Conforme el Capo de la Mafia del Poder, recibe más reveses y sus caprichos y perversidades fracasan, enfurecido pinta más claramente su raya, en la que él, (con sus huestes de lamebotas, adoradores incondicionales y trogloditas), está de un lado y la sociedad mexicana del otro. Dos proyectos opuestos. De un lado un “aspiracionista” que “aspiraciona” una dictadura castrochavista y del otro una sociedad que aspira al progreso y la paz. Pero por desgracia, esto tan notorio, hay a quienes les pasa de noche.

Apenitas fue declarado Presidente Electo, inmediatamente empezó a pintar su raya. Y ya “ensillado”, en lugar de cumplir lo que protestó y ofreció, arrancó con febril ahínco su pomposa 4ª Trastornación. La cual en cuatro años no ha realizado una sola obra positiva digna de mención. Mientras que la lista daños no para.

Y para su “majestad” y su raya, la multitud de mexicanos que, en más de 120 ciudades, asistimos a la marcha del 13/XI y la concentración del 26/II; los funcionarios del INE que brindan confiabilidad electoral; los jueces que se apegan a las leyes, (todo parece indicar que con su nueva Presidente, logramos que el Poder Judicial, no sea lacayo del Ejecutivo y por fin tenga una independencia, como nunca antes la había tenido); los periodistas que, publican y opinan, apegados a la verdad; los padres de niños con cáncer que solicitan sus medicamentos; los que estudian en alguna universidad extranjera y una larga lista de gente positivas, somos neoliberales, corruptos, clasistas, hipócritas, “aspiracionistas”, conservadores, reaccionarios, corruptos y demás “perversidades”. Somos lo peorcito de la humanidad y sus acérrimos enemigos, que, según él, no amamos, ni respetamos al pueblo de México. Olvida que todos estos “maldosos”, representamos un sector importante del pueblo, que incluye a otra creciente multitud, que no se manifiesta, pero rechaza este “desgobierno”.

Esta molestia no es gratuita. Está derrumbando la economía, multiplicando pobres como “estrategia política”, permitiendo la impunidad de la delincuencia, desmantelando instituciones de salud y otras benéficas, descuartizando la democracia, incrementando la deuda, militarizando la nación, convirtiéndonos en el país más mortal para los periodistas, encargando la elaboración de los libros gratuitos de texto a agentes castrochavistas. Aunque hay mucho más, esta listita es suficiente para que cualquier patriota capte el peligro. Ya amenazó públicamente, que “los conservadores no van a regresar al poder cueste lo que cueste”.

Tomemos consciencia que vivimos un momento histórico muy trascendental, que exige que todos pongamos nuestro granito de arena para, unidos, enfrentar la amenaza.

Combatimos con alguien que con su proceder nos dice: “el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial, la Constitución, la democracia, la milicia, los gobernadores, los derechos, el pueblo, la patria y la verdad, SOY YO. Además; Soy Todo Palacio. Al pobrecito de Luis XIV, solo le alcanzó para decir: “El Estado Soy Yo”.

Posiblemente todas sus maldades sean ideas del diablito que dice le aconseja y que también ha de aconsejar a todos los promotores del globalismo. Nos va a llevar años reparar sus perjuicios. Por si esto fuera poco, ya declaró con malignidad que está creando candados para que a quien lo suceda le cueste trabajo dar marcha atrás.

Cuando se tiene la actitud adecuada, los males pueden representar una oportunidad. Ante tanto mal y la ausencia de opositores políticos, la sociedad despertó y es el principal opositor de la 4ª, que es el mayor peligro que ha enfrentado la patria. Al grado que Santana ahora podría pasar como héroe. Tenemos una oportunidad que nos puede dejar grandes beneficios.

Desde que la sociedad empezó a perfilarse como opositor de poder, los partiditos políticos coaligados, quedaron atrás. Esto es fabuloso. Hay pocos países en el mundo que tengan a los políticos, (que son un mal necesario), atrás de la sociedad, normalmente están sobre ellos. Por eso gran cantidad de países están siendo enfilados a la Agenda 2030. Desde luego que esta maravilla, aun es un sueño, pues el camino por recorrer es laborioso, largo y riesgoso. Para empezar, políticos y ciudadanos somos humanos, por lo tanto, con bastante frágiles. Pero, no obstante, es posible.

Hay que tomar en cuenta que, además de redoblar esfuerzos para que la sociedad reaccione mayoritariamente, madure, desarrolle estrategias triunfadoras y busque la reconciliación. Necesitamos que, aunque tengamos diferentes formas de pensar, una multitud del mismo lado de la raya. Que identifiquemos al verdadero enemigo y entendamos que no somos enemigos, que somos condueños del mismo país y todos requerimos que vaya bien. Necesitamos vencer la perjudicial ignorancia, que han promovido los gobernantes, para ello debemos buscar un buen sistema de formación ciudadana. No es fácil, hay mucho por hacer.

Es una lucha entre el bien y el mal. Mientras el marxismo globalista necesita caos, odio y la degeneración del hombre; nosotros necesitamos recurrir a los más elevados valores espirituales del ser humano, entre los que encontramos la misericordia, la justicia y la verdad, para construir, una patria sólida y de excelencia. En dónde los políticos ya no sean una carga o un riesgo, sino un factor de progreso y la sociedad pueda a trabajar en paz para lograr el bienestar integral.

Todo indica, que nos encontramos ante una oportunidad única. Ya dimos los primeros pasos exitosamente, solo hay que continuar y unirnos. Dice el dicho que, si quieres cambiar al mundo, primero cambia tú.

La historia espera al lado de la raya triunfador


Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters noticias del día, opinión y muchas opciones más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS