nos brinda la ilusión de que ya vamos a tener, al menos dos poderes diferentes. Uno va a proteger, (hasta donde pueda), la Constitución. Aunque, está latente la amenaza de otros tres nuevos poderes; el Ejecutivo, la SEDENA y la Marina.
El hecho de que los tres participantes manifestaran su interés por la observancia de la Constitución, ya que, es el marco institucional que garantiza la vida nacional, nos indica que bien podemos manifestarles nuestro agradecimiento y apoyo. Muy especialmente a la valiente Presidente de la Suprema Corte, (su antecesor también fue 99% servil), pues sobre sus hombros recae la delicada y esperanzadora responsabilidad de que por fin haya un poder, que en este sexenio defienda los intereses de los mexicanos. Es conveniente que la felicitemos y le manifestemos nuestro agradecimiento y, sobre todo, respaldo.
Para que sienta respaldo y se fortalezca, para enfrentar todos los embates que vendrán de la presidencia, ya sea en forma directa o través de alguno de sus lacayos. Apoyándola masivamente robusteceremos su independencia y demostraremos nuestro rechazo al castrochavismo. Nada más, valdría la pena recordarle, que el primer derecho del ser humano, es el sagrado derecho a la vida.
Por lo pronto presentémonos el 26.
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