“Los vampiros nunca se quejan de su trabajo”

Puede ser que el presidente ya sienta el final de su poder, la sucesión adelantada se ha vuelto un desgarriate y está a un tris de causar una ruptura muy seria en el movimiento, en los próximos días vamos a ver de qué tamaño son, realmente, las lealtades.

Seamos francos, el sucesor de López Obrador, independientemente si es por un dedazo disfrazado de encuesta o por una encuesta que parece dedazo, se convertirá en el próximo presidente de México, la batalla entre Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard no es para ganar una candidatura con la posibilidad de ganar la elección, sino una guerra para gobernar a partir de octubre del 2024. El candidato será presidente, a menos que una bomba atómica política cimbre el corazón de la 4T.

Marcelo Ebrard se siente desesperado, sabe bien que no es el favorito y chance ya ni siquiera es “el plan B” frente a Sheinbaum.

El Canciller es un estupendo político, eficiente, moderado, negociador de primera, poco visceral y mucho más racional. Si hubiese una máquina del tiempo y el carnal no hubiera cedido frente a López Obrador en 2012, puede que él hubiera ganado a Peña Nieto, puede que hubiera entregado un gran país, puede que hubiera sido uno de los mejores presidentes… Pero el hubiera no existe.

Marcelo se va quedando rezagado en los cariños y hasta en los números, no lo quieren las bases lopezobradoristas y junta más empatías frente a los antilopezobradoristas, si Marcelo fuera el candidato de la oposición, incluido MC, tendría una fuerza brutal aunque, con todo, igual y perdería. En las encuestas abiertas, donde incluyen a simpatizantes y no simpatizantes de la 4T, sale bien librado, pero no así en las bases más duras y cerradas que, a fin de cuentas, gobiernan el país.

En la convalecencia del presidente, la figura de Adán Augusto López, como suplente de la mañanera, creció de manera importante, lejos de la aburrida luchita de encuestas publicadas, llaman la atención los estudios que se reservan a la opinión pública y que lo colocan, entre simpatizantes, muy cerca de Ebrard y a unos diez puntos promedio de la “favorita”.

Adán resultó hábil en esos días frente al país, a diferencia de Sheinbaum no se ve como una mala copia del Presidente sino un perfil que parece algo así como un Peje 2.0, un AMLO reloaded, entrón, bronco, ocurrente y empoderado, un digno representante del lopezobradorismo más recalcitrante.

Como secretario de Gobernación ha sido un gran artífice de la “transformación” lopezobradorista. Ha negociado a punta de presiones indecibles en el Congreso y en la Corte, tiene a sus pies a los gobernadores del país y es el jefe de facto en todas las dependencias gubernamentales; si bien sus métodos pueden ser muy cuestionables para la democracia y la institucionalidad, no cabe duda de que han sido apreciados y agradecidos en Palacio Nacional.

Tiene razón mucha razón Marcelo, hay una favorita y también hay un favorito.

Quizá la limpia con los brujos le regale la epifanía del desfavorecido, basta un espejo.

De Colofón.-

Papi vive en su palacio, el príncipe hace su cochinito para construirse muchos palacios y el junior anda de arrimado en palacios prestados.

Y todavía faltan 517 días para que se termine el sexenio.

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