Los fines de año sirven para analizar los errores cometidos y tomar medidas. Este 2024, deja mucho que desear, en el mundo entero. La pérdida de valores sigue avanzando, mientras, desgraciadamente, los valores antinatura se fortalecen. El complot contra la humanidad, que muchos creen que solo es una teoría de la conspiración, es realmente una conspiración en acción. La Agenda 2030, (reprogramada para 2045), es uno de sus frentes, se encuentra en los documentos de la ONU. Para lograr sus objetivos necesitan envilecer al hombre y ahí van.
En muchos países, tienen “legisladores” infiltrados, para promulgar leyes que permitan asesinar seres humanos en el vientre materno. No les interesan los problemas locales, su misión, es insistir una y otra vez, hasta lograrlo. Hay países en dónde los animales, tienen más derechos que los indefensos humanos nonatos. Los absurdos abundan. Como Mujer del Año. eligieron a un hombre trans, que se percibe mujer. El globalismo sigue perversamente trastocando valores, para establecer su imperio mundial.
Y en México, como sucede cada año, desde 2018, que, por tarugos, dejamos que nos cayera el chagüiscle, es peor que el anterior. (Un chagüiscle, que luchó con la finalidad de imponernos su tiranía “socialistoide”). 2024, fue más malo que 2023. Este que 2022 y este que 2021, así, hasta llegar al 2019. De enero a septiembre, fueron los peores meses del funesto sexenio pasado y, en octubre, que estrenamos sexenio, (sin estrenar nada, pues solo es su 2º piso) quedó establecido el segundo Maximato, en el que la Silla Presidencial, la ocupa una “Subpresidenta” que además de espuria, (con a), es una calca obediente del jefe, quien como candidato con sus mentiras y falsedades logró hacer creer a muchos que era “buenito”, pero como presidente, resultó una terrible calamidad. Supo ser candidato, pero no presidente.
Por lo tanto, como desde 2018, México, no les importa ni tantito; este 2024, no solamente continuaron los males anteriores, iniciaron otros peores. Tales, como la destrucción de la SCJN, el intento de atracar el Infonavit, custodio del dinero de sus “amados” trabajadores, (amor de discurso). Y siguen buscando dónde más saquear. Andan tan “filosos”, que tendremos que cuidar nuestras carteras. Desprecian tanto a los ricos, que roban a manos llenas, para hacerse sumamente ricos. Pinta como otro “Sexenio de Hidalgo”. ¡No tienen llenadera!
Si dejamos que se salgan con la suya, el futuro del país, será negro muy obscuro. Su destrucción, va bien adelantada. Ya casi concluyeron el desmantelamiento, infiltración, neutralización y dominio de la SCJN e instituciones encargadas de transparentar, limitar, supervisar o resguardar nuestros derechos. El país va velozmente de reversa; empobreciéndose y dejándonos totalmente vulnerables, ante los abusos de la burguesía “socialistoide”, que donde enquista, iguala a sus víctimas en “jodidez” y opresión. Por eso, ha sido el único sexenio que no dejó ni un solo beneficio mencionable. Es notorio que nunca tuvo el menor deseo de dejar algo valioso. Con sus huestes 90% servilismo, 10% lealtad y 0% conocimiento, capacidad, honestidad, eficiencia e interés por el bienestar popular, saquearon todo cuanto pudieron. El PRI antiguo era corrupto, pero no inepto y el de hoy, (“MOREPRIAN”), además de corrupto, es cínico e inepto. Por todo esto, al responsable principal de esta debacle, la historia, aunque todavía no lo publica, ya lo tiene en el peor lugar de su estercolero. Y, como la “Subpresidenta” espuria, (con a), lo está calcando, empezó a prepararle el suyo. No niega la cruz de su parroquia comunista. Es muy significativo que haya recibido al terrorista Gustavo Petro, quien manifestó su orgullo de que una camarada, exintegrante, del M19, fuera presidenta. Reconoce al criminal fraudulento Maduro. Como va, dejará un país peor que el recibido de su jefe. Forman un dueto, que supera ampliamente al Echeverria-López Portillo de la “Docena Trágica”, pues están construyendo una que pudiera denominarse La “Docena Letal”. Destruyendo países, también se hace historia.
