“Cuanto mayor es la ignorancia, mayor es el dogmatismo”
William Osler
Andrés Manuel López Obrador es un genio de las narrativas, construye historias simples y digeribles para su grey y las propaga casi de manera inmediata bajo principios dogmáticos incuestionables, la estrategia le ha funcionado bien en la mayoría de los casos, dividiendo al grado de polarizar radicalmente el discurso público. En eso, es un populista de manual.
Cuando hablamos de las consecuencias de sus actos como presidente, casi siempre hay un amplio abanico de posibilidades que no se perciben de forma inmediata, por ejemplo, en materia económica el resultado, con todo el debate que se quiera, marca hoy un estancamiento y el riesgo de una recesión en el corto plazo, el reflejo en el bolsillo de una gran parte de los mexicanos ya está presente y se hará evidente para la mayoría relativamente pronto, sin embargo, cuando eso suceda, siempre habrá alguien a quién culpar, el neoliberalismo o el pasado serán los mejores enemigos.
El tema de seguridad es muy diferente, no podemos hablar de un fracaso en la estrategia porque, simplemente, no existe ninguna estrategia, el Presidente le ha confiado todo al Ejército Mexicano y se ha limitado a cambiarles el nombre por “Guardia Nacional”, lo demás es paja, paja y paja.
Lo acontecido en Culiacán durante la semana pasada sienta un grave precedente en todo sentido, López Obrador ha cedido al narcotráfico no por debilidad ni por corrupción, peor: el Presidente ha sido tibio y las consecuencias serán desastrosas.
López ha vejado al Ejército Mexicano, ha ordenado la rendición incondicional de una batalla que ni siquiera fue librada bajo la narrativa de “salvar vidas” pero sin importarle las cientos de miles de vidas que ha cobrado ya el narco y los capos. Hoy, las tropas tienen el ánimo decaído y con toda la razón.
¿Se imaginan al soldado que se atreva a detener a otro narco de este calibre?, sabrá que arriesgar la vida propia y la de su familia podría ser en balde bajo una orden presidencial que será pronunciada sin conocimiento amplio del tema, luego de aterrizar de un vuelo comercial y fundamentada en el dogma religioso de que “todos somos buenos y debemos de portarnos bien”.
Ojalá que el Cártel Jalisco o el Cártel del Golfo o del Noreste o el que usted prefiera, no vaya a seguir el ejemplo de los Chapitos cuando ya no les detengan un capo sino que les congelen las cuentas millonarias en un gran golpe contra el lavado de dinero porque, entonces, el país se nos incendia… Mejor así le dejamos, no habrá que importunar a la maña mientras les llega su copia autografiada de la cartilla moral.
Pero, lo que más deprime, es imaginar a los jóvenes halcones y aprendices del sicariato en el país porque hoy se saben más poderosos que nunca, ha sido decretada la impunidad desde arriba… Eso, es más apología que todos los narcocorridos y series juntas.
Como estadista ha tomado una decisión, ojalá que como estadista afronte las consecuencias de la misma, porque, dadas las tendencias, el costo de vidas parece muy superior al que calcularon “para evitar una masacre”.
DE COLOFÓN.— A la Marina la relegaron de las ciudades para mandarla a las costas, luego recularon, hoy día sus elementos son los mejores entrenados para operativos de alto nivel pero están en la banca.
@LuisCardenasMX