La elección presidencial de 1988 sigue viva. En ese proceso político se conjugaron condiciones sociopolíticas que produjeron el inicio de caída del viejo sistema político, por el descarrilamiento de su herramienta de dominación: el fraude electoral.

Fue disruptiva, obligó al aparato de la “dictadura perfecta” a negociar las primicias de la transición democrática. En pocas palabras, ni la victoria del PAN con Fox en el 2000, ni el triunfo de López Obrador en 2018 son explicables sin ese antecedente.

A las últimas dos generaciones de mexicanos, que no habían nacido cuando eso ocurrió, les resultará exagerada esta afirmación, y los de mayores de 33 años quizá olvidaron aquellos hechos; por su trascendencia vale la pena rememorarlos, porque ahora, aprovechando la ignorancia o la desmemoria se intenta tergiversarlos.

Soy testigo presencial de los vibrantes episodios del 88. Tuve el honor, privilegio y responsabilidad, de estar cerca de Manuel Clouthier, candidato presidencial del PAN. A su lado viví lo que Stefan Zweig capta en “Momentos estelares de la humanidad”. Ese corto espacio de tiempo en el que se conectan diversos elementos y producen un antes y un después en la historia.

En México una de esas estelaridades se dio la tarde del 6 de julio de 1988, que se conoce como “la caída del sistema”. Tuvo dos componentes: por un lado la maniobra de la autoridad electoral para ocultar los resultados, por otra, el deus ex machina protagonizada por la aparición de la candidata y los candidatos presidenciales; Rosario Ibarra de Piedra (PRT), Cuauhtémoc Cárdenas (FDN) y Manuel Clouthier (PAN) en las puertas de la Secretaría de Gobernación, para entregar a su titular, Manuel Bartlett, un Llamado a la legalidad, exigiendo respetar la ley, advirtiendo que desconocerían a quién se declarara triunfador sobre actos fraudulentos.

Este lance de la y los candidatos presidenciales no fue una decisión intempestiva, fue la ejecución de un acuerdo público, dado a conocer el 30 de junio, expresado en el documento Compromiso Democrático, para denunciar “todo acto fraudulento o intimidatorio que tienda a distorsionar la expresión de la voluntad popular y restablecer la legalidad del proceso”.

No se pierda de vista un dato clave: entre la fecha en que se dio a conocer el Compromiso y la jornada electoral, asesinaron a Xavier Ovando y a su ayudante Román Gil (2 de julio) responsables en el equipo de campaña del Ing. Cárdenas de crear una red de acopio de datos en los 300 distritos del país. En el crimen desapareció la relación con nombres y domicilios de los colaboradores en esa tarea.

En ese crispado contexto, el intercambio de información sobre el desarrollo de la jornada entre los candidatos era fundamental. Clouthier me comisionó entrevistarme con el Ing. Cárdenas y la Sra. Ibarra; tras analizar la situación decidieron ir a Bucareli a presentar el Llamado, redactado en el departamento de Don Luis H. Álvarez, Presidente del PAN, con la participación de Carlos Castillo Peraza y Porfirio Muñoz Ledo.

Doy fe de estos hechos, con el propósito de dignificar nuestra memoria histórica no para denigrarla y como prueba de que el acuerdo entre competidores es capaz de mover montañas para bien de la patria.

Presidente nacional del PAN 1999-2005.
@lf_bravomena.