Quizás la peor, “obradorizada” del año y del sexenio pasado, sea el “súpermegamacro” fraude electoral, mediante el cual, nos impuso a su “Subpresidenta” espuria, (con a), y un Congreso sobrerrepresentado. Además, quedó instituido el nuevo Maximato. Pero si analizamos con calma, queda la duda, si es más grave, la “obradorizadota” que nos sorrajó o la apatía e inacción de un enorme sector social, que aguantó apaciblemente, estas gravísimas puñaladas, que más que puñaladas, pueden significar la puntilla de nuestra patria. Alguien decía más o menos: “Más que las perversas acciones de los malvados, preocupa la inacción de los buenos”.
Hoy, México cambió de dueño y vivimos uno desconocido, que va para “México Perdido”. El 90% de los delitos quedan impunes. Padecemos un Congreso que rastreramente aprueba, cualquier proyecto del Ejecutivo al instante, por más voluminoso que sea, (literal). La Constitución parece un pizarrón de recados, que modificable según lo necesiten. La Ley que originó Jesús Ernesto por su adicción a los vapeadores y algunas otras de poca importancia, son constitucionales. Con tantos parches, a los pobres abogados y jueces, lo estudiado en la universidad ya no les servirá. Estarán al mismo nivel de los licenciados plagiarios, los que “milagrosamente” obtuvieron conocimientos, título y cédula en un solo día y los que pasaron de noche por la facultad, pero que son ministros de la SCJN o fiscales de algo. No hay dinero para la salud de los mexicanos, ni para otras urgencias sociales; pero, si para “generosos” aguinaldos de legisladores y regalar cuantiosos recursos para que pueda mantenerse la tembeleque tiranía cubana. Como nunca, las inversiones están disminuyendo. Su Golpe de Estado les está funcionando, y todo el poder está concentrándose en un individuo, el cual, ejerce por interpósita persona. La ciudadanía cada día pierde instituciones que protegen sus intereses y derechos. Por estupideces “cuatroteras”, la producción de alimentos está cayendo peligrosamente. Para comer, dependeremos de “horribles” países capitalistas. Así, como anunció que, para construir su fracasado Tren Maya, (repudiado por los mayas), no tiraría un solo árbol; ofreció que la deuda, no crecería un peso y fue la mayor de varios sexenios. Acabaría con la corrupción y haría el “milagro mexicano”, pero con su multiplicación, “milagrosamente” surgieron nuevos multimillonarios. Para realizar “tranquilamente” sus “autoaportaciones”, todo gasto, es calificado “Seguridad Nacional”. Quizás, sea para evitar que la sociedad se entere y, (aunque muy difícilmente), pudiera reaccionar. En fin, esta mortal plaga, fue la que, voluntariamente, dejamos llegar.
Somos injustos si creemos que los únicos culpables son el “Atila Macuspano” y sus hordas; pues contó y cuenta, con la complicidad de un ejército de indiferentes. Unos partidos de “oposición” que no se opusieron, ni se oponen. Una multitud de empresarios cómplices; unos “desovados” o indiferentes y otros traidores, que hicieron o hacen jugosos negocios con el enemigo. Una prensa vendida. Desde luego los que, engañados o hipnotizados, votaron por ellos y otros más.
No podemos olvidar, el decepcionante papelón de Xóchitl, que, de ser una excelente candidata, pasó a rozar la traición, cuando después de unos minutos de declarar que iba muy bien y tenía la certeza de haber ganado algunas gubernaturas; sorpresiva y estúpidamente, declaró vencedora y felicitó a su tramposa opositora, cuando el conteo no llegaba al 2%. Luego, cometió una serie de sandeces. Y para rematarla, como un grupo de patriotas, con sábanas aportadas por la sociedad, (inexplicablemente, ella, ni los partidos aliados proporcionaron una sola), desenmascararon el fraude, pareciera que, está tratando de demostrar que fue derrotada. ¡Qué cosas veredes Sancho!
Por todo esto y más, nos encontramos en el momento más crítico de nuestra historia. Estamos a punto de caer en garras del imperialismo “comunistoide”, (posiblemente lo peor de la historia). Ojalá, nos concienticemos de las fallas cometidas este 2024 y reaccionemos valerosa y estratégicamente, para rescatar a México el 2025. En el horizonte, hay señales esperanzadoras para el año próximo. Así que, a Dios rogando y con el mazo dando.