Creo que nos estamos perdiendo de algo, de algo importante… La vida es eso que pasa mientras nuestro presidente se vuelve una cascada de axiomas, mientras la 4T ebulle la historia con maquetas baratas, aunque al final, muy a su pesar, la historia siempre se quede ahí.
Shakespeare.
De verdad, que algo se nos va de las manos, estamos tan inmersos en la futilidad de nuestro gobierno y de nuestros gobernantes que se nos olvida que existe algo más importante fuera de su estupidez, de su arrogancia , de su impertérrita inacción frente al desastre.
López Obrador
lleva 32 meses en el poder y aún le faltan 37 más, cierto que durante estos tiempos de transformación hemos visto ocurrencias que cuestan vidas, negligencias durísimas, que hubiesen sido inimaginables en otros sexenios, hemos visto la investidura presidencial vapuleada por el mismo presidente hasta el ridículo de su caricatura… Sí, vaya que la cosa está jodida.
¿Y que hemos hecho, más allá de la indignación?, yo le insisto en que la vida es eso que pasa mientras hacemos corajes por la mañanera.
Nuestros bolcheviques región cuatro ascienden y desgarran lo poco de democracia que nos queda y la “ sociedad civi l”, prensa incluida, se vuelve un fierro viejo y gritón, un recuerdo estorboso, un bulto repleto de lugares comunes que a nadie importan ya… Tiene razón el presidente en ningunear a quién no le hace ni cosquillas.
Pero, lo peor, el debate se queda estancado en el café agriado ya de tanto rezongo, porque al final, ¿sabe usted?, los muertos y las masacres siguen, los niños sin medicinas igual, la economía paralizada y un larguísimo etcétera de tragedias que no parecen terminar pronto.
Y al final, nuestro país frente al desastre con dos narrativas de viejo: la de un viejo iluso que todo lo ve bien y la de otro viejo amargado que todo lo ve mal.
¿Qué nos toca?, ¿le soy franco?, no tengo muy claro aún…
Pero, ahí le va un ejemplo: La Asociación Civil , Nariz Roja , lanzó una colecta en redes sociales para juntar dinero y buscar, a como dé lugar, medicamento para niños con cáncer en varios estados de la república, su esfuerzo, a pesar de lograr millones de pesos, apenas alcanzará para unas cuantas semanas, ¿insuficiente?, totalmente, pero al menos es algo que trasciende la pasividad del enojo, es un ejemplo, partamos de ahí.
Estoy seguro de que el empresariado mexicano podría hacer mucho más por este país, sin embargo, hay un tema que avergüenza, porque gran parte de ese empresariado teme que mover un dedo “se interprete” como una señal de rebeldía en Palacio Nacional , ojalá tomen más riesgos.
¿Le cuento un secreto?, López Obrador y su régimen 4T se acabará algún día, quizá en 37 meses, quizá antes, quizá un poco después… Usted y yo seguiremos, ¿qué podríamos ir haciendo para que reconstruir el país no sea tan complicado en un futuro más o menos cercano?
DE COLOFÓN.—
¿Sabrá López Obrador que los baches no son fosas clandestinas?, ambos pululan en el país, pero tapando unos no se acaban otros.