Una de las peores y más destructivas servidumbres es la dependencia de las adicciones. No sólo destruye a las personas adictas, sus daños se expanden al núcleo familiar y social. México y muchos países viven una escalada de violencia criminal inusitada; la cifra de homicidios por esta causa en nuestro país rebasa cualquier precedente y los niveles de crueldad nos colocan como sociedad en una condición de barbarie espeluznante.
En el fondo de este cuadro de horror cotidiano subyace, en gran medida, el tráfico de drogas; pero el factor que sustenta y amplía esta actividad es el aumento de personas adictas, alarmantemente en aumento vertiginoso entre adolescentes y jóvenes.
Abatir los niveles de violencia criminal pasan necesariamente por la reducción significativa de los adictos. La acción de las fuerzas policiacas y militares para combatir a los cárteles y a las organizaciones de delincuentes no obtendrá resultados, si no se realiza al mismo tiempo una acción concertada de toda la sociedad y de los diversos niveles de gobierno para prevenir las adicciones.
Ayer se inauguró en el Poliforum de León, el Primer Congreso Internacional para la Prevención de Adicciones Planet Youth.Se trata de una iniciativa conjunta del Gobierno de Guanajuato y el Gobierno de Islandia, creador del modelo más exitoso en el mundo en esta tarea. 20 países están presentes, participan 68 especialistas y más de mil 600 asistentes –presenciales y virtuales.
El gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo implementó una estrategia que va a las causas y actúa sobre los efectos: adoptó el proceso Planet Youth como política pública; en paralelo al fortalecimiento del Estado de Derecho y de las capacidades institucionales para combatir a los delincuentes.
Con la primera, prevenir las adicciones, se atienden las causas de la violencia mediante la metodología islandesa, involucrando a toda la sociedad, a los padres de familia, a los centros educativos, iglesias y organizaciones de la sociedad civil. Con el segundo, la acción de seguridad pública y persecución de delincuentes, se atienden los efectos. Una sin otra son esfuerzos infructuosos.
El presidente de Islandia, Guöni Th. Jóhanesson; el alcalde de Reikiavic, Dagur B. Eggertson, y el presidente de la Junta de Planet Yuoth, Jon Sigfusson, en sus mensajes destacaron el papel central de la participación social para obtener resultados satisfactorios, advirtieron que, dada la complejidad del problema, estos no se obtienen en corto plazo; en su experiencia pionera vieron sus primeros frutos en 3 a 5 años, por lo que exhortaron a seguir la metodología, con paciencia, perseverancia y determinación, sin sujetarse a periodos gubernamentales. Por ello es fundamental que la comunidad se apropie de la iniciativa y la permanencia de su ejecución.
Proteger a las personas de la esclavitud de las adicciones y así contribuir a la liberación de pueblos y ciudades de la violencia y el terror criminal para una convivencia pacífica, civilizada y productiva, es –dijo el gobernador– una nueva lucha por la independencia. No es casual que Guanajuato sea, una vez más, cuna de esta nueva lucha por la libertad y la dignidad humana.
Analista político. @lf_bravomena