Luis Duran*
Milton Friedman, uno de los intelectuales y economistas más influyentes del siglo pasado, solía decir: “Solamente una crisis, real o percibida, produce un cambio real”. Esto sin duda es una manera de decir que únicamente cuando tenemos una gran dificultad enfrente buscamos de cualquier manera posible salir adelante. Cuando las cosas están aparentemente bien es difícil hacer cambios fundamentales que lleven a transformaciones que nos ayuden a seguir estando a la vanguardia de las oportunidades. En nuestra columna pasada hablamos de las empresas que dejaron de innovar y dejaron de ser competitivas. Ahora que estamos ante una de las peores crisis en la historia de la humanidad, corremos el riesgo de quedarnos en los titulares negativos y en todas las dificultades que seguramente tendremos que enfrentar en los próximos meses. Ya lo hemos visto, la historia está repleta de oportunidades perdidas por no actuar con decisión ante situaciones complejas.
En la cultura china los dos caracteres que representen la palabra crisis (“Wei Ji”), están formados de la palabra “Wei” que significa peligro y “Ji” que significa oportunidad. Todo depende del cristal con que se vean y aquí la visión y rol del líder es fundamental. ¿Cuáles son las características de liderazgo que llevan a que las empresas tengan éxito, bajo cualquier circunstancia pero especialmente en tiempos como los que estamos viviendo? Recientemente el Boston Consulting Group (BCG) publicó un ensayo con precisamente algunas de estas respuestas, basado en más de 750 transformaciones exitosas, buscando encontrar cuáles son los principales rasgos del liderazgo transformador que lleva a que las empresas y organizaciones tengan mayor éxito en tiempos de grandes retos. Algunas de ellas son:
“Líderes que toman acciones decisivas rápidamente y lanzan un programa de transformación formal”. En pocas palabras, las acciones hablan más que las declaraciones. Para que una transformación trascendental ocurra es indispensable implementar un programa que la persiga. Con mediciones y responsabilidades claros.
“Consiguen fondos disponibles inmediatamente para financiar el proceso y cuentan una historia convincente de cambio”. El líder debe de convencer e inspirar hacia cualquier proceso de cambio y debe de enfocar los recursos adecuados para que las iniciativas de transformación tengan éxito. Nada peor que lanzar procesos de cambio sin el enfoque o inversión adecuada.
“Tienen un énfasis explícito en impulsar el crecimiento y aumentar la vitalidad de la organización”. En la organizaciones que tienen grandes retos, en ocasiones es fácil caer en el paradigma de reducir costos. Lo cual es muchas veces indispensable, pero la verdadera transformación debe de estar basada en el crecimiento.
“Ser capaces de pensar como un nuevo Director General”. Como lo hemos mencionado anteriormente, el peor enemigo de la innovación es el status quo. Para transformar de manera real y profunda es indispensable tener una visión nueva y fresca de las oportunidades. Lo que funcionó anteriormente no es necesariamente lo que va hacer la diferencia en el futuro. Nos dice el ensayo del BCG que un nuevo Director General aumenta las probabilidades de éxito en las transformaciones en 7 puntos porcentuales. Hace algunos años uno de mis mentores me decía: para tener éxito como ejecutivo es necesario tener una paranoia sana. Es decir, buscar constantemente reinventarte.
Innovar o morir.
“Un líder transformacional entiende que la transformación es una carrera sin línea de meta”. Es indispensable que el líder esté cercano a la organización y sea capaz de mantener el enfoque y energía en los cambios adecuados y evitar las distracciones (que siempre ocurren) a toda costa. Para esto nos sirven la planeación estratégica y los planes a largo plazo. Las transformaciones no tienen fecha final, simplemente se van adecuando a las nuevas circunstancias. El líder efectivo debe buscar siempre actuar con audacia y buscando nuevas maneras de energizar y renovar su organización.
La crisis del COVID-19 nos tomó a todos por sorpresa. Sin duda, fue un factor externo que a todas las organizaciones nos ha llevado a buscar adaptarnos. Más allá del factor externo, es importante que ante todo, reconozcamos que el futuro y búsqueda de oportunidades depende de cada organización. El rol del líder es fundamental. Las oportunidades ahí estarán para los que sepan adaptarse, cambiar con decisión y posicionar a sus equipos para vencer las dificultades que seguirán saliendo sobre el camino.
* Director General de Strategy Primus y Presidente de la Comisión Nacional de Educación de la COPARMEX, @LuisEDuran2