Sería increíble poder ver a Claudia Sheinbaum en una boleta de revocación de mandato, así nada más, por la anécdota, para ver qué pasa, para confirmar que el pueblo bueno y sabio de la capital del país aún la estima y quiere como su gobernante legítima.
Ya sé que hay cientos de trabas jurídicas, supongo que los defensores de la futura “presidenta” se van a poner leguleyos, buscarán decenas de excusas, pero la jefa debería seguir los pasos de su jefe, López Obrador , y hacer una “consulta” a la ciudadanía, ¿volvería a obtener 47% de los votos como en 2018?, ¿ganaría simpatías en las alcaldías dónde hoy gobierna la oposición?, ¿la recordarían con cariño en Tlalpan, donde gobernó como delegada?
Sí ya sé, ya sé… Eso no va a pasar, es infructuoso, sería un gastadero de dinero a lo bruto, nos distraeríamos de los temas importantes para la capital y un largo etcétera, pero el ejercicio se antoja interesante porque muchos gobernantes de la oposición, además de Sheinbaum, no la tienen nada fácil con sus gobernados.
Por ejemplo, Cuitláhuac García , en Veracruz es visto, cada vez más, como un gobernante de víscera peligrosa que encarcela a sus opositores a la menor provocación, ¡tiene a más de siete en prisión!, hasta la misma Comisión Nacional de Derechos Humanos, que hoy parece más de ornato, ha emitido una recomendación en contra de la fiscalía estatal que de autónoma no aguanta ni un chiste.
No estoy seguro de que en Morelos la gente vuelva a votar por Cuauhtémoc Blanco para ser gobernador, ya lo habían probado antes como alcalde de Cuernavaca, ¿estaban seguros los votantes cuando lo premiaron como lo hicieron en 2018 o fue la emoción del momento? La verdad es que, lejos de cambiar, la cosa en Morelos pinta de miedo y el gobernador parece más preocupado en justificar sus fotos con narcotraficantes y pelearse con la pasada administración de Graco Ramírez que por mover un dedo contra la delincuencia que aterra a miles de morelenses. ¿A poco hoy todavía hay quién lo ve como presidenciable?
Otro caso, ¿cómo le iría a Rutilio Escandón en Chiapas a tres años de su gobierno?, con el tema de migrantes desbordado en violencia, inseguridad y hartazgo parece que pierde puntos, aunque el asunto sea, más bien, una responsabilidad federal, pero tampoco ha logrado avances significativos en el combate a la pobreza que azota al estado con algunas de las regiones más marginadas del país. Aunque, si nos atenemos a los rankings de popularidad, el gobernador no sale mal parado.
Pero, ¿y los gobernadores de oposición?, ¿qué pasaría con Diego Sinhue , en Guanajuato, o con Enrique Alfaro, en Jalisco, por citar un par de ejemplos?... Sin embargo, siendo congruentes, ninguno de esos mandatarios viene “del movimiento de transformación moral” que canta López Obrador, no le deben lealtad política al presidente ni están obligados a seguir su ejemplo, ajá, aunque no dejaría de ser interesante lo que pasaría si se sometieran al juicio de sus gobernados.
Veremos si en tres años algún gobernador, o sus opositores, con reglas jurídicas más claras, se animan a someter al pueblo una hipotética revocación de mandato. A fin de cuentas, en la mayoría de los estados ese ejercicio sería mucho menos surrealista que el capricho de nuestro presidente para el próximo 10 de abril.
De Colofón
.- Microsoft pagó más 68 mil millones de dólares por Activision , una empresa de videojuegos, que lo coloca como uno de los más fuertes competidores en el sector y da cuenta de la importancia global de la industria, que ya no es un asunto exclusivo de infantes.
México tiene un gran mercado gamer y genera a muchos programadores de gran nivel para el mundo… Pero el gobierno de la 4T solo entiende de decálogos morales y se apresta a lanzar una campaña llena de prejuicios.