No es por intrigar pero Penélope Menchaca ya renunció a Televisión Azteca. Sin muchas explicaciones, ella misma anunció al aire que se iría de “vacaciones”, a partir del 12 de diciembre pasado, pero desde noviembre ya había renunciado.
Primero pidió permiso para atender asuntos familiares, cuestiones de salud, no se lo concedieron y se lo tomó… Y si a eso se le agrega el innegable desconcierto que debieron provocarle todos los proyectos fallidos en los que fue obligada a participar su compromiso laboral seguramente dejó de ser placentero desde mucho tiempo atrás.
Penélope llegó a Azteca cargando un costal de triunfos y glorias en la televisión hispana de Estados Unidos. En Estrella TV (1999) duró más de cinco años, como la entrevistadora titular de espectáculos. Contratada por Telemundo de 2004 al 2017, logró consolidarse con 12 corazones, para luego hacer Confidencias con Penélope, Levántate y Yo me llamo. Todas, emisones de larga duración y ratings de muy buen tono.
Invitada por Alberto Ciurana (q.e.p.d.), viene a México en 2018 como jueza de Mexicana Universal. Después, fue integrada al matutino Venga la alegría en aquel tiempo, producido por Adrián Patiño.
De ahí en adelante, todos fueron experimentos fallidos. Primero, El poder del amor (AcunMedya- 2018), hecho por turcos. Segundo, Ponle de noche (2019) producido por Claudia Flores y Mauro Castillejos (mexicanos, copiando hechuras Argentinas). Tercero, un último intento por rescatar Enamorándonos (2020), bajo la producción de Ángel Aponte (venezolano).
Y por si fuera poco, La pareja ideal (2021), bajo el “creativo estilo” de Hernán Albarenque (argentino).
Es evidente que a la señora Sandra Smester (vicepresidenta ejecutiva de Azteca Uno) y a su director de talento (Leonardo Marker) les faltó conocimiento para ver a tiempo que su estrella se estaba desgastando… Las pantallas de televisión no deberían atiborrarse de los “consentidos”, sino de los profesionales que provocan empatía y simpatía con el público.
Ser amigo del jefe no es razón suficiente para ocupar un micrófono y balbucear ante una cámara. El “compadrazgo” no da “ratting”, sólo crea mafi y Penélope no es la única víctima de una cofradía excluyente.
Ahora Menchaca está en Europa, con su familia. Pero, en menos de lo que canta un gallo, se sabrá (oficialmente) que es la conductora principal de un gran proyecto en Estambul, Turquía. Al verdadero talento nunca le faltarán oportunidades.
Pregunta de la semana pasada: ¿Cantante de regional mexicano, quien planea escandalosa declaración familiar para principios de febrero?
Respuesta: Lupillo Rivera.
Pregunta de la semana: ¿Conductora, quien prefirió comprar el tiempo aire para volver a la pantalla, antes que dejarse ver derrotada?
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