Es de que, “haiga sido como haiga sido”, parece que el “Jefe Máximo de la Trastornación” está a punto de ponerle la cereza a su catastrófico pastel. Pues, mediante una elección, con fuerte tufo a fraude, impondrá su “Calcandidata”, totalmente obediente, para culminar el establecimiento de su dictadura. Su fraude lo empezó a perfilar desde su primera Mañanera. Lo hizo tan bien que, probablemente, él hizo más campaña que ella. Solo se concretó a anunciar que continuaría el 2º piso de la “Trastornación”; a pedir el voto para tener el cuórum necesario para modificar, (a su beneficio), la Constitución; criticar conservadores; repetir promesas del jefe y algo intranscendente por ahí. Y nada de esto le urge al pueblo.
El ”Jefe Máximo de la Trastornación” trabajó duro, siguiendo el manual de San Pablo para establecer dictaduras. Hizo infinidad de promesas, sin la menor intención de cumplir. Durmió a buena parte del electorado, e, inexplicablemente, también a algunos políticos y periodistas. Aunque a unos los “convenció” el interé$. Lo que como candidato combatió con encono, como presidente lo practicó con descaro.
Las palabras sobreabundaron, pero fueron solamente palabras huecas o falsas. Sus mentiras, en promedio, superaron el ciento diario. Nunca le ha interesado el desarrollo nacional, ni el nivel de vida del pueblo. La extensísima lista de daños, ocuparía varios tomos, con una página de beneficios en blanco. Con mucho, será el peor presidente de la historia. Con una insensibilidad despiada, despojó de sus medicamentos a niños con cáncer. Eliminó el Seguro Popular. Puso reversa al desarrollo económico. Propició la corrupción a niveles nunca vistos. (Sus familiares se dieron vuelo). Nos redujo cuatro años la esperanza de vida. Padecemos cortes de electricidad. Por sus compromisos con el narco, la violencia se disparó. Apuñaló el futuro de nuestra niñez, mediante una educación gratuita deformante y envilecedora, dejándolos incapacitados para sobrevivir en un mundo cada día más tecnificado, pero adoctrinados para soportar “borreguilmente” su dictadura. Saqueó ferozmente, todos los fideicomisos, menos los militares. Todavía no calculan en su real dimensión los males que ocasionará este catastrófico gobierno. El tiempo dirá.
Para concentrar todo el poder en sus manos, ha estado desmantelando, neutralizando e infiltrando al Poder Judicial de diversas formas, su servil Poder Legislativo le aprueba todos sus proyectos, sin necesidad de leerlos. Siempre obró a su santo antojo y capricho, sin rendir cuentas a nadie. Por eso, aquello de “no me vengan con que la Ley es la Ley”. Es con mucho, el presidente que, más ha violado la Constitución. Con febril entusiasmo, está dedicado a dañar instituciones autónomas que limitan, transparentan y controlan las acciones gubernamentales o defienden al ciudadano del gobierno. El caso más grave, hoy, es que infiltró al INE con una Consejero Presidente lacaya que, haciendo caso omiso de la Ley, jugó un papel determinante, en lo podría ser la derrota definitiva de la democracia en México. Y estos males los continuará la “Calcandidata”.
Hace meses, estábamos sin esperanza, en un panorama sombrío propiciado por los partiditos de “oposición no oposición”. Se acercaba el tiempo y no teníamos un “preprecandidato” con posibilidades de triunfar ante la “Corcholata”. Afortunadamente encontramos una candidata, que si bien, no convencía a todos, bien fuera por sus fallas o perversas calumnias, despertó gran entusiasmo, demostrando ser una óptima candidata, con posibilidades de ser una extraordinaria presidente, capaz de restaurar los destrozos y sentar las bases para establecer un gobierno ciudadanizado. Contactaba con la gente, traía excelentes proyectos, era sensible, escuchaba, en fin, tenía muchas cualidades y se posicionó muy bien. Los mexicanos teníamos fe en que, juntos, lo derrotaríamos. Pues su opositora, cargaba malos antecedentes, su personalidad es repelente, fría como una dama hielo, déspota, clasista, racista y para rematarla, no la dejaban ser, tenía que alabar al “Troglodita Máximo de la Trastornación”. Lo pesado de la campaña se realizó desde las Mañaneras, pues, sus escasos e insulsos mítines, prácticamente, se limitaban a repetir lo ofrecido el 2018 y no se llenaban ni con sus acarreados.
