Hemos escrito en repetidas ocasiones sobre la gran oportunidad que tiene nuestro país en apalancar nuestra cercanía al mercado más grande del planeta, para construir una economía con ventajas competitivas y crecimientos sin precedentes. El distanciamiento del mundo occidental, particularmente de Estados Unidos, con China nos presenta oportunidades relacionadas con el multi mencionado concepto de “nearshoring”. Se ha hablado tanto de este tema, que corremos el riesgo de tomarlo como algo que ya se tiene garantizado, cuando la realidad es que no estamos tomando las medidas adecuadas para explotar esta oportunidad al máximo. Sin duda, vale la pena entender exactamente en qué consiste esta oportunidad y cómo nos podemos preparar para aprovecharla mejor.

Nearshoring se refiere a la estrategia de las empresas que buscan trasladar sus operaciones a países cercanos con costos de producción más bajos. Este término ha tomado mucho auge en los últimos años, sobre todo a raíz de todos los retos que se han vivido en la cadena de suministros a nivel mundial después de la pandemia. La lejanía física en las cadenas productivas ha complicado mucho su solución efectiva. En las últimas décadas, China se ha convertido en una parte muy importante de las cadenas de valor de la mayoría de las empresas del mundo. La oportunidad para México tiene que ver con la cercanía de nuestro país con Estados Unidos y con su distanciamiento político con China. Algunas de las ventajas que tenemos son obvias: Estar cerca permite visitas más frecuentes al sitio de fabricación y mejora el control de la propiedad intelectual. Una mayor proximidad también resulta en mayor velocidad de comercialización y un control más efectivo de la cadena de suministro. Además, nuestro país presenta ventajas culturales y de lenguaje vs un país como China. También, al estar más cerca, el costo de transportación y de gestoría aduanal es menor. Todo esto, sin tomar en cuenta la gran ventaja en aranceles que tenemos por el TMEC.

Gracias a todos estos factores, México se ha beneficiado de la necesidad que tienen empresas norteamericanas de sustituir sus cadenas de valor apalancadas en China. No es casualidad que instituciones como Bank of America , han afirmado recientemente que “La pérdida de China es la ganancia de México: una cadena de suministro global transformada significa que la inversión en nearshoring en el país es una oportunidad de una vez en la vida.” Las cifras en niveles altos históricos de inversión extranjera y la fortaleza de nuestro peso frente al dólar, demuestran que la necesidad es real y que las empresas lo están buscando. Sin embargo, es importante puntualizar que todo esto ocurre a pesar de que no existen programas, ni grandes estrategias que promuevan de manera intencional y agresiva nuestro posicionamiento como la mejor opción de “nearshoring” en nuestro hemisferio. La firma de consultoría Bain & Company estima que la oportunidad representa cuando menos 2% de mejoría en el PIB de nuestro país. Es decir un potencial de crecimiento adicional de $26 Billones de dólares en nuestra economía. Es algo que simplemente no se debe desperdiciar.

Sin duda, el panorama es muy prometedor; sin embargo, temas como la inseguridad, la falta de inversión en infraestructura, el uso de energías renovables y la incertidumbre en las políticas públicas son algunos de los principales retos a resolver para México a fin de evitar que se cierre esta ventana de oportunidad. La tecnología y la innovación también jugarán un papel fundamental para convertirnos en el principal destino de inversión del futuro; necesitamos formar talento humano, adoptar soluciones tecnológicas, y apostar por la transformación digital de toda nuestra economía.

Si los inversionistas consideran que no existen las condiciones adecuadas para la reubicación de sus cadenas de valor en nuestro país, buscarán otro destino. Es por eso que debemos establecer un plan integral y concreto que nos permita explotar esta oportunidad al máximo. Debería de ser una de las principales prioridades de nuestro gobierno en los próximos meses. Las cadenas de suministro mundiales ya se están adaptando rápidamente a esta nueva realidad y nuestra ventaja competitiva no durará para siempre.

Presidente del Comité de Difusión de la COPARMEX
*@LuisEDuran2,

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