Mediocres del mundo, yo os absuelvo!
Nos hemos escandalizado frente a la legalización del contrabando, el círculo rojo, en sus mesas de café, enrojece de coraje cuando comenta que, mediante una “cooperación”, cientos de miles, millones de coches fronterizos serán regularizados y… la neta, nada puede hacerse.
Sin embargo, el pueblo bueno y sabio aplaude hasta desangrarse las palmas al amado líder , él que los comprende, él que los solapa, él que los atiende y él que lo puede todo.
Un usuario de redes sociales me soltó la verdad como un relámpago de epifanía: pinche chayotero, ya vas a sacar tu bandera pedorra de la ecología, ¡touché!
Vámonos clarito: que hoy existen más mexicanos ilusionados por hacerse de una carcacha siniestrada y parchada en los Estados Unidos que por reducir las emisiones de carbono, mejor que lo aceptemos y entendamos.
¿Que el cochecito contamina mucho?, les vale madre, ¿que la industria nacional tendrá pérdidas severas?, les vale madre, ¿que atenta contra el estado de derecho?, les vale dos veces madre, ¿que habrá pérdida de economía y, por consecuencia, de empleos en la formalidad?, les vale un millón de veces madre.
Creo que no nos estamos entendiendo, son muchos más los millones de mexicanos que aplauden el populismo de López Obrador que los que lo repelen, el discurso y las acciones oficialistas apelan al coraje y al resentimiento, al reclamo, legítimo, de aquellos que en el pasado devoraron las arcas y vieron al jodido de soslayo... ¿qué hace mientras tanto la oposición?
Vemos en la foto a los coordinadores de la Cámara de Diputados cual pavorreales frente a la Corte, orgullosos de impugnar una pregunta de revocación de mandato ¡que sus pares en el Senado aprobaron!... Evidentemente, ¡también les vale madre!
No queda otra, habrá que ir aceptando que la razón no gobierna y que las consecuencias, carísimas, llegarán tarde o temprano y tendremos que pagarlas. El país ha cambiado. Las tropelías de nuestros antiguos dirigentes provocaron esto: que el pueblo bueno y sabio venere, como un Dios, a un presidente de chocolate.
DE COLOFÓN.-
El caso de Alex Saab, detenido en Cabo Verde y extraditado a Estados Unidos por lavar dinero al régimen dictatorial de Nicolás Maduro , pone los pelos de punta a más de un funcionario de la 4T y a un buen número de empresarios que se beneficiaron de intercambiar putrefacta comida por barriles de petróleo, algunos destacados nombres: Joaquín Leal, los hermanos Landsmanas de Kosmos y La Cosmopolitana, Fernanández Francés de El Sardinero o Vaca Pérez de Rice & Beans… ¿Cuánto cantará Don Alex?