Mientras que, en los múltiples mítines apasionados de su opositora, frecuentemente, no cabían sus entusiasmados seguidores.
Esto y otros hechos; como las tres exitosas manifestaciones de la “Marea Rosa”, el optimismo de la gente, los múltiples escándalos de la 4ª Trastornación, por corrupción y nexos con el narco, en los que destacan los hijos presidenciales, daban indicios que podríamos ganar algunas gubernaturas; como la de Veracruz y otras. A muchos nos hizo soñar, que echándole ganas y votando masivamente, venceríamos. Sin embargo, bien sabíamos que sería capaz de cualquier trastada, para no soltar el poder.
Para empezar, infiltró como Presidente del INE una servil incondicional, que le toleró sus violaciones, al grado que muchos creemos que, con ayuda del narco, orquestaron un fraude que parece será el más grande y dañino de nuestra historia. Luego, fue la campaña más desigual e ilegal; en tiempo, en recursos, en desplegados, en gente, (por meses contaron con miles de “Siervos del Presidente”) y en todo. (Una de las corcholatas desechadas, se quejó que, en la interna, usaron recursos públicos). Un INE que les permitió muchas violaciones. Así que, el piso estuvo bien disparejo. Sin embargo, todavía, el día de la elección hasta la tarde había señales que permitían ser optimistas. ¡Pobres infantes ilusos!
Al poco tiempo de iniciado el conteo, no pasaba del 10%, contraviniendo nuestra información, inesperadamente, la infiltrada del INE, anunció que, los candidatos de la dictadura habían barrido, aún en lugares en los que se veía claramente que perderían, porque eran repudiados. Todavía los rechazan cuando recogen sus constancias. Aceptamos que pudieran derrotarnos, pero no, con esos márgenes. La prensa vendida o amordazada, inmediatamente difundió la noticia, sin ningún reparo. La candidata social “claudica” y, olvidando la democracia, felicita a quien la derrotó antidemocráticamente. ¿Cuál democracia?
En el ambiente se respira un tufo de fraude, aunque desconocemos como le hicieron para que no se desenmascarara. Aceptando, sin conceder que los números anunciados fueran correctos, hay elementos que nos permiten creer que, con un INE imparcial, se hubiera reducido lo disparejo y obtenido resultados reales. La campaña la iniciaron antes de tiempo. Utilizaron demasiados recursos públicos, solamente del costo de espectaculares, supera ampliamente el tope establecido. Usaron perversamente los Programas Sociales para presionar el voto. La “Neochachalaca” intervino directamente en la campaña. Además, se encontraron casillas en las que votó el 100%. En las que el 100% votó a favor de la “Calcandidata”. Aparecieron boletas en diversos lugares marcadas por MORENA. En infinidad de casillas ganamos con mucha ventaja. Y lo peor de todo es que se asesinaron y amenazaron, como nunca, muchos precandidatos y candidatos. Esto no es democrático. Pero tienen el sartén por el mango y no nos quedará más que aceptar, pero replanteando y fortaleciendo la lucha.
Pudiera ser que, efectivamente los candidatos del PRIAN Moreno hayan ganado, pero hay señales sospechosas, que apuntan al fraude. Pero también tenemos que reconocer que fallamos y el Partido Abstencionista, fue el ganador absoluto. Que un 40% de casillas no tuvieron representantes de partido de la democracia. Que muchos clasemedieros votaron por la tiranía. Que los partidos políticos de oposición “requeteonfirmaron” que solo van por lo suyo, (a Xóchitl la trajeron muy cortita de recursos). Y no se oponen a lo que deben oponerse. Nada han dicho del maquiavélico Plan C.
En fin, el caso es que esta trascendental batalla la ganó la dictadura. Estamos de luto nacional, pero la guerra no ha terminado aún. Aunque ahora estaremos en mayor desventaja. Tendremos que desarrollar estrategias diferentes. Lo bueno es que somos un buen número creciente de ciudadanos que estamos conscientes de la situación y estamos dispuestos a luchar para rescatar nuestra patria. Urgen políticos y un partido de verdad. Los creyentes entendemos que estamos en desventaja y debemos recurrir con mayor devoción a las fuerzas del Bien.