El silencio respecto al proceso de modernización del Acuerdo Global entre México y la Unión Europea [que se conoce como tratado de libre comercio Unión Europea México (TLCUEM)], ha sido ensordecedor. Este proceso de renegociación inició hace más de dos años y está, en principio, casi terminado. La pronta conclusión de este tratado, su firma e inicio del proceso de aprobación en el Senado en México y los parlamentos europeos son cruciales para la competitividad del país, en particular en vista de las circunstancias que actualmente experimenta el mundo y la ventaja comparativa fundamental de México al ser la única economía emergente que puede tener, de manera simultánea, acuerdos ambiciosos en América del Norte y con Europa, Asia y América Latina.
Ante el deterioro del panorama económico global, el posicionamiento de la economía nacional como destino privilegiado de inversión cobra significativa importancia. En los próximos y complejos meses, no son muchas las noticias positivas que pueden darse. La modernización del TLCUEM sería una de ellas.
Las principales ventajas de concluir e implementar esta negociación incluyen las siguientes:
1.- La coexistencia del TLCUEM con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) o el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), maximiza la probabilidad de la permanencia del TLCAN y la aprobación del T-MEC. México será en pocos años el mercado más grande del mundo para Estados Unidos y, por lo tanto, para los exportadores de ese país asegurar el mejor acceso al mercado mexicano es imprescindible.
2.- La coexistencia del acuerdo con Europa, el TLCAN o T-MEC, el acuerdo transpacífico y la Alianza del Pacífico crea un poderoso incentivo para favorecer al contenido nacional que es el común denominador de las reglas de origen de cada uno de ellos. Además de este efecto de la coexistencia, la manera más eficaz para promover el contenido nacional de las exportaciones es asegurar la disponibilidad de gas natural a precios competitivos en todo el país.
3.- La reciente conclusión de la negociación de un tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur hace más urgente lograr la modernización del Acuerdo Global. Si se termina este proceso en 2019, es altamente probable que se consiga la aprobación del nuevo acuerdo en los parlamentos europeos antes de que lo hagan con Mercosur por las dificultades intrínsecas de ese tratado para el sector agropecuario y las diferencias con el gobierno del presidente Bolsonaro de Brasil en materia ambiental y otras.
4.- En el ámbito sustantivo, la modernización hace contribuciones importantes. Entre ellas vale la pena destacar:
a) Incremento en el acceso preferencial a Europa para exportaciones agropecuarias mexicanas, en especial frutas (incluido el plátano) y hortalizas, pero también pecuarias. Este acceso incremental hace atractiva la modernización para muchas regiones del país.
b) Un ambicioso capítulo de inversión que consolida el régimen de apertura de los sectores energéticos, telecomunicaciones, financiero y otros, así como protección plena para expropiaciones directas e indirectas, a diferencia del T-MEC con respecto a Estados Unidos.
c) Por primera vez, un capítulo de compras de gobierno que aplica no sólo el gasto federal sino al ejercido por los gobiernos estatales que se sumen a este compromiso. El hecho de que las compras estatales queden sujetas a disciplinas y licitaciones internacionales puede jugar un papel muy importante en la mejora de las prácticas de adquisiciones, en asegurar que no se privilegie indebidamente a proveedores locales, se mejore el precio y calidad de bienes y servicios y se luche contra las prácticas de corrupción que han sido tan comunes en este ámbito de gobierno.
Amén de la mejor cobertura del TLCUEM modernizado y la incorporación de nuevas disciplinas, su conclusión, firma y proceso de aprobación tienen una relevancia simbólica con respecto al sentido de dirección de la economía nacional y de sus instituciones en el largo plazo.
Una mejor integración con la Unión Europea muestra un compromiso con el objetivo de diversificación de mercados para contar con alternativas con respecto a fluctuaciones de la economía de Estados Unidos, diversificación de proveedores para asegurar las mejores condiciones de precio, calidad y tecnología, así como diversificación de fuentes de inversión.
De la misma manera este tratado renovado representaría una confirmación del compromiso de México para con la apertura y su inserción a la economía global por parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Este sería el primer gran tratado negociado, firmado y aprobado por su gobierno.
Finalmente, en un ambiente internacional y doméstico en el que no pocos han cuestionado el valor de la democracia, el Acuerdo Global entre México y la Unión Europea contiene, como componente esencial, la cláusula democrática y de diálogo político con el objetivo asegurar su práctica y profundización tanto en Europa como en México, y que lo condiciona a su permanencia y respeto.
La sola reconfirmación del compromiso con la apertura y la democracia hace de la modernización del tratado con la Unión Europea crucialmente estratégica para México en un contexto de alta volatilidad y falta de dirección en el mundo.
Twitter: @eledece