Durante 10 conferencias de prensa, la secretaria de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero , sustituyó al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien se ausentó debido a estar contagiado por COVID-19. En una decisión que buscó proyectar más gobernabilidad que comunicar, fue la secretaria Sánchez Cordero, y no el vocero Jesús Ramírez (ya recuperado de su contagio por COVID-19), quien se presentó a las 7 de mañana en Palacio Nacional para contestar las preguntas de las y los reporteros, y a dar el “parte médico” diario de la salud del presidente.
Contrario a lo que afirma el gobierno del presidente AMLO acerca de las conferencias de prensa, quedaron evidenciados diversos aspectos que refuerzan la percepción de que las conferencias están lejos de ser una herramienta de información, rendición de cuentas o transparencia, y más bien se proyectan como un ejercicio de propaganda gubernamental. La secretaria Sánchez Cordero dejó de lado lo más mencionado por el presidente AMLO, y se concentró en exponer temas relacionados con sus responsabilidades en Segob mismos que, al agotarse, dejaron como única opción repasar las efemérides de 2021. Difícil pensar en otra semana más con la titular de Segob a cargo de las conferencias matutinas.
De acuerdo con las cifras de SPIN, en sus 10 conferencias, la secretaria Sánchez Cordero mencionó 43 veces “mujer/mujeres” (promedio de cuatro veces); cuatro veces “feministas/feminismo”; y dos veces “machista/machismo”, mientras que el presidente AMLO, en 540 conferencias, ha mencionado 319 veces “mujer/mujeres” (menos de una vez, en promedio, por conferencia); 58 veces “feministas/feminismo”; y 22 veces “machista/machismo”. La secretaria Sánchez Cordero mencionó dos veces “violencia de género” y cuatro veces “aborto”. El presidente AMLO, en todas las conferencias de lunes a viernes en más de dos años de gobierno, no ha mencionado nunca “violencia de género” y sólo una vez ha mencionado “aborto”.
Por dos semanas, el enfoque del contenido de las conferencias de prensa diarias fue diferente. La secretaria Sánchez Cordero no mencionó “neoliberales” ni “conservadores”, mientras que el presidente AMLO las menciona cada una, en promedio, tres veces por conferencia. “Corrupción”, mencionada por el presidente AMLO más de ocho veces en promedio por conferencia, fue solo mencionada por la secretaria Sánchez Cordero cinco veces en 10 conferencias. “Justicia”, mencionada 974 veces por el presidente AMLO (dos en promedio por conferencia), fue mencionada 48 veces por la secretaria Sánchez Cordero (casi cinco en promedio).
Más allá de las anécdotas respecto de si la secretaria Sánchez Cordero sabía o no dónde estaba el presidente recuperándose del contagio por COVID-19, o si se molestó por los cuestionamientos acerca de su votación como ministra de la Suprema Corte sobre el caso de Lydia Cacho, fue evidente que no se sintió cómoda con las preguntas diarias de los medios de comunicación, a pesar de que dos de cada tres preguntas fueron de medios “digitales” (64 por ciento), y solo 22 por ciento fueron preguntas de la primera fila (con el presidente AMLO, los medios “digitales” preguntan el 47 por ciento de las veces, y quienes se sientan en primera fila tienen 55 por ciento de probabilidad de preguntar).
Sin las anécdotas históricas del presidente AMLO, y sin las menciones a sus enemigos, reales e imaginarios, las conferencias de prensa duran menos tiempo: en promedio, las conferencias de la secretaria Sánchez Cordero duraron 83 minutos, mientras que las del presidente AMLO duran 106 minutos. Más aún, sin novedades por casi tres semanas de la llegada de vacunas y sin gran avance en la vacunación, la mayor expectativa de las conferencias de la secretaria Sánchez Cordero fue el estado de salud del presidente, mencionado 28 veces por la secretaria Sánchez Cordero antes de que el presidente AMLO publicara un video dando un mensaje, y solo seis veces después del mensaje. Será crucial ver si la recuperación del presidente AMLO le permite extender las respuestas en sus conferencias de prensa como lo hacía hasta antes de ser contagiado por COVID-19.
