“Si vas a contratar a Machete para matar
al malo, más vale que te asegures
que el malo no eres tú”

De la película Machete.

Sí, el nombre de Genaro García Luna se mencionó algunas veces durante el juicio contra El Chapo Guzmán, pero sería muy ingenuo pensar que únicamente por ello el otrora hombre del poder en el sexenio de Felipe Calderón está tras las rejas a la espera de un acuerdo que lo mande un rato a la sombra de una prisión o de un juicio que le condene a una vida casi sin contacto humano, que lo convierta en un autómata que solo duerma, despierte coma y defeque por el resto de su existencia.

García Luna fue, para muchos, incluso más poderoso que el propio Felipe Calderón durante su mandato, pero si bien fue una pieza clave en la cuestionada estrategia del expresidente, él ni la diseñó ni tampoco la ejecutó en su totalidad.

Cuentan que en algunas reuniones de alto nivel en materia de seguridad había, realmente, dos encuentros: el primero con García Luna presente y otro sin él, pues la desconfianza de instituciones como la Marina Armada de México en el personaje era, en muchos casos, más que evidente.

El personaje fue un hombre oscuro durante toda su carrera pública, aún quedan pendientes los múltiples negocios de los que pudo salir extremadamente beneficiado con empresas de seguridad privada que prestaban servicios o vendían sofisticados productos de inteligencia a la administración, la posibilidad de que el exsecretario pactó con el Cártel de Sinaloa o con otros grupos criminales es un vox populi muy viejo, de ahí que las acusaciones realmente no sorprenden tanto.

Lo que sí sorprendió fue, más bien, la acción norteamericana de llevarlo ante la Corte, algo que seguramente no esperaba ni el propio García Luna.

Corrupto, muy probablemente. Frío, seguro. Criminal, casi en definitiva, pero a García Luna no se le puede endilgar el sambenito de estúpido, es un hombre de suma inteligencia que usó para escalar hasta el nivel más alto de poder y desde ahí crear una red de contactos que le podían garantizar impunidad y una vida de lujo… ¿entonces, qué pasó?

En definitiva, alguien lo traicionó, alguno de los acuerdos feneció y hoy la jugada de réplica está en su lado de la mesa, ¿a quién traicionará García Luna?

En México, como bien apuntaba en estas páginas Salvador García Soto, hay mucha gente temblando y en los Estados Unidos también.

Pensar que los gringos han sido impolutos en lo que respecta a la mafia es no conocer a los gringos.

Quizá, las notas en la sinfonía que entonará don Genaro terminen por salpicar mucho más a los norteamericanos que se beneficiaron con aquella amistad y sociedad que a los propios mexicanos.

Lo peor de todo es que poco sabremos a cabalidad, García Luna es un asunto del Tío Sam, nosotros no estamos invitados.

DE COLOFÓN

Si fueron capaces de encubrir a un pederasta como Maciel, ¿a quién sorprende que también laven dinero?

@LuisCardenasMX

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