Decía Walter Whitman, el gran poeta y humanista norteamericano del siglo 19: “Nada perdura más que las cualidades personales”. En esta época de grandes avances tecnológicos y de impresionantes inventos que han revolucionado las formas de trabajar, corremos el riesgo de ignorar una de las necesidades más importantes para los empleadores: La del desarrollo de habilidades personales, blandas o “soft skills” (como se les conoce universalmente en inglés). Los que hemos sido responsables de organizaciones y el desarrollo profesional de personas sabemos que tener talentos técnicos en un trabajo, puede llevar a un empleado sólo hasta cierto punto. Pero convertirse en un empleado estelar o en un líder admirado requiere un arsenal de habilidades que son más difíciles de medir pero críticas para el éxito. Estas habilidades son un conjunto de comportamientos, rasgos de personalidad y hábitos de trabajo, como la colaboración, el pensamiento crítico, la perseverancia y la comunicación, que ayudan a las personas a prosperar. La realidad es que muchas organizaciones hoy en día valoran estas habilidades “blandas” inclusive más que los conocimientos técnicos. Por ejemplo, según el informe de Tendencias Globales de Talento 2019 de LinkedIn, el 89 por ciento de los reclutadores dicen que cuando un empleado no funciona, generalmente se debe a una falta de habilidades blandas.

La pregunta obligada es ¿si esta necesidad es tan obvia porque es difícil encontrar estas habilidades en los profesionales? La respuesta tiene mucho que ver con el enfoque a la tecnología como la respuesta a todos los problemas del mundo. Aunque las habilidades técnicas o “duras” muestran la experiencia y comprensión de una capacidad medible en particular, las habilidades personales indican la capacidad de una persona para trabajar con otros y crecer dentro de una empresa. Esto es particularmente importante porque muchos empleadores están priorizando las habilidades blandas durante la contratación. En el reporte “El futuro del trabajo 2021” de la firma global de empleo Monster, se habla de algunas de las más importantes. Cuando se les pidió a los empleadores que nombraran las habilidades principales que querían en los empleados, citaron habilidades personales como confiabilidad, orientación al servicio, trabajo en equipo/colaboración, flexibilidad y resolución de problemas.

Hay muchas maneras en las que las empresas y los mismos empleados se pueden asegurar que pueden construir estas habilidades sobre el tiempo. Algunos ejemplos:

Realidad virtual. La experiencia del mundo real es un maestro excelente, pero la realidad virtual podría ser la siguiente mejor cosa. Una encuesta de PwC encontró que los estudiantes de realidad virtual estaban cuatro veces más enfocados que otros estudiantes y se sentían un 275% más seguros para actuar sobre lo que habían aprendido.

Aprendizaje en línea. No hay escasez de clases en línea o programas de aprendizaje que se dirigen a las habilidades blandas. Ante las múltiples ofertas hay que hacer la tarea y encontrar los que verdaderamente entreguen estas habilidades.

Coaching / mentoring. Aprender de personas con más experiencia es uno de los métodos más antiguos y efectivos para asegurar el aprendizaje.

Gamificación. Agregar un elemento divertido como la gamificación aumenta el aprendizaje de manera informal y efectiva en el lugar de trabajo.

Ante un mundo que cada vez se apalanca más en tecnologías avanzadas es indispensable tener esfuerzos paralelos para desarrollar estas habilidades “blandas” al mismo tiempo. Es menester de todos, gobierno, empresas, jovenes y profesionales. La sociedad y las empresas prosperan cuando las habilidades personales se valoran tanto como las técnicas.

Director General de Strategy Primus y Presidente del Comité de Difusión de la Coparmex
@LuisEDuran2

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