El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) convoca a conferencias de prensa no necesariamente para responder puntualmente las preguntas de la prensa, sino para utilizar cada oportunidad para contrastar su proyecto de gobierno con los inmediatamente anteriores y comparar su accionar cotidiano con los tres momentos fundacionales de la historia de México: Independencia, Reforma, Revolución. El gobierno de AMLO, que él mismo ha denominado La Cuarta Transformación, no documenta con información sus respuestas sobre los supuestos avances, sino que refiere al pasado tantas veces como sea necesario para evitar confrontar la realidad, ya sea en forma de pasaje histórico o de anécdotas que no pueden comprobarse. Así, AMLO acostumbra evadir las respuestas para repetir su visión de los hechos, generando polémica con datos y afirmaciones que no se pueden corroborar.

Las contradicciones de las conferencias de AMLO
Las contradicciones de las conferencias de AMLO

Las conferencias de prensa diarias de AMLO son únicas en el mundo. De la misma forma que otros presidentes prefieren una sola herramienta de comunicación (Bolsonaro en Brasil y Bukele en El Salvador usan Facebook; Trump en Estados Unidos usa Twitter; Chávez y Maduro en Venezuela y Correa en Ecuador usaron la radio), AMLO utiliza las conferencias de prensa, con la particularidad de que privilegia la primera fila (56%), en donde se sientan periodistas principalmente de medios “digitales”, que realizan 39% de las preguntas (25% son de prensa impresa, 14% de radio y 12% de televisión). Dicen que la primera fila es ocupada por quienes llegan más temprano, al parecer incluso en las conferencias fuera de Palacio Nacional.

Es ilustrativo que la respuesta más larga en el primer año de conferencias (45 minutos), haya sido a pregunta de un periodista de medios “digitales”, sentado en primera fila y sobre un tema distinto al de los acontecimientos en Culiacán, cuando aún no se contaba con una versión oficial. Resulta contradictorio que el presidente que convoca a conferencias de prensa diarias cultive la especulación por semanas.

A través de ejemplos personales que buscan generalizar comportamientos y actitudes, y especialmente sin empatía por víctimas ni pésame a familiares, las primeras 252 conferencias de AMLO serán recordadas porque dieron de qué hablar pero no fijaron la agenda; abrieron nuevos frentes sin administrar las crisis existentes; usaron la audiencia cautiva de la prensa en eventos protocolarios; y fueron espacios de descalificación de “adversarios” del gobierno. Más aún, las conferencias de prensa de AMLO perderían impacto noticioso por repetitivas, encubriendo los potenciales logros y avances de su gobierno.

Director General de SPIN.
Twitter: @luisestrada_

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