Los movimientos de marzo 8 alrededor del Día Internacional de la Mujer nos recuerdan la importancia de atender con urgencia la disparidad de género que existe en México. La pandemia de Covid-19 ha levantado nuevas barreras para construir economías y sociedades inclusivas y prósperas. Hace unos días, el Foro Económico Mundial publicó un reporte sobre este tema donde demuestra que la desigualdad se ha agudizado a nivel mundial. Las brechas de género preexistentes han amplificado la crisis de manera asimétrica entre hombres y mujeres.
El índice del Foro Económico Mundial de la brecha de Género compara la evolución de las brechas basadas en el género en cuatro dimensiones clave: La participación y oportunidades económicas, los logros educativos, la salud y supervivencia, y el empoderamiento político. Este índice es muy útil porque hace un seguimiento de los avances hacia la eliminación de estas brechas a lo largo del tiempo. Los resultados son contundentes. El mundo ha empeorado de manera importante en la equidad. A medida que el impacto de la pandemia de Covid-19 continúa sintiéndose, el cierre de la brecha de género mundial ha aumentado significativamente. Cuando previamente se esperaba que esta brecha se cerraría en 99 años, ahora se pronostica que será en 135 años. Un retraso de una generación.
A nivel global, la distancia cubierta para alcanzar paridad es de 68%, una pérdida de 0.6% vs el año pasado. La brecha de género en el empoderamiento político sigue siendo la más grande de las cuatro brechas medidas, con solo el 22% cerrado hasta la fecha. En los 156 países cubiertos por el índice, las mujeres representan solo el 26% de 35,500 escaños parlamentarios y tan sólo el 23% de más de 3,400 Ministros en todo el mundo. En 81 países, hasta el 15 de enero de 2021, nunca había habido una mujer como jefa de estado. Al ritmo actual de progreso, se estima que pasarán 145 años para lograr la paridad de género en la política. La brecha de género en la participación y las oportunidades económicas sigue siendo la segunda más grande de las cuatro. Según los resultados de este año, solamente el 58% de esta brecha se ha cerrado hasta el momento. Se estima que tardará otros 267 años en cerrarse. Para los que no creen que este es un tema real de medición de prosperidad a nivel mundial, basta revisar los índices de los mejores países. Islandia, Finlandia y Noruega son los países con el índice más cercano a la paridad de género con porcentajes de 89%, 86% y 85% respectivamente. No es casualidad que también son países que regularmente están en lo más alto de la clasificación como países ejemplares en el bienestar de sus ciudadanos. México se ubica en la posición #38 a nivel mundial, habiendo descendido 9 lugares sobre la medición del 2020. Es evidente que todavía nos falta mucho por hacer.
Las estrategias de recuperación que tengan en cuenta las cuestiones de género serán fundamentales para recuperar el terreno perdido durante 2020 a fin de evitar cicatrices a largo plazo en el mercado laboral. La tarea es difícil, pero no imposible. Los líderes tienen una oportunidad sin precedentes de construir economías más resilientes y con igualdad de género invirtiendo en lugares de trabajo inclusivos, creando sistemas de atención más equitativos, promoviendo el ascenso de las mujeres a puestos de liderazgo, e incorporando la paridad de género en el futuro del trabajo.
@LuisEDuran2