Ha habido una serie de opiniones sobre los atributos y capacidad de los integrantes de la Junta de Gobierno de nuestro banco central. Se ha cuestionado la experiencia, preparación y capacidad técnica de algunos de ellos y casi la capacidad del cumplimiento del mandato de la institución. Me preocupa.
Me parece que, aunque respeto las opiniones habidas, la crítica ha sido poco objetiva y desinformada.
Veamos el nombramiento más reciente, el de Omar. Parece no tener un posgrado. Sin embargo, los temas fiscales y financieros no le son ajenos. Tal vez con poca experiencia sobre política monetaria, pero sabemos que en el pasado otros integrantes, al llegar, tenían poco o nulo conocimiento de los vínculos entre lo fiscal, las variables monetarias y la balanza de pagos. Pero Omar, a quien no conozco, lleva ya dos años trabajando en el Banco, sí, como jefe de asesores de la subgobernadora Galia. Esto le ha llevado a conocer y a participar, aunque sea indirectamente, en la discusión diaria sobre la situación económica del país, obviamente sobre el comportamiento de los precios, la balanza de pagos y por supuesto sobre los mercados financieros y cambiario.
Galia y Omar, como equipo, han tenido opiniones más conservadoras que las que planteaba, por ejemplo, Gerardo, no que sea una ventaja, pero manifiesta una posición propia. Esto es, Omar no parte de cero, debe estar ya familiarizado con los procesos y objetivos de la política monetaria. Galia ha tenido posiciones responsables y él, supongo, las comparte y las tendrá. Victoria, entiendo, lo conoce y él formó parte de su equipo anteriormente.
Irene, por su parte, después de cinco años ha adquirido la experiencia y conocimiento sobre el sector financiero y las variables monetarias que no le había dado la experiencia fiscal. Ahora los conoce bien y así lo ha mostrado. Su votación ha sido consistente y responsable.
Jonathan, es un integrante con mucha experiencia, tanto por su formación como por su análisis continuo de la coyuntura macro y financiera. Antes de llegar a la Junta ya analizaba y escribía sobre política monetaria. Su libro “Para entender al Banco de México”, fue escrito en 2005. Además, entiende los indicadores de la economía mexicana como pocos. Su conocida publicación sobre indicadores, no solamente ayudaron a Inegi a mejorar sus metodologías, sino a muchos analistas a entender mejor la estadística económica. No es una ventaja menor.
Victoria, me parece que ha mostrado como gobernadora, en el poco tiempo que tiene en esa posición, una excepcional prudencia y una gran responsabilidad. Su dedicación para entender y conocer los procesos internos del Banco es bien sabida y no sorprendería que el Banco al final de su estancia haya incluso mejorado en su organización y funcionamiento. Con respecto a las decisiones de política monetaria, ha considerado cuidadosamente los argumentos y la evidencia para emitir su voto, de las minutas se pueden conocer sus consideraciones. Entonces, como se puede ver, las decisiones en los últimos dos años han sido tomadas prácticamente por el mismo equipo, que lo ha hecho con responsabilidad, dedicación y una experiencia que se ha ido enriqueciendo.
Hay experiencia fiscal, que es importante. Tal vez algunos integrantes no tienen la formación ni la experiencia ideal, ni un perfecto entendimiento, aún, de los componentes y determinantes de los precios o de la balanza de pagos, o del flujo de fondos y programación financiera, pero recordemos, la junta de gobierno tiene tras ellos toda una institución, con integrantes muy calificados, donde además de las áreas legal, de cambios, contabilidad, administración y otras, hay una área muy sólida de investigación económica, la mejor del país, que proporciona diariamente a la junta de gobierno la información necesaria para su toma de decisiones.
Me parece que hay muchos elementos para un voto de confianza.