El mundo está sumamente revuelto, los promotores del mal están muy activos y la gran mayoría lo ignora. Es la lucha feroz entre el bien y el mal. Nuestra patria ha vivido épocas conflictivas. Pero nunca como la de ahora. La dictadura priista, antes del 2018, aún en sus peores momentos, daba oportunidad de progresar, pero ahora empeoró.

En 2014 el PRI sufrió un fenómeno mucho más grave que cuando se duplicó en PRI y PRD. Un electorado decepcionado, ignorante, visceral y resentido, como aquella niña tonta que, por creer las falsedades del galán, acaba presa en un prostíbulo, creyó en un farsante. La historia es la siguiente: el electorado harto del PRI, encumbró a Fox, quien tenía buenas intenciones, pero la mayoría priista del Congreso, (junto con algunos panistas), boicoteó sus proyectos. Por carecer del personal idóneo, ocupó priistas en puestos claves y algunos lo sabotearon. Esto, sumado a Martita y defectos personales, impidieron que obtuviera resultados impactantes. Pero metió cierto orden en las finanzas y permitió la libertad de expresión.

Calderón, contradiciendo aquel adagio, que, si a EEUU le daba gripe, a nosotros pulmonía, logró que, mientras muchos países, incluido EEUU, padecían fuerte pulmonía, México apenas estuvo resfriadito. Eso fue un logro excepcional, poco reconocido. Su problema, fue la guerra con el narcotráfico, (algunos sostienen que fue para favorecer un cártel), que causó 102,812 muertes, que comparadas con las 53,275 de Fox, resultaron excelente material para la demagogia de “YSQ”, quien probablemente sobrepasará los 200,000, aun cuando estuvieron unidos narcos y gobierno.

Ambos dejaron algo favorable. Redujeron la corrupción, modernizaron carreteras, crearon parques industriales, hubo estabilidad económica e inversiones extranjeras; a pesar de la guerra, hubo paz social aceptable. Los bobos líderes panistas, no cacaraquearon adecuadamente esto. Luego lanzaron una candidatita de bajísimo nivel y la abandonaron. Así que ganó el gris, pero bonito Peña.

Mientras tanto, un individuo ducho en mañas priistas, luego de pasarse al PRI “B” (PRD) y afiliarlo al Foro de San Pablo, se convirtió en un verdadero opositor, aunque demagógicamente mintió y engañó abusivamente. Señaló y acosó, tan chinchosamente, fallas gubernamentales, reales o inventadas, que adquirió tal popularidad que, con basura del PRI, PAN y PRD, creó un partido para consumar su movimiento que lo llevaría al poder.

Para 2018, el PAN, que se hallaba muy alejado de sus valores, tenía de precandidatos a Margarita Zavala y Ricardo Anaya. Pero, como este lo presidía y sabía que ella ganaría si votaban, “maniobró” perversamente y se “autocandidateó”. El PRI debilitado, puso un candidato no priista, mientras Peña “negoció” la elección. Así, no había por quién votar. Un candidato tramposo y ambicioso que inspiraba desconfianza. Un candidato priista que era la menos peor opción, pero abandonado. Y el nefasto candidato del Foro de San Pablo. Todos sabemos el desenlace fatal.

Estamos constatando que para que llegue a la presidencia alguien que busca convertirse en tirano, sin que le interese el progreso, necesitan concatenarse muchos factores negativos. Primero se necesita un ser bastante vil, capaz de gobernar sin dejar al menos algo positivo, por eso en esencia, su último informe no se diferencia mucho del primero, solo hubo mentiras. No mencionó el mayor logro del sexenio, consistente en mandar al carajo a las instituciones y a la República Mexicana, para reemplazarlas por una tiranía comunista, cosa que está a punto de lograr. También, mediante un bonito “megafraude”, heredará su lugar, (sin soltarlo), una “Subpresidenta”, que, al menos hasta ahorita, es 90% sumisa y 10% leal, que continuará la “obradorización”. En este proceso aprendimos que un tirano, por más dormida que tenga a la masa, no puede lograr su “hazaña” solo, requiere de infinidad de traidores, desde tontos útiles hasta gente muy ruin.

No es la misma traición, la de un elector ignorante o apático, que la de un doctorado en Derecho Constitucional que, mientras, en la UNAM, enseña sobre la Constitución, en el Congreso, por servilismo, opera para atacarla. La traición del periodista que calla las felonías, las presidentas del INE y del TRIFE y cófrades infiltrados apoyando el “megafraude”. La del CNDH, que defiende las maldades de los malandrines e ignora la violación a los derechos humanos del pueblo. Congresistas traidores que aprueban lo que les envíe el Ejecutivo sin siquiera leerlo.

Esta lista de traiciones ruines podría continuarse largamente, pero las peores son las realizadas por partiditos de “oposición”, que, en lugar de oponerse a los atropellos, ilegalidades y demás maldades gubernamentales, estaban en lo suyo. Desperdiciaron al maestro que por años les mostró el camino. Aceptaron apoyar en alianza a la candidata aclamada socialmente y, estúpidamente, fueron un lastre. No entendieron que, además de jugarse la suerte de la República, se jugaba la de su partido. Pero un “líder” buscaba su reelección y el “otro” manipulaba para heredar su puesto a otro traidor, que ya ofreció su apoyo para “modificar” al Poder Judicial. No hicieron su tarea y cavaron su propia tumba. El PRI está desahuciado. El PAN pudiera salvarse, si su membrecía se sacude la camarilla que lo secuestró y luego recupera la confianza social.

Obviamente, que también traicionaron gravemente, aquellos candidatos que a todas vistas les robaron la elección, y sorpresiva y vergonzosamente, abandonaron la lucha con los primeros balazos. La primera, fue la candidata a la presidencia, quien hasta reconoció y felicitó el fraude. ¡Bonita opositora! Rechazó encabezar el movimiento libertario, que la historia le ofreció, pero anda declarando estupideces. Ya debía callarse, pero al parecer todavía no capta que despreció.

Para que un “sociosicópata” pueda mandar al carajo las instituciones y al país entero para implantar su tiranía, intervienen muchas circunstancias adversas, cantidad de tontos útiles y una multitud de traidores. A unos solo los usaron temporalmente, les dieron una curul a cambio de obediencia ciega. Terminado el ejercicio les dan su patada y ellos y sus familiares pasarán a sufrir las atrocidades que ellos mismos aprobaron. Unos, si comprenden su traición. En una entrevista, una diputada “moreprianista” declaró que cuando el país padeciera lo que ella había aprobado, con sus “treinta monedas”, se iría a vivir a un país próspero. Esto prueba que, desgraciadamente, hay seres tan viles que por poder o dinero son capaces de las infamias más terribles, aunque pierdan su dignidad humana. Olvidan, que muchos de los suyos sufrirán por su perfidia. ¡Que doloroso! Pero así somos los humanos.

Pero, aunque estemos rodeados de multitud de traidores, tenemos esperanza. La tiranía todavía tendrá que superar algunos obstáculos, problemas y escándalos que están por conocerse. Para empezar, el cabecilla y algunos cómplices, aparecen en investigaciones de la DEA. Probablemente se demostrará el fraude y tendremos una “Subpresidenta” ilegítima. Sus acciones de despedida están despertando desconfianza, desprestigio internacional y frenando inversiones. Si Maduro cae, la 4ª Trastornación se verá amenazada. Con sus múltiples acciones perversas y necias de despedida, está causando tanta angustia que apáticos y partidarios despierten y reaccionen. Con su ignorancia y caprichos está violando acuerdos del TMEC, lo que causará presiones extranjeras. Habrá elecciones en EEUU. Todas estas situaciones y otras venideras, les afectarán. Si, el error de diciembre provocó una crisis, el error del sexenio ocasionará una gran catástrofe que estallará pronto.

La verdadera fuerza para salvarnos está en nosotros sociedad. Si por los madrazos, la Marea Rosa disminuyó, los que quedaron, están redoblando la lucha. Por eso están contando los votos. Además, por fortuna finalmente, los estudiantes entendieron que deben participar. Empezó una Facultad de la UNAM, ya están muchas universidades y está en expansión. Esto es extraordinario, pues ellos son los primeros interesados. Ahora que se titulen, necesitarán trabajo y la tiranía está destruyéndolo todo. Se necesitaba la energía, entusiasmo y frescura juveniles. Pero ojo, la “narcotiranía” creará una organización “estudiantil”, (porril), para enfrentarlos. Tengamos fe en que la juventud, la sociedad y la SCJN unidos derrotaremos al enemigo.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS