Francamente, no me imagino al entonces abogado postulante, que lo fue por más de 25 años, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea , defendiendo los argumentos que con tanta elasticidad ideológica y vehemencia soltó al pleno de la Corte la semana pasada.

“El que da y quita, con el diablo…”

Aunque, como argumentación jurídica evoca a los grandes trapecistas del circo más estrambótico, considero que deja mucho que desear la postura del ministro presidente y de sus compañeros, que hicieron tremenda maroma para imaginarse constitucional el sanbenito y el capirote.

Tan pequeños, tan nimios y tan débiles ante el embate institucional, prefirieron dar a luz un arlequín jurídico de palacio, chistoso y barato, que comportarse a la altura de su investidura.

Ni modo, al menos la ciudadanía pensante, preocupada y ocupada en que este país salve las migajas democráticas que aún le quedan, sabe que no cuenta con su pequeña corte que será, seguramente, sometida con un par de llamadas, con las amenazas de unas cuentas bloqueadas y el terror de un expediente abierto, que si bien no será para ellos directamente, sí le afectará a sus cercanos, ¡pórtense bien, ministros, o hay tabla!

La decisión de la pequeña corte cierra una poderosa puerta de institucionalidad y le brinda armas a movimientos violentos que están a un paso de tomar medidas cada vez más y más peligrosas para darle cauce a la frustración que se genera entre millones de mexicanos que ven cancelado su futuro, su patrimonio y su libertad.

Ante las locuras de Palacio tendremos el respaldo de una lectura perversa y manipulada de la ley, si el presidente quiere que la noche sea día, no habrá problema: ¡una maroma del pleno concederá su deseo, sin chistar!

Poco a poco todos terminan genuflexos ante el país de un solo hombre, ante el México imperial, ante el movimiento que se aprovechó de la rabia para convertirla en venganza destructora, por ahí van también los organismos autónomos, por ahí los enclenques partidos políticos y el robusto congreso famélico de sentido común, todos con miedo, por ahí los periodistas que mejor ya le apuestan a la autocensura, por ahí los empresarios aterrados a perder la inversión y declararle a sus accionistas pérdidas irrecuperables, todos apostando a que la 4T será eterna, inamovible por décadas, todos chiquitos, todos con la cola entre las patas.

Pero no, si algo nos enseña la rabia que ha destruido al México de las instituciones es, justo eso, nada es eterno, el status quo es cosa del pasado y la degradación del poder que antes tardaba décadas ahora se cuenta en meses.

Viene un relevo ideológico y generacional a la vuelta de la esquina, aún difuso, sí, muy borroso, quizá, pero que estallará con gran fuerza en menos de lo que se imaginan los que hoy rinden pleitesía ciega.

Son otros tiempos, se escriben otras reglas y por desgracia, los moderados parece que no encuentran cabida.

¿Y si lo que sigue es aún peor?... Tal vez sea el tiempo de no agachar la cabeza, de evitar una tragedia mayor.

DE COLOFÓN

Ayer, Gilberto Lozano fue claro cuando lo entrevisté en mi programa de radio: Hay grupos de defensa para FRENAAA, no están armados pero sí muy bien entrenados, responderán agresiones, la otra mejilla no es opción.

@LuisCardenasMX

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