A un mes de haberse detectado el primer caso de COVID 19 en México el 27 de febrero, el 26 de marzo teníamos 475 casos confirmados y seis defunciones. ¿En qué momento se habrá de disparar la curva del contagio? En Corea fue a los 15 días; en Italia a las tres semanas; en España un mes después y en China a las cinco semanas. No parece existir un patrón, pero si una coincidencia. Después de un lapso de crecimiento lento, súbitamente la curva se dispara hacia arriba y el contagio es exponencial. Es de esperar que lo mismo suceda en México.

Otro patrón recurrente es que el contagio del virus resulta mortal mayoritariamente para un segmento de la población estructuralmente con bajas defensas: mayores de 65 años y/o con enfermedades crónicas. Sin embargo, las tasas de mortalidad registradas hasta ahora son muy variables y no parece existir un patrón claro. La más alta la lleva Italia en donde un 10% de los contagios (75 mil casos) han provocado la muerte de 7,500 personas. Sin embargo, en Alemania, con más de 40 mil casos, el índice de mortalidad no llega al 1% (229 casos). La tasa en China es de 4%, en España 7 % y en Corea y Suiza del 1%. ¿Qué explica estas diferencias?

No existe hasta ahora una explicación precisa con evidencia científica, pero los especialistas mencionan tres variables. La primera, las medidas preventivas, el momento en que se iniciaron y la forma en que se implementaron. Segundo, la capacidad de respuesta (instalada e improvisada) para atender los casos delicados: ambulancias, hospitales, medicamentos, equipamiento, médicos, etc. Tercero, el comportamiento social, esto es, la cultura de los ciudadanos para enfrentar una crisis: conciencia, disciplina, solidaridad y respeto.

Nadie se inventa para enfrentar una crisis. La habremos de enfrentar con lo que somos y con lo que tenemos. En el sitio COVID 19 Government Measures Data Base que actualiza día a día las medidas adoptadas por los gobiernos, México aparecía, hasta el 23 de marzo, sólo con recomendaciones generales. El día 24 se emite un decreto gubernamental que marca claras restricciones a la movilización para evitar contagios. No hay consenso entre científicos sobre el mejor modelo a seguir. El nivel de acierto de las proyecciones que han hecho las autoridades mexicanas lo sabremos en las próximas semanas.

¿Qué tan preparados estamos para atender los casos delicados? Los resultados de la encuesta que aplicó en días recientes la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia A.C. entre 387 profesionales de la salud en hospitales públicos y privados, no son muy alentadores. Las opiniones respecto de protocolos, equipamiento, infraestructura, materiales y personal coinciden, a tabla rasa, en un 70%, en que no estamos preparados para enfrentar lo que viene.

La confianza en el liderazgo político (a nivel técnico y organizacional) resulta un favor clave para que una sociedad reaccione positivamente frente a una crisis. Activar a la ciudadanía requiere de lineamientos claros y liderazgo confiable. En México el secretario de salud brilla por su ausencia. Ha dejado a un técnico con la tarea de informar, que por su rango y atribuciones no suple la usencia de liderazgo. El presidente sigue su agenda política como si nada sucediera. En lugar de convertirse en factor de unidad, condición sine qua non para enfrentar una crisis, en pleno proceso asesta tremendo golpe a los empresarios con la cancelación el proyecto de Constellation Brands en Mexicali. Y frente a las disposiciones de su propio gobierno en materia de salud, sigue actuando como si no hubiera pandemia. No es un problema menor. Tiempos muy aciagos nos esperan en las siguientes semanas. Mejor estar preparados, por lo menos mental y anímicamente.

lherrera@coppan.com

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