No es por intrigar, pero la nueva versión de Rebelde no resultó exactamente lo que los fans y críticos esperaban.

La producción de Netflix, que estrenó el pasado 5 de enero, se produjo en plena pandemia durante parte el invierno de 2020 y la primavera de 2021, en locaciones de la Ciudad de México y el Estado de México.

Desafortunadamente, la cantidad de vistas registradas en el estreno (hasta ahora) no perfilan como un éxito a este serial, compuesto de ocho capítulos.

La producción de Woo Films y Propagate no fue atractiva para el sector demográfico al que estaba dirigido. Según fuentes allegadas a la realización, la serie fue concebida para divertir y entretener a un rango de televidentes de entre 18 y 35 años, pero los que pocos que la han visto están entre los 35 y los 40 años. Entre los cuales, según una estadística preliminar, sólo el 40% terminó de ver todos los capítulos y menos de la mitad de ellos vieron mas allá del primero.

La historia es lenta y la anécdota adivinable, desde el minuto cinco. No hay misterio, ni gancho que atrape, las únicas sorpresas surgen en los últimos 10 minutos del capítulo final, por lo tanto, casi nadie las ha visto.

La anécdota de un grupo de amigos que se conocen en una escuela de artes y que participan en un concurso de talento es gastadísimo. Hay intentos refulgentes de temas como la educación sexual inclusiva, la corrupción y el nepotismo, que se quedan muy por la superficie.

Las tramas paralelas a la principal son casi imperceptibles. Ni la historia de amor es emocionante. La narrativa es agotadora y poco ágil.

El elenco sí es de buenos actores. El acierto de enriquecerlo con artistas de diferentes nacionalidades es, tal vez, la única carta fuerte. El que no sean caras muy conocidas es sugestivo: Azul Guaita (Jana Cohen), Franco Masini (Luka Colucci), Jerónimo Cantillo (Dixon), Lizeth Selene (Andi), Sergio Mayer Mori (Esteban Torres) y Giovanna Grigio (Emilia).

Mención especial para Alejandro Puente (Sebas Langarica), por su singular creación de un chico poderoso y sicópata; Andrea Chaparro (MJ), por otro lado, creó a una niña retraída que se convierte en la verdadera revelación de la serie.

Dos personajes muy cortos pero llamativos son los de Ximena Sariñana y Dominika Paleta, que contrastan con otros dos, que parecen no haberse aprovechado con amplitud, el de Leonardo de Lozanne y Karla Sofía Gazcón.

La secuencia capitulada tiene varios momentos musicales muy fallidos y sin magia. Les falto un Pedro Torres que les creara, por lo menos, un videoclip bien hecho.

El vestuario y la fotografía son de lo más rescatable. Refrescar la historia era complicado. Siempre después de un estreno puede haber un repunte de audiencia, pero la realidad es que Rebelde llegó a paso lento y cansado.

Pregunta de la semana pasada: ¿Cantante mexicana que podría estrenar colaboración con Maluma muy pronto?

Respuesta: Danna Paola.

Pregunta de la semana: ¿Actriz y primera dama, quien es la consentida de toda la producción, actores y servicios en su nueva telenovela?

luismagana52005@yahoo.com.mx

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