La dinastía Ming gobernó China del año 1368 al 1644, alcanzando su mayor esplendor en el reinado (1402-1424) de Yongle, “felicidad perpetua”, llamado en lo personal Zhu Di (朱棣, 1360-1424). Entre sus logros destacan: extender el territorio al máximo, diversificar sus vínculos con el mundo por Asia y África, estabilizar la economía, fomentar las artes, en especial con la integración de la Enciclopedia Yongle en la que participaron más de dos mil eruditos, quienes elaboraron alrededor de ocho mil textos desde los tiempos más remotos hasta el inicio de su propia estirpe gobernante.
El refinamiento será su signo distintivo. La porcelana, por ejemplo, será considerada a partir de entonces más que una artesanía, un arte aplicada. Se instauran el control y la supervisión oficiales para garantizar la excelencia de su manufactura en los hornos de Jingdezhen (Jiangxi), donde se fabrican más de 300 mil piezas. Semejante preciosismo contempló, además, las cerámicas esmaltadas de celadón de Longquan, las esculturas budistas en bronce, las lacas talladas, los textiles o la impresión de libros.
El reciente 17 de marzo, día de San Patricio , la casa de subastas Sotheby’s de Nueva York puso a la venta un “tazón (bowl) excepcional y raro, con motivos florales en azul y blanco, de la Dinastía Yongle” de 16 cm de diámetro, con estimados de 300 mil a 500 mil dólares, alcanzando un precio de 721,800 dólares (monto que incluye el premio de la casa de subastas). La forma de la escudilla, conocida como de loto por referirse al capullo de esta flor (lianzi), o al corazón de pollo (jixin), es característica exclusiva de los albores de la dinastía Ming.
Lo anterior no sería novedad si no fuera porque el tazón fue comprado en el 2020 en New Heaven, Connecticut, por la ridícula cantidad de $35 dólares en una venta de garaje. Un comprador, amante de las antigüedades y buscador de tesoros, se topó con este cuenco, convencido que se trataba de algo especial no regateó buscando un descuento, cubrió los 35 dólares sin dilación alguna; al día siguiente envió fotografías al departamento de arte oriental de Sotheby’s para averiguar qué estimados de venta le propondrían los expertos de la firma de Patrick Drahi.
Diariamente Sotheby’s Nueva York recibe decenas de cartas y también de correos electrónicos con fotografías de objetos que la gente desea vender, explica Angela McAteer , Vicepresidenta Senior del Departamento de Obras de Arte Chinas, pero sin duda sólo de vez en cuando una de estas ofertas resulta tan trascendente como el ya famoso bowl de 35 dólares… Al recibir el tazón en el departamento y realizar el examen físico, los ojos entrenados y las manos de los especialistas descubrieron que el bowl era muy suave al tacto, con un esmalte tipo seda y sus colores y patrones resultaron emblemáticos de la fase temprana del linaje Ming, alrededor del año 1400. “Todas las características y marcas están ahí que lo identifican como producto del periodo Ming”, añade McAteer.
El tazón fue fabricado para la corte del emperador Yongle, su estilo nunca ha sido superado, combina el material, la pintura y el diseño ligeramente exótico de la porcelana imperial, muestra flores de loto, peonia, crisantemo y granada, motivos de trébol tomados de la antigua metalistería de Jorasán (en persa خراسان, “donde el sol nace”) una de las 31 provincias de Irán, dado el estrecho contacto con el mundo islámico.
Los expertos nos indican que este bowl es uno de los siete conocidos en el mundo, los otros seis están guardados en museos como el Museo del Palacio Nacional de Taipéi, Taiwán, el Museo Nacional de Irán en Teherán, el Museo Británico y el Museo Victoria y Alberto de Londres, un último tazón se subastó en 2007 en Christie’s Hong Kong en 700 mil dólares de Hong Kong equivalentes a 70,000 libras esterlinas (precio de martillo, no incluye premio de la casa subastadora), de éstos ninguno se encuentra en Estados Unidos.
¿Cómo y por qué apareció este tazón de porcelana china en New Heaven, Connecticut? Misterio total. Es probable que haya pasado en una familia de generación en generación, sin que conocieran de su importancia, hasta que apareció el amante de antigüedades salvándolo del anonimato.
En todos los rincones del planeta se encuentran todavía multitud de tesoros ocultos , joyas que a simple vista no revelan su importancia, pero que con un poco de suerte y conocimiento serán descubiertas por miradas sagaces para deleite de todos nosotros.