A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) haya pedido a sus adversarios una tregua el 31 de marzo para lograr la unidad, durante la crisis de la pandemia de Covid-19 ha reencauzado sus críticas a los medios de comunicación nacionales e internacionales, impresos y electrónicos, argumentando que lo que publican “busca que le vaya mal a su gobierno” pues “ya no reciben los beneficios económicos que les dieron los seis gobiernos anteriores” que abarcan el periodo que AMLO denomina “neoliberal”, y les reclama que “callaron como momias” durante 36 años, a pesar de que el neoliberalismo fue un “rotundo fracaso” lo que, dice, ayudó a multiplicar la corrupción y minar el estado de Derecho. AMLO afirmó al finalizar la conferencia del 17 de abril: "Nunca los medios de comunicación de México habían atacado tanto a un gobierno como lo están haciendo ahora. Como dicen en mi pueblo, por algo será”.

No es nuevo que algunos presidentes consideren enemigos a los medios tradicionales (mainstream media). Desde Alberto Fujimori en Perú, Rafael Correa en Ecuador, Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, Jair Bolsonaro en Brasil y Donald Trump en Estados Unidos, diversos mandatarios han enfatizado el discurso, o procurado la vía legal, para desacreditar las noticias de los medios tradicionales que, al monitorear de cerca sus gobiernos, les resulten incómodas. Los señalamientos de AMLO a la prensa nacional incluyen a El Financiero, El Universal, Milenio, Reforma, Televisa y Televisión Azteca, así como a los periodistas Ciro Gómez Leyva, Pablo Hiriart, Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola y Raymundo Riva Palacio, por mencionar a los más frecuentes. Las críticas de AMLO a la prensa internacional incluyen a El País, The Financial Times, The New York Times y The Wall Street Journal, entre otros.

Las similitudes de los descalificativos a la prensa tradicional entre AMLO y Donald Trump son notorias: Trump califica como noticias falsas (fake news) lo publicado por los medios tradicionales y favorece a los medios conservadores (estaciones de radio locales y medios digitales), en desventaja de audiencia y que son afines ideológicamente al Partido Republicano. AMLO califica como noticias falsas lo publicado por los medios tradicionales y favorece a los medios “digitales”, en desventaja de audiencia por lo que son privilegiados en las conferencias diarias de lunes a viernes. De acuerdo con cifras de SPIN, los periodistas de medios “digitales” ocupan regularmente la primera fila y, por tanto, son los que más veces preguntan en las conferencias diarias.

Contrario a lo que afirma AMLO, está en el mayor interés de los medios tradicionales publicar información verificable, pues cuando una noticia no está respaldada por evidencia en forma de datos, testimoniales o información detallada, la credibilidad del medio de comunicación está en juego, y la fidelidad de sus audiencias en riesgo. El dilema de la cobertura de las conferencias de prensa por parte de los medios tradicionales son las afirmaciones falsas o engañosas del Presidente: de acuerdo con cifras de SPIN, AMLO promedia 69 afirmaciones no verdaderas por conferencia, lo que dificulta a los medios tradicionales publicar notas sin sustento. Una implicación es que solo el 7 por ciento de las notas principales de la primera plana de los siete periódicos más importantes de circulación nacional se refieren a la conferencia del día previo. AMLO da de qué hablar, pero no establece la agenda.

Durante la crisis de la pandemia de Covid-19, los periodistas que acceden a las conferencias son seleccionados para que no se reúnan más de 50 personas, lo que curiosamente ha generado una sobre-representación de los medios “digitales”. Es paradójico que AMLO privilegie a los medios “digitales” en sus conferencias mañaneras, pues no cuentan con el alcance de los medios tradicionales para multiplicar sus mensajes. Solo durante este año, AMLO ha convocado cinco veces a la radio y la televisión para que se unan en la transmisión de su conferencia mañanera a través de “cadenas voluntarias”.

AMLO pierde, cada mañana, la oportunidad de establecer su liderazgo en momentos de crisis al utilizar el tiempo de las conferencias diarias para criticar a sus adversarios, incluyendo a los medios de comunicación. Mientras que las encuestas muestran una caída constante en su aprobación, AMLO prefiere evadir la responsabilidad y culpar a gobiernos pasados y a enemigos reales e imaginarios. El presidente debería saber que las crisis necesitan comunicar información veraz y oportuna y que, para ello, los medios tradicionales son sus mejores aliados.

Conferencias matutinas Andrés Manuel López Obrador

17 ABRIL 2020

Días de gobierno: 504

Conferencias de lunes a viernes: 348

Días que el presidente no ha entregado sus análisis de salud: 270

1. Probabilidad de realizar una pregunta

- 55% de probabilidad de que un periodista que hace una pregunta esté sentado en la primera fila.

- 23% de probabilidad de que un periodista que hace una pregunta esté sentado en la segunda fila.

2. Tipo de medios que preguntan en las conferencias

Los aliados en las conferencias de AMLO
Los aliados en las conferencias de AMLO

3. Menciones a medios de comunicación

1. Reforma: 144 veces
2. El Financiero: 38 veces
3. El Universal: 31 veces
4. Televisa: 24 veces
5. The Wall Street Journal: 21 veces
6. Financial Times: 12 veces
7. Milenio: OCHO veces
8. El País: CINCO veces
9. The New York Times: CUATRO veces
10. Televisión Azteca: UNA vez

4. Visitas en Facebook

Seguidores de AMLO en Facebook: 7,4 millones
Promedio de vistas de las conferencias en Facebook:
529 mil (SIETE POR CIENTO DE SUS SEGUIDORES)

Director General de SPIN. Twitter: @luisestrada_